Bolsonaro regresa este jueves a Brasil después de tres meses en EE UU: ¿podría ser detenido el expresidente?

El expresidente brasileño, Jair Bolsonaro, anunció que regresará al país este jueves después de permanecer tres meses en Estados Unidos. Está previsto que aterrice a las 7.10 de la mañana en un vuelo de la aerolínea Gol que llegará a Brasilia desde Orlando, a la vez que sus seguidores están ya organizándose para recibirlo.

Bolsonaro informó a sus simpatizantes que le gustaría desfilar en un vehículo descapotable a su llegada al país este jueves. El recorrido que haría el exmandatario con el coche sin techo (si se cumple su deseo) sería desde el aeropuerto de Brasilia hasta su vivienda, ubicada en Lago Sul.

Sin embargo, Bolsonaro mantiene varios frentes abiertos frente a la justicia y está actualmente en medio de un escándalo por las joyas que recibió de Arabia Saudí y que devolvió el pasado viernes por orden de un tribunal, lo que complica su situación judicial.

El exmandatario se instaló en Estados Unidos a finales de diciembre, poco antes de que Lula da Silva tomara el relevo al frente de la presidencia el pasado 1 de enero tras ganar las elecciones de octubre en una ajustada segunda vuelta.

Su regreso al país se estuvo especulando durante un periodo largo de tiempo. Hace un mes, en un evento republicano, Bolsonaro afirmó que sentía que su misión no había terminado y en otras ocasiones había adelantado que podía volver a Brasil en marzo.

"En este momento doy gracias a Dios por mi segunda vida y también a él por la misión de ser presidente de la República por un mandato, pero siento, en el fondo, que esta misión aún no ha terminado", afirmó en la convención republicana de comienzos de marzo.

Finalmente, su regreso se confirmó el pasado jueves cuando Bolsonaro lo anunció en un canal de televisión. "Voy a trabajar en el Partido Liberal (...) recorrer Brasil y hacer política", señaló Bolsonaro a "Record TV" durante una entrevista en Florida. Su Partido Liberal (PL) también confirmó esta información el viernes a través de las redes sociales

Situación complicada

Los medios locales hablan de que Bolsonaro se enfrenta ahora a una dura situación jurídica cuando regrese, pues el exmandatario cuenta con cinco investigaciones en el Tribunal Supremo Federal (STF), susceptibles de penas de prisión.

Al respecto, un análisis del diario brasileño "O Globo" menciona que "el principal temor (de su familia y su partido) es que el capitán retirado sea citado o llevado a declarar en la Policía Federal apenas ponga un pie en Brasilia".

Cuatro de las investigaciones en contra de Bolsonaro fueron abiertas durante su presidencia (2019-2022), mientras que en la última es investigado como presunto instigador del asalto a los tres poderes por parte de seguidores suyos el pasado 8 de enero en Brasilia.

En uno de los casos, Bolsonaro fue acusado por su exministro de Justicia, Sergio Moro, de interferir en la policía para proteger a familiares sospechosos de corrupción. También es investigado por difundir desinformación sobre el sistema electoral de urnas electrónicas.

Las otras dos pesquisas son por haber filtrado informaciones confidenciales de una investigación policial por un ataque cibernético a la corte electoral y por declaraciones sobre la pandemia de la covid-19, cuando asoció la vacuna con un supuesto riesgo de contraer VIH.

Al dejar la presidencia y perder sus privilegios, una decena de peticiones de investigación fueron recibidas por el STF. Entre las acusaciones, Bolsonaro es señalado por "subversión al orden" por su participación en actos con consignas antidemocráticas el 7 de septiembre de 2021, cuando atacó a jueces de la Corte Suprema y dijo que solo dejaría la presidencia "preso, muerto o con una victoria".

En el caso "muy poco probable" de que fuera condenado de forma definitiva y a las penas máximas por esos delitos, el expresidente se enfrentaría a casi 40 años de cárcel.

¿Puede ser detenido a su llegada?

Una orden de prisión contra Bolsonaro podría aparecer de la nada. No obstante, según la ley brasileña, un detenido solo puede ser arrestado una vez que se hayan agotado todas las instancias de apelación, o bien si un juez considera, durante las investigaciones, que su libertad compromete el proceso.

La primera hipótesis es poco probable a corto plazo, dados los tiempos habituales de la justicia. No obstante, la segunda tiene un precedente reciente: en 2019, el expresidente Michel Temer (2016-2018) fue capturado menos de cuatro meses después de dejar el cargo por supuesto desvío de dinero, pero un tribunal revirtió la decisión de primera instancia al cabo de cuatro días.

Sin embargo, "O Globo" asegura que asesores del expresidente creen que de momento no existen intenciones por parte de las autoridades de Brasil de detener a Bolsonaro, sobretodo por la posibilidad de que su captura "pueda trastornar aún más el escenario nacional e incluso beneficiar a Bolsonaro".

Lo cierto es que el expresidente corre riesgo de ser declarado "inelegible" debido a los 16 casos que se tramitan en el Tribunal Superior Electoral. Si resultara condenado, se le podría prohibir disputar elecciones por ocho años, dejándolo fuera de las presidenciales de 2026.

Dos acciones son por ataques verbales al proceso electoral y a las urnas electrónicas, mientras que otras denuncian el uso de la maquinaria pública en beneficio propio durante las presidenciales de octubre, cuando fue derrotado por Lula da Silva.

La investigación más avanzada, que amenaza su futuro en la política según la prensa brasileña, está relacionada con una reunión que Bolsonaro celebró con embajadores, el 18 de julio de 2022 en Brasilia.

Ese día, exhibió una presentación de Power Point con desinformación sobre las urnas electrónicas. La justicia analiza si hubo abuso de poder político y uso indebido de los medios de comunicación.

Otro escándalo que ha salpicado a Bolsonaro es el revelado por el diario "Estadao" e investigado por la Policía Federal por varios conjuntos de joyas regaladas por Arabia Saudí, algunas de las cuales habrían ingresado a Brasil de forma irregular.

Las denuncias incluyen un paquete de la lujosa marca suiza Chopard de valor estimado en 75.000 dólares, que Bolsonaro devolvió la semana pasada por orden de un tribunal; y un juego de collar y pendientes de diamantes de la misma marca destinados a su esposa Michelle.

Este conjunto, valorado por la prensa en 3,2 millones de dólares, fue incautado por la aduana cuando una comitiva ministerial intentó ingresarlas a Brasil en 2021.

Asimismo, "Estadao" afirmó este martes que Bolsonaro habría recibido en mano propia un tercer conjunto de joyas con valor superior a 100.000 dólares, que incluye un Rolex de oro blanco y diamantes, durante un viaje a Arabia Saudí en 2019.