África
España-África, nuevas relaciones y oportunidades económicas en aumento
La diversidad de los países africanos hace posible la inversión en diferentes sectores de acuerdo con las necesidades de cada uno de ellos
Las relaciones comerciales de España con África, aunque cambiantes en el tiempo, lo cierto es que han ido en aumento en los últimos años, puesto que son muchas las empresas españolas que han visto y ven en el continente africano una magnífica oportunidad para desarrollar y diversificar sus negocios en un mercado muy grande y en plena expansión, de forma que es muy posible no solo aumentar las inversiones y los intercambios comerciales en países con los que España tiene unas magníficas relaciones en estos momentos, como Marruecos, sino también en otros como Angola, Mozambique o Gambia.
Una tierra con más de mil millones de personas, con las poblaciones más jóvenes del mundo y un territorio rico en recursos, junto con una mejora progresiva del clima político y del marco institucional, hacen presagiar un crecimiento exponencial de los países africanos en los próximos años, de hecho, el estudio Doing Business, elaborado por el Banco Mundial en 2019, señalaba que cinco de las diez economías a nivel global que habían experimentado un mayor avance eran africanas —en 2021 creció su PIB un 6,9%, y en 2022, incluso con los efectos de la guerra en Ucrania, se estima un crecimiento de un 4,1%—. En este contexto, y teniendo en cuenta que en 2050 la población africana será de más de 2.500 millones de habitantes, es evidente que los africanos aumentarán sus necesidades en términos de consumo, por lo que se convierte en un contexto idóneo para que las empresas y las instituciones potencien sus relaciones en un continente en continua aceleración y con un gran potencial de crecimiento dado su escaso desarrollo industrial y baja renta per cápita.
Con respecto a los sectores más interesantes para las empresas españolas, debemos comentar que la diversidad de los países africanos hace posible la inversión en diferentes sectores de acuerdo con las necesidades de cada uno de ellos. Podemos mencionar, por su importancia y para ver una muestra de cómo está evolucionando el continente, una serie de ejemplos de las inversiones que se están llevando a cabo y que podrían ser buenas oportunidades para empresas españolas: en Sudáfrica destaca su apuesta por las energías renovables; en Egipto se están desarrollando y modernizando las infraestructuras ferroviarias; en Mozambique se impulsa la construcción de una red de carreteras y el desarrollo del sector turístico; Senegal también apuesta por el turismo —aquí destaca la apertura de la cadena hotelera española Riu, que ya tiene otros establecimientos en Cabo Verde, Marruecos, Mauricio y Tanzania—; y, por supuesto, sobresale el desarrollo en varios países de programas medioambientales y de sostenibilidad de los que Europa es abanderada y que, sin duda, puede contribuir a un crecimiento sostenible de los países africanos, así como a la obtención de los recursos escasos, como el suministro eléctrico y el agua a través de los medios tecnológicos. En relación con esto último, cabe destacar el exitoso proyecto piloto de «RainMaker Air to Water» de Euro Safety Group, presentado este mes de junio en Marruecos ante el Instituto Internacional del Agua y Saneamiento. Un proyecto orientado a obtener agua potable a partir de la humedad del aire que puede producir hasta 5.000 litros de agua al día. Esta experiencia se va a trasladar al resto de países de África dada la necesidad de recursos hídricos y lo que contribuirá al desarrollo sostenible del continente y a paliar parte de las necesidades de sus habitantes.
La actividad de dichos sectores —infraestructuras energéticas, de agua y de saneamiento e ingeniería— están, además, alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, por lo que el gobierno español, con el fin de posicionar las empresas españolas en estos países —especialmente en el Norte de África y la África Subsahariana— puso en marcha ya desde 2020 la agenda «Estrategia Horizonte África», que incluye una serie de medidas de apoyo financiero —asociadas al FIEM, al CESCE y a COFIDES—, así como medidas de apoyo institucional para incrementar la visibilidad de altos cargos de la administración económica y comercial española en el territorio africano.
Antes de concluir este punto, debemos hacer hincapié en que África es un territorio no solo muy favorable para invertir como hemos visto a través de algunos ejemplos, sino también para los intercambios comerciales, los cuales pueden ir en aumento en los próximos años, especialmente en lo que se refiere a los productos agroalimentarios, ya que son muy competitivos en precio en el mercado europeo.
Proyectos de cooperación, claves en las buenas relaciones España-África
España no solo tiene buenas relaciones económicas con el continente africano, sino que también ha impulsado diferentes acciones sociales y de cooperación enmarcadas en el plan «España y África, desafío y oportunidad», el cual pretende, además de impulsar el comercio y la presencia empresarial y de inversión española en la zona, contribuir a la mejora de las condiciones de sus habitantes. Un aspecto importante dentro de este plan —incluido en «Foco África 2023», el tercer programa dentro del Plan África ya citado— es la acción humanitaria, concentrándose en la protección de las mujeres y las niñas en situaciones de conflicto y en la seguridad alimentaria y nutrición, así como en otras medidas para apoyar los planes nacionales de salud y de formación de medicina especializada, y la colaboración para garantizar un acceso equitativo de medicamentos, en particular de las vacunas contra el COVID-19.
En relación con este tipo de planes podemos destacar el puesto en marcha por el Cabildo de Tenerife, que ha impulsado la ejecución de cinco proyectos de cooperación en regiones vulnerables de Senegal, Níger, Chad y Costa de Marfil con el fin de mejorar la calidad de la educación y la atención sanitaria, las condiciones de salubridad e higiene, así como la nutrición de las familias más vulnerables; para todo ello han contado con la ayuda también de diferentes organizaciones, como Cruz Roja Internacional, Cooperación Internacional y Asociación Maman África.
En definitiva, y con todo lo mencionado, no cabe ninguna duda: las oportunidades que tiene África para empresas e inversores españoles son muchas y en muy diversos sectores, y su atractivo aún es mayor gracias a la involucración de las instituciones españolas y europeas para que no se frene la evolución económica y social del continente africano, que podríamos decir, atendiendo a su progreso, que es el continente del futuro.
José Miguel Ramírez
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