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Xiomara Castro asume el poder en Honduras respaldada por Estados Unidos

La política se convierte en la primera presidenta hondureña en el regreso de la izquierda tras el golpe de Estado contra su esposo en 2009

“La Presidencia de la República nunca ha sido asumida por una mujer en Honduras. Han tenido que pasar 200 años desde que se proclamó nuestra independencia. Estamos rompiendo cadenas y tradiciones”. Los gritos de júbilo y los aplausos se han desatado en el Estadio Nacional de Tegucigalpa tras estas palabras de la nueva presidenta de Honduras, Xiomara Castro, en su toma posesión la mañana de este jueves como primera mandataria en la historia de Honduras.

Castro ha recibido a manos de su nieta la banda presidencial frente a miles de personas que han cantado y festejado durante toda la mañana su llegada al poder: “Sí se pudo”, coreaban los asistentes. Un colorido mural con ilustraciones sobre la historia de Honduras y banderas de numerosos países de las delegaciones asistentes como EEUU, Argentina, España o Portugal completaban la colorida puesta en escena.

Castro ha criticado duramente al presidente saliente Juan Orlando Hernández: “Debemos arrancar de raíz la corrupción de 12 años de dictadura. La catástrofe económica que recibo no tiene paragón en la historia del país. Informaré a la nación de las cifras reales, no maquilladas, de lo que estoy recibiendo sobre la tragedia social que enfrenta a Honduras”. La música de artistas como la activista Karla Lara han amenizado la espera al público que daba palmas y se levantaba de sus asientos para bailar.

Castro, única presidenta en activo en América Latina, asume el cargo con su liderazgo cuestionado por la crisis interna desatada en su partido a raíz de la elección del presidente y la mesa del Congreso. La mandataria hondureña de 62 años ha propuesto como coordinador de su gabinete a uno de los legisladores rebeldes de su coalición progresista Libertad y Refundación (Libre), Jorge Cálix, para resolver el conflicto político que ha llevado a la elección de dos presidentes del Congreso que se disputan la legitimidad. Castro expulsó del partido a 18 de los 50 representantes de Libre en el Congreso tras su “traición” y la vergonzosa pelea en sede parlamentaria protagonizada el pasado viernes por diputados de Libre.

EEUU busca reforzar “la lucha contra la corrupción”

Pese a las turbulencias políticas antes de asumir su mandato, Xiomara Castro ha estado respaldada por la vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris, en un gesto que muchos en Honduras interpretan como una señal de apoyo a la nueva presidenta. Harris ha destacado que la llegada de Castro al poder es “una oportunidad” para reforzar la cooperación en temas claves “desde la lucha contra la corrupción a la recuperación económica”. La prioridad del gobierno de Biden es frenar la migración centroamericana hacia EEUU.

Castro ha agradecido la presencia del rey Felipe VI, sentado en el acto junto a Harris, tras una reunión el miércoles con el monarca y el ministro de Exteriores, José Manuel Albares: “Un honor reunirme y conversar con su Majestad el Rey Felipe VI de España sobre la cooperación y el

fortalecimiento de la relación entre nuestros países”. Felipe VI también se ha reunido con el presidente saliente de Honduras, Juan Orlando Hernández, quién ha destacado que el “Felipe VI es un gran amigo de Honduras. Hernández está acusado de narcotráfico por EEUU y corre el riesgo de ser extraditado tras abandonar la Presidencia. Su hermano, Juan Antonio Hernández, ha sido condenado a cadena perpetua en EEUU por el envío y la venta de cocaína. Castro promete “el fin de la corrupción”, muy ligada al narcotráfico en este pequeño país centroamericano de casi 10 millones de habitantes.

Las izquierdas latinoamericanas apoyan a Xiomara Castro

Castro ha defendido “el respeto a los Derechos Humanos que ha movido a las resistencias con sus mártires en estos 12 años de lucha para garantizar el goce de la justicia, la libertad y el bienestar económico y social”. El nuevo presidente chileno, Gabriel Boric, ha asistido junto a otras figuras de la izquierda latinoamericana como el canciller de México, Marcelo Ebrard, el expresidente de Bolivia, Evo Morales, la expresidenta de Argentina, Cristina Fernández Kirchner, y los expresidentes de Brasil Lula da Silva y Dilma Roseuff. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, comunicó el miércoles que finalmente no podía acudir por razones de fuerza mayor. Venezuela y Nicaragua han enviado a sus cancilleres de Exteriores. Cuba ha estado representada por su vicepresidente Salvador Valdés.

La primera presidenta de la historia de Honduras ha criticado las reformas de Hernández que a su juicio rompieron las garantías democráticas en Honduras: “En este primer mes de legislatura se deben desmontar las aberrantes reformas constitucionales ilegales con contratos del poder ejecutivo avalados ilegalmente por el Congreso Nacional que violentan la soberanía popular”. Castro ha prometido “una ley amnistía para los presos políticos, de conciencia y los hondureños en el exilio para su retorno”. Las elecciones del pasado 28 de noviembre, que Castro ganó con el 51,1% de los votos frente al 36,9% del conservador Partido Nacional, se celebraron sin incidentes y con una alta participación del 68%. “La crisis ha llegado tras una campaña democrática. La sociedad está expectante”, explica a LA RAZÓN Yadira Gálvez, catedrática de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de México. Castro ha prometido una ley para impulsar “consultas populares”.

