Tensión

Bolsonaro sigue en silencio y los camioneros exigen un golpe contra la victoria de Lula

Casi 140 carreteras de todo el país están cortadas por transportistas afines al presidente

El presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil, Alexandre de Moraes, ha ordenado este lunes el “despeje inmediato de las carreteras” ante los bloqueos causados por camioneros afines a Bolsonaro en protesta por el resultado electoral, que terminó con la victoria de Lula da Silva, y ha multado al responsable de la Policía Federal de Carreteras con 100,00 reales (unos 19,5 euros) por cada hora que persistan los cortes. Mientras, el presidente sigue en silencio y aún no se ha pronunciado sobre el veredicto de las urnas, si bien algunos miembros de su círculo más cercano han admitido la derrota de Bolsonaro.

Moares ha señalado este lunes que la Policía Federal de Carreteras “no ha estado cumpliendo con su tarea constitucional y legal” y ha señalado que el incumplimiento de esta orden puede conllevar la destitución o incluso la detención del director del cuerpo, Silvinei Vasques.

El TSE ha establecido una sanción para Vasques de 100.000 reales por cada hora que pase sin que se haya obtenido despejar los paros que ya ascendió a 22 estados, según recoge ‘O Globo’. La multa entra en vigor a partir de las 00.00 horas (hora local). Además, Moares ha instado a identificar a los propietarios de los camiones para poder sancionarlos después con la misma cantidad.

El responsable del Tribunal Electoral ha incluido vídeos a modo de prueba en los que se puede ver como agentes de la PRF le indican a los manifestantes que no tienen intención de molestarlos. Además, uno de ellos dice que la única orden recibida es permanecer en el lugar junto a los decididos de Bolsonaro, tras lo que recibe una gran aclamación, según ha recogido la prensa brasileña.

“Que la Policía Federal de Caminos y las respectivas policías militares estatales, en el ámbito de sus atribuciones, tomen de inmediato todas las medidas necesarias y suficientes, a criterio de las autoridades competentes del Poder Ejecutivo Federal y de los Poderes Ejecutivos Estatales, para la despeje inmediato de obstrucciones de todas las vías públicas que, ilícitamente, tendrán interrumpido su tránsito”, ha instaurado.

Las protestas ya han cortado 136 vías en el país, lo que también ha suscitado el rechazo de la Confederación Nacional de Transportes y del fiscal general adjunto electoral, Paulo Gonet, que ha calificado las manifestaciones de “antidemocráticas” y motivadas por “simple disconformidad con el resultado”.

En la tarde de este lunes, el Ministerio Público brasileño ha dado un plazo de 24 horas al director general de la PRF, Silveni Vasques, para que este explique cómo se ha actuado para “velar por el mantenimiento del flujo en las carreteras federales” , así como el listado completo de los bloqueos que se han producido este lunes.

El jefe de la cartera de Justicia dijo en la noche de este lunes que la situación estaba siendo monitoreada “minuto a minuto” por la Policía de Carreteras y el Gobierno, y seguramente reforzaría los efectivos y medios de apoyo de las autoridades para desbloquear las vías.

Las declaraciones del ministro se dieron tras una jornada en que los bloqueos aumentaron con dificultad después de conocerse el resultado de la segunda vuelta de las presidenciales en Brasil, en las que Lula fue elegido jefe de Estado con el 50,9 % de los votos, frente al 49,1 % obtenido por Bolsonaro.

A más de 24 horas de conocerse el escrutinio, el actual mandatario aún no se pronuncia y mantiene al país en vilo, ya que durante la campaña amenazó con solo aceptar el resultado de las urnas si consideraron que las elecciones habían sido transparentes.

En la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebradas este domingo, Lula da Silva ha resultado presidente electo, por lo que a partir de enero de 2023 volverá a ocupar el cargo que abandonó en 2010. El líder del Partido de los Trabajadores (PT) trabajaron dos millones más de votos, el 50,9 por ciento de los mismos, que su rival, Jair Bolsonaro, que más de medio día después todavía no ha reconocido su derrota.