Guerra al narcotráfico

Donald Trump llama a Gustavo Petro líder del narcotráfico

El presidente estadounidense responde así a las críticas del presidente colombiano por el ataque a sus embarcaciones

EEUU/Colombia.- Petro responde a Trump que sus asesores le están engañando sobre la situación en Colombia
EEUU/Colombia.- Petro responde a Trump que sus asesores le están engañando sobre la situación en ColombiaEuropa Press

La relación entre Washington y Bogotá atraviesa su momento más tenso en décadas. Este domingo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una acusación explosiva contra su homólogo colombiano, Gustavo Petro, al que calificó de “traficante ilegal de drogas” y anunció el fin inmediato de la ayuda norteamericana a Colombia en la lucha contra el narcotráfico y, potencialmente, en todos los ámbitos de cooperación.

El mensaje, difundido en su red social Truth Social, sacudió los cimientos de una relación que, durante más de 30 años, se había presentado como un ejemplo de alianza hemisférica en materia de seguridad. “Petro es un líder ilegal de drogas que fomenta la producción masiva en grandes y pequeños campos por todo el país”, escribió Trump, advirtiendo que “estos pagos o cualquier otra forma de subsidio cesarán de inmediato”.

El mandatario estadounidense justificó su decisión asegurando que el narcotráfico “se ha convertido, de lejos, en el mayor negocio de Colombia” y que los fondos de Washington representaban “una estafa a largo plazo”. La declaración llega apenas un mes después de que Estados Unidos retirara la certificación a Colombia por “incumplimientos demostrables” en materia antidrogas, preludio del rompimiento anunciado ayer.

Para Bogotá, el impacto es mayúsculo. La cooperación estadounidense, canalizada en parte a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), ascendió a unos 413 millones de dólares en 2024. Estos recursos financiaban programas de erradicación de cultivos ilícitos, fortalecimiento institucional y apoyo logístico a las Fuerzas Armadas. Su suspensión deja en el aire la continuidad de buena parte de la política antidroga colombiana.

El presidente Petro reaccionó de inmediato desde su cuenta en X, afirmando que Trump está “mal informado por sus logias y asesores” e instándole a “leer con cuidado a Colombia para saber dónde están los narcos y dónde los demócratas”. El mandatario defendió su historial, asegurando que “el principal enemigo que el narcotráfico ha tenido soy yo” y denunció que funcionarios estadounidenses violaron la soberanía nacional al realizar una operación militar en aguas que considera colombianas.

Esa operación, en la que un supuesto “narco-submarino” fue atacado en el Caribe, ha encendido la mecha diplomática. Washington sostiene que se trató de una embarcación cargada con droga rumbo a su territorio, mientras Bogotá alega que el buque era colombiano y fue alcanzado dentro de su jurisdicción. Uno de los tripulantes, Jeison Obando Pérez, de 34 años, fue repatriado en estado crítico y se encuentra hospitalizado en Bogotá.

Al respecto, el secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, afirmó que la embarcación atacada el pasado viernes estaría vinculada al Ejército de Liberación Nacional (ELN), y comparó a esa guerrilla con Al Qaeda. “Serán atacados de la misma manera”, advirtió, marcando un nuevo tono de confrontación que podría agravar aún más el conflicto diplomático.

La crisis actual trasciende lo económico. Por primera vez, un presidente estadounidense acusa directamente a un jefe de Estado latinoamericano de narcotráfico sin aportar pruebas públicas. El gesto rompe las normas básicas de respeto mutuo y abre una peligrosa grieta en la arquitectura diplomática.