“Más de un millón de familias no pagarán la luz”

La nueva presidenta se ha comprometido a facilitar “matrículas gratuitas” a los estudiantes. Castro también ha prometido que “”más de un millón de familias que viven en el umbral de la pobreza no pagarán más la factura del consumo de energía”. La presidenta hondureña ha explicado que “los altos consumidores deberán asumir un precio en su factura para subsidiar la energía que daremos gratis a los pobres de Honduras”. Castro ha anunciado el envío de “un proyecto de ley al Congreso para crear subsidios para los combustibles y lograr una reducción de los precios actuales”.

Castro ha remarcado que “el Estado fue construido para garantizar bienestar y cultura a sus habitantes”. Castro ha recordado a los 800.000 hondureños que viven fuera del país, un 8% de la población según datos de la ONU: “La catástrofe económica que recibo no tiene parangón en la historia del país. Su impacto en la vida de la gente se refleja por el aumento de 700% de la deuda. La pobreza se incrementó al 74% para convertirnos en el país más pobre de América Latina. Castro ha añadido con su intensa voz desde la tribuna: “Esta cifra explica que miles de personas de todas las edades huyan al norte, a EEUU y México, buscando un lugar y una forma de subsistir sin importar el riesgo para sus vidas”.

El “socialismo democrático” defendido por Castro es criticado por la oposición conservadora liderada por el Partido Nacional, que acusa a Castro de ser cercana a los regímenes autoritarios de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Castro repite en sus mítines la mítica frase de la Revolución Cubana: “Hasta la victoria siempre”, un mensaje que contrasta con sus alianzas con el centro derecha como el partido Salvador de Honduras del presentador Salvador Nasralla. Sin embargo, Castro ha solicitado a la ONU una comisión anticorrupción sobre Honduras y pretender devolver al país a planes de desarrollo en Centroamérica que EEUU pone en marcha si se cumplen ciertos estándares democráticos y anticorrupción.

La flamante nueva presidenta de Honduras ha recordado a la activista defensora del medio ambiente, Bertha Cáceres, asesinada en marzo de 2016, como un ejemplo de la “soberanía ambiental” de Honduras: “Venden el territorio como si fuera cualquier mercancía”. Algunos acompañantes de Xiomara Castro en el estrado mostraban carteles con el rostro de Cáceres. “Trabajaremos en la protección del medio ambiente. Justicia para Bertha Cáceres”, sostuvo.

“La vorágine de saqueo ha dejado al país en banca rota”

Castro ha subrayado que su gobierno “no continuará con la vorágine de saqueo que ha dejado el país en banco rota”. Castro ha detallado “que todo su gobierno debe de concertarse en el desarrollo agropecuario y soberanía alimentaria”. Castro defiende su modelo progresista para avanzar en la solución de los problemas estructurales de Honduras como la extrema pobreza, la inseguridad, la corrupción y el narcotráfico.

La victoria de Castro supone el regreso de la izquierda al poder en Honduras tras el golpe de Estado en 2009 contra su esposo, el expresidente Manuel Zelaya, que le hizo perder la Presidencia y abandonar el país. Gálvez explica que “la presidenta enfrenta el reto de aglutinar las mayorías en el Congreso para llevar a cabo su proyecto”. La académica subraya que el mandato de Castro supone para muchos continuar el proyecto de su esposo Manuel Zelaya: “La propuesta de una Asamblea Constituyente para cambiar la Constitución puede generar diferencias ya que recuerda a lo que ocurrió en el Golpe de Estado en 2009 contra Zelaya. El proyecto de una nueva Constitución desató la crisis política y el Golpe de Estado”.

Honduras se muestra próxima a EEUU ante sus tensiones con Rusia y China

Las tensiones de EEUU con China y Rusia están explotando en América Latina. La mayoría de gobiernos de la región tratan de mantener un complicado equilibrio para afianzar buenas relaciones con las tres superpotencias. China está presionando para que los gobiernos latinoamericanos rompan relaciones con Taiwán, isla al sur de Japón que China considera territorio propio. El respaldo de la vicepresidenta estadounidense Harris y la presencia del vicemandatario de Taiwán, William Lai, aleja la posibilidad de una ruptura con Taiwán. El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, quién gobierna violando los principios básicos de la democracia y los Derechos Humanos, rompió en mes pasado sus relaciones con Taiwán tras tres décadas de intensa cooperación. “Existe una sola China”, aseguró el autócrata nicaragüense.

Por el contrario, Honduras parece dispuesta a convertirse en el socio prioritario de EEUU en el Triángulo Nortecentroamericano ante las malas relaciones con Nicaragua y las fricciones con El Salvador y Guatemala. Marcio Sierra, nombrado responsable de la Comisión Nacional de Banca y Seguros, explica a la Voz de América que se han organizado sucesivas reuniones con la embajada de EEUU en Tegucigalpa desde la victoria de Castro en las elecciones del pasado 28 de noviembre: “Nosotros les expusimos nuestra posición geopolítica actual, que Honduras se convierta en una plataforma idónea para el gobierno de EEUU para la gobernanza del Triángulo Norte, sabiendo que las relaciones con El Salvador, Guatemala y Nicaragua no son buenas”.

El expresidente Zelaya ha acompañado a Castro en la misa, en su paseo en coche descapotable por la capital y en su toma de posesión en el Estadio Nacional de Tegucigalpa. Zelaya ha reiterado que no tendrá ningún cargo y será solo “asesor” de su esposa. La tensión política de los últimos días puede estar relacionada con el lapsus de Castro al agradecer la presencia de “Felipe cuarto” para presentar al rey Felipe VI. Castro ha continuado concretando que su proyecto político persigue no sufrir “más feminicidios, más sicariatos, más narcotráfico”. Castro asume el poder en este país donde el 71% de sus casi 10 millones de habitantes viven en la pobreza, según la ONG Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras: “Refundar es más que un verbo. Es una misión imprescindible”.