Armas

Rusia derriba en su territorio cuatro misiles AGM-88 de EEUU lanzados desde cazas MiG-29 ucranianos

Los proyectiles HARM aire-superficie han sido adaptados para ser lanzados desde aviones soviéticos y están siendo cruciales en las misiones para derribar las defensas rusas

Cohetes rusos son lanzados contra Ucrania desde la región rusa de Belgorod al amanecer en Járkiv
Cohetes rusos son lanzados contra Ucrania desde la región rusa de Belgorod al amanecer en JárkivVadim BelikovAgencia AP

Moscú ha elevado la señal de alarma. El Ministerio de Defensa de Rusia dice haber destruido cuatro misiles anti-radar de fabricación estadounidense HARM cuando volaban sobre la región de rusa de Belgorod, limítrofe con Ucrania. El Pentágono no ha confirmado de momento los detalles de esta información pero sí reconoció que envió el pasado 19 de agosto misiles AGM-88 High-Speed Anti-Radiation Missiles (HARM), un proyectil aire-superficie supersónico diseñado para neutralizar las defensas enemigas basadas en radar.

Los proyectiles enviados en verano desde EEUU a Kiev tienen un alcance de 50 kilómetros y se basan en una antena fija y un cabezal buscador para localizar los objetivos. Aunque en un principio solo pueden ser lanzados desde aviones de combate estadounidenses F-16 y F/A-18 Hornet, pronto se supo que habían sido adaptados para ser disparados desde aviones ucranianos de fabricación soviética. El Pentágono reconoció incluso que Ucrania los había empleado “con éxito” en la guerra, pero nunca en territorio ruso.

Un misil AGM-88
Un misil AGM-88WikipediaWikipedia

Este ha sido precisamente uno de los temores de la Casa Blanca desde el inicio de la invasión, que las armas proporcionadas al gobierno de Kiev acaben siendo lanzadas hacia suelo enemigo, lo que podría provocar una escalada del conflicto, arrastrando el tablero hacia un escenario de confrontación total con Estados Unidos. El ejecutivo de Volodimyr Zelenski ha prometido que no usaría sistema de misiles avanzados, como el HIMARS, para atacar suelo ruso. Sin embargo, el derribo de proyectiles HARM en Belgorod desmentiría este extremo.

Moscú ya advirtió la semana pasada a través del Ministerio de Relaciones Exteriores que la administración de Joe Biden ya se ha “convertido en parte” de esta guerra al suministrar armas y entrenamiento a los soldados de las Fuerzas Amadas de Ucrania. Si Moscú realmente piensa así, la posibilidad de una internacionalización del conflicto podría estar cada vez más cerca.

En las últimas semanas se han difundido en las redes sociales vídeos de pilotos ucranianos a bordo de cazas MiG-29 disparando misiles AGM-88, también conocidos como HARM, contra objetivos de radar rusos. Para que estos misiles pueda ser realmente efectivos en Ucrania, la fuerza aérea ha tenido que realizar transformaciones importantes para elevar la compatibilidad en los MiG-29 y otras aeronaves de la época soviética.

Adaptar armas occidentales a sistemas soviéticos es algo que la OTAN ha hecho en el pasado con aviones de Polonia y Eslovaquia y que ahora se está haciendo también en Ucrania, donde misiles británicos Brimstone diseñados para ser lanzados desde aviones y helicópteros están siendo lanzados desde camiones modificados. Para Ucrania, este salto tecnológico está resultando muy importante ya que atacar los sistemas de defensa aérea y radares rusos le facilita a su fuerza aérea destruir los depósitos de municiones y centros de mando en la retaguardia de Rusia.

Cómo funcionan los misiles HARM

Dentro de los sistemas de defensa aérea, los radares son clave en la detección de amenazas enemigas, conocidas como misiones para la supresión de la defensa aérea/destrucción de la defensa aérea (SEAD/DEAD). Los radares pueden localizar un avión o un misil enemigo y transmitir esa información a aviones defensores o a los sistemas de misiles tierra-aire guiados por radar. Sin esa valiosa información, la defensa estaría perdiendo tiempo volando probablemente en el espacio equivocado.

Con el propósito de abortar las misiones SEAD/DEAD, Estados Unidos desarrolló hace décadas los misiles anti-radar empleados para detectar las emisiones electromagnéticas que emite un radar de defensa aérea. El misil HARM no solo detecta las emisiones de radar del enemigo sino que la puede seguir hasta la fuente para ser destruida con una ojiva de fragmentación explosiva que deja el radar fuera de juego.

El misil HARM se puede desplegar en varios modos de lanzamiento. La diferencia estriba en si el proyectil tiene un objetivo específico antes del lanzamiento y en el alcance en el que se activa este objetivo. Expertos militares consideran muy probable que los pilotos ucranianos estén disparando estos misiles en modo Pre-Brief, que permite disparar el misil al alcance máximo contra un objetivo de radar conocido.