¿Neutralidad china?

Alfombra roja para Lukashenko en China

En plena tensión por el posible apoyo armamentístico chino a Rusia, Xi Jinping recibe al gran aliado de Putin

El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, aterriza en Pekín
Bielorrusia/China.- Lukashenko llega a China para una visita de Estado marcada por los ecos de Ucrania Maxim GUCHEK BELTA / AFP

Mientras China procura desmarcarse de las críticas que apuntan a que, a pesar de su postura neutral, respalda las hostilidades rusas en Ucrania incluso tras su propuesta de alto el fuego en la sangrienta guerra, Xi Jinping va a recibir con la solemnidad de una visita de Estado al presidente de Bielorrusia, firme aliado del Kremlin.

La visita de Lukashenko se produce una semana después de que Estados Unidos acusara a China de considerar el envío de ayuda militar letal a las Fuerzas Armadas del Kremlin, una afirmación que los funcionarios chinos han negado vehementemente, acusando a Washington de "intimidación descarada y doble rasero".

Además, la llegada del amigo de Putin se produce pocos días después de que Pekínhiciera pública una propuesta de 12 puntos para poner fin a las hostilidades en Ucrania y llamara al diálogo entre las partes, como continuación al empeño diplomático de posicionarse como mediadora neutral.

El proyecto, hecho público el viernes, pedía un alto el fuego y reafirmaba en gran medida los puntos planteados anteriormente por el máximo dirigente chino. Aunque el documento no criticaba las acciones rusas, pero si veladamente algunas de sus consecuencias, su publicación ha brindado una oportunidad tanto a Kyiv como a Moscú para expresar su interés en continuar el diálogo con el gigante asiatico.

En una entrevista concedida a la agencia de noticias estatal china Xinhua, el líder bielorruso declaró que estaba deseando reunirse con su "viejo amigo" Xi. También elogió el documento de posición pacificadora china como "un testimonio de su política exterior conciliadora, así como un avance que tendrá un impacto de gran alcance mundial"

Lukashenko ha sido el único líder de Bielorrusia desde su independencia en 1990 y defendió tan firmemente la invasión rusa de Ucrania, que hasta permitió que se utilizara su país como plataforma. En 2020, aplastó las protestas que siguieron a su controvertida reelección. China reconoció los resultados oficiales de esos comicios y prestó un inequívoco apoyo político a Lukashenko y a sus políticas para una centralización aún mayor del poder y la militarización del régimen político.

Bielorrusia está sometida a sanciones de la UE y Estados Unidos por su represión contra la oposición y por permitir que el Ejército ruso atravesara su territorio para invadir Ucrania el 24 de febrero de 2022. Sin embargo, China ha criticado repetidamente las sanciones occidentales, calificándolas de "herramienta inaceptable de política exterior y una injerencia en los asuntos internos bielorrusos".

Durante la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái celebrada en Samarcanda (Uzbekistán) el pasado mes de septiembre, los dos jefes de Estado mantuvieron una reunión bilateral y anunciaron que elevarían las relaciones entre ambos países a la categoría de asociación estratégica integral para todos los tiempos.

Para China, el apoyo político bielorruso en diversos foros internacionales es importante cuando se trata de la cuestión de Taiwán, Hong Kong, Xinjiang, Tíbet y el mar de la China Meridional y también en relación con la controversia sobre la procedencia de la infección de Covid-19. En la declaración conjunta de 2022 entre ambas naciones, Minsk subrayó su compromiso con el principio de "una sola China" y se opuso claramente a la independencia de Taiwán.

En el ámbito económico, la retórica política amistosa de China no va acompañada de un apoyo económico y de inversión acorde con las expectativas de Minsk. Como consecuencia del aumento de las restricciones contra el país en relación con la agresión contra Ucrania, Pekín comenzó a limitar la cooperación financiera con este, evitando referirse a ello públicamente.

Sin embargo, Bielorrusia es uno de los mayores proveedores mundiales de potasio, un mineral esencial para la agricultura, sobre todo para países tan grandes como China o India. Las penalizaciones occidentales contra el país, incluida la industria del este mineral, complican este suministro.

Lo más probable es que Pekín siga desarrollando su implicación política, pero es poco factible que se restablezca el nivel anterior de asociación económica y de inversión con Minsk hasta que se normalice la situación regional y mejoren las relaciones entre Bielorrusia y Occidente.