Sucesos

Hallan muertos a dos de los cuatro estadounidenses secuestrados en México y a los otros dos con vida

Los investigadores creen que un cártel de la droga los confundió por error con narcotraficantes haitianos

Un vídeo muestra a varios hombres armados obligando a varias personas, entre ellas una mujer, a subir a la parte de atrás de la camioneta
Un vídeo muestra a varios hombres armados obligando a varias personas, entre ellas una mujer, a subir a la parte de atrás de la camionetaTwitter

Cuatro días después de haber cruzado la frontera de Estados Unidos a México, desde Texas hasta Matamoros, los cuatro estadounidenses secuestrados el pasado viernes fueron encontrados este martes: dos de ellos muertos y los otros dos con vida, según dieron a conocer las autoridades.

El fatal desenlace fue confirmado por el gobernador del estado de Tamaulipas, Américo Villarreal, de una sorprendente manera inusual: el propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, acercó su teléfono móvil al micrófono de la rueda de prensa diaria que ofrece en directo a los periodistas mexicanos.

“¿Puede informarnos?”, le dijo AMLO al gobernador de Tamaulipas. “Siguiendo sus instrucciones, en trabajo en conjunto, no hemos dejado desde el viernes de estar atentos de este problema y hace una hora nos notificaron que había indicios de haber visto a los cuatro ciudadanos norteamericanos”, le explicó Américo Villarreal pausadamente.

“Y, hace 35 minutos, ya fue plenamente confirmado por la Fiscalía: de los cuatro, hay dos de ellos fallecidos, una persona herida y la otra con vida”, confirmó el gobernador mexicano mientras AMLO sostenía el dispositivo junto al micrófono del atril central de la rueda de prensa. “Ahora van las ambulancias y el resto del personal de seguridad a dar el apoyo necesario para el traslado y la asistencia médica que se pueda requerir”, agregó Villarreal.

Los cuatro ciudadanos norteamericanos fueron reportados por el FBI como secuestrados el pasado 3 de marzo en la zona fronteriza de Matamoros, en Tamaulipas, después de que hombres armados abrieran fuego contra el vehículo, una minivan blanca con matrícula de Carolina del Norte, con el que supuestamente los estadounidenses habían llegado conduciendo desde el estado de Texas. Al parecer, el tiroteo y secuestro habría coincidido con violentos incidentes registrados en la localidad mexicana.

También se hizo público un vídeo en el que aparecen hombres armados presuntamente obligando a varias personas, entre ellas una mujer, a subir a la parte de atrás de la camioneta.

Las autoridades estadounidense y mexicanas emprendieron la búsqueda conjunta el pasado viernes, desde que se tuvo constancia de la desaparición de los cuatro estadounidenses tras haberse desplazado al país vecino en busca de asistencia médica y compra de medicamentos.

“Este tipo de ataques son inaceptables. Nuestros pensamientos están con las familias de estas personas y estamos listos para brindar toda la asistencia consular adecuada”, anunció la secretaria de prensa de la Casa Blanca este lunes. “Las fuerzas del orden público de Estados Unidos están en contacto con las mexicanas. Los Departamentos de Estado y Seguridad Nacional también se están coordinando con México y presionándolos para llevar a los responsables ante la Justicia”, añadió Karine Jean-Pierre.

La alerta sobre el secuestro fue emitida el domingo por la oficina del FBI en San Antonio, Texas, y confirmada posteriormente por el presidente mexicano. AMLO aseguró entonces que distintos agentes del gobierno estatal y federal estaban coordinando las labores de búsqueda de los cuatro estadounidenses que, según las primeras hipótesis, habrían presenciado una confrontación entre grupos armados.

“No tengo nada más que compartir fuera de lo que acabo de exponer. Claramente, tenemos que tiene mucho cuidado aquí, hay preocupaciones de privacidad. Sólo queremos ser conscientes de eso”, respondió Jean-Pierre desde la Casa Blanca ante la insistencia de los periodistas en la sala de prensa queriendo conocer más detalles de las circunstancias del secuestro.

Al menos uno de los cuatro estadounidenses habría muerto durante el ataque del viernes, perpetrado contra su vehículo por hombres armados, tal y como explicó un alto funcionario mexicano en calidad de anonimato.

El Departamento de Estado de Estados Unidos mantiene desde hace años el nivel máximo de alerta para que los estadounidenses no viajen a esa zona fronteriza con México, pero es habitual que ciudadanos norteamericanos crucen con frecuencia la frontera para realizar compras, someterse a procedimientos médicos, a menudo mucho más económicos, e incluso visitar a familiares.

El narcotráfico se ha apoderado de la zona, que acoge a los dos principales cárteles de la región, dando pie a muchas otras células de cada uno de estos grupos violentos que luchan entre sí. Desde hace décadas, el estado de Tamaulipas registra una fuerte ola de crimen organizado y violencia armada, dejando un trágico balance, durante años, de miles de víctimas morales y de personas desaparecidas.