Biden llega al ecuador de su mandato marcado por el escándalo

El presidente Joe Biden cumple hoy dos años de mandato en la Casa Blanca. Un total de 730 días al frente de la Administración, a cuyo cargo llegó con grandes desafíos por las consecuencias más inmediatas de la pandemia, ante la resistencia del presidente saliente a abandonar el poder y bajo el inevitable contexto de la mayor amenaza reciente contra la democracia estadounidense: el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 se producía pocos días antes de la transferencia de poder. Dejando de manifiesto que EE UU es un país cada vez más polarizado.

La investidura del demócrata hace dos años estuvo marcada también por la incertidumbre del traspaso de poder más tenso de la historia reciente tras la salida de Donald Trump de la residencia presidencial, a la que se aferró hasta el último minuto.

Durante la primera etapa de su presidencia, el líder demócrata ha conseguido aprobar, con inusual apoyo bipartidista, algunas de las reformas más ambiciosas de las últimas décadas en material de infraestructura, cambio climático y sanidad, acompañadas por buenos resultados de crecimiento de empleo a pesar de la histórica inflación. En terreno político, los demócratas han avalado las prioridades de la agenda de Biden, que ha contado con la mayoría del apoyo de sus propias filas en ambas Cámaras del Congreso.

Aunque a otros temas trascendentales para el país, como el aborto o las armas, no ha podido todavía plantarles cara. De esta mitad de mandato se espera que cumpla con una de sus promesas electorales: regular la venta y el uso de armas, poniendo fin a los rifles de asalto. Complejo tema partidista de calado histórico, que el presidente demócrata solo podrá llevar a cabo a través de medidas excepcionales para evitar el fácil acceso y extendido uso de las armas de guerra, que situaron en 2022 a EE UU con trágicas cifras récord de muertes por heridas de bala.

“Los papeles de Biden”

Biden vive el ecuador de su presidencia con 80 años recién cumplidos y bajo la sombra de un escándalo político amenazando su liderazgo. El descubrimiento de «los papeles de Biden» ha provocado, hasta la fecha, el momento más complicado de la carrera política del exvicepresidente de Barack Obama, cuya investigación por los documentos confidenciales de esa época encontrados en varias ubicaciones privadas, ha puesto en marcha el Departamento de Justicia de EE UU desde noviembre.

Noticia filtrada a los medios dos meses después del hallazgo, dejando en evidencia la falta de transparencia de la Casa Blanca. El presidente decidía solo entonces prometer públicamente «cooperar completamente con la Justicia», manteniendo un sorprendente silencio para no poner en peligro el proceso de investigación, tal y como explicó su propio equipo.

Aun no están claras las consecuencias que pueda tener el hallazgo de los documentos, cuyo contenido se desconoce, aunque por lo pronto el fiscal general de EE UU, Merrick Garland, ha designado a un fiscal especial, Robert Hur, para que investigue este caso.

Ante esta situación, los republicanos amenazan con lanzar toda la artillería pesada contra Biden, y el presidente de la Cámara de Representantes, el conservador Kevin McCarthy, ya se ha mostrado partidario de abrir una investigación legislativa.

Pero lo cierto es que la inesperada situación política ya salpica todas sus posibles aspiraciones de presentarse a la reelección, algo que todavía no ha confirmado de manera oficial. Ni Biden ni ningún otro miembro del Partido Demócrata han adelantado todavía sus intenciones de presentarse a la carrera presidencial, aunque sí que lo anunciarían en los próximos meses.

De volverse a presentar, Biden afrontaría el cargo con 82 años cumplidos, con la intención de culminarlo cuatro años después, es decir, con 86 años. Habiendo pasado a la historia como el presidente de Estados Unidos de mayor edad, no parece que un segundo mandato sea una posibilidad que ni los demócratas ni los votantes tengan en mente. Aunque poner en riesgo los próximos dos años de presidencia ante la incógnita por desvelar también se perfila, cuanto menos, desafiante.

La elección de su vicepresidenta, Kamala Harris, ha pasado bastante desapercibida durante el primer ciclo del mandato demócrata, por lo que se espera que para los próximos dos años su “número dos” pueda abarcar mayor contenido de la agenda de Biden y, con él, mayor proyección presidencial.

Por ahora, el único que ha presentado oficialmente su candidatura para 2024 por el Partido Republicano es Donald Trump, quien intentó adelantarse incluso al resultado electoral de las Midterms de noviembre para evitar que nadie entre sus filas le arrebatara el protagonismo.