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Tras su salón de baile en la Casa Blanca, Donald Trump quiere construir urgentemente un arco del triunfo en Washington
El presidente estadounidense ha presentado un plan para que esté listo antes del 4 de julio de 2026, fecha del 250 aniversario de la independencia de Estados Unidos

El presidente estadounidense presentó el pasado 15 de octubre una maqueta de un arco monumental inspirado en el Arco del Triunfo de París. El proyecto, bautizado como “Arco de la Independencia”, se ubicaría en el Círculo Conmemorativo de Washington D. C., cerca del río Potomac, y tendría dimensiones superiores al modelo francés. Trump declaró que desea que el monumento esté terminado antes del 4 de julio de 2026, fecha del 250.º aniversario de la independencia de EE. UU.
Durante una cena en la Casa Blanca con donantes privados, Trump mostró los planos del arco y afirmó: “Será más grande y más bello que el de París”. El presidente ha vinculado el proyecto a su visión de un “renacimiento patriótico” y lo considera un símbolo de unidad nacional. La iniciativa se suma a otras obras impulsadas por su administración, como la construcción de una sala de baile dorada en la residencia presidencial.
Este miércoles, Trump destituyó a los seis miembros de la Comisión de Bellas Artes, el organismo federal encargado de supervisar los proyectos arquitectónicos en Washington. Esta decisión elimina un obstáculo clave para la aprobación del monumento, que había sido criticado por historiadores y urbanistas por su escala y estilo. La Casa Blanca podrá ahora nombrar nuevos miembros afines a la visión del presidente.
Según USA Today, el arco estaría situado en el extremo del Arlington Memorial Bridge, en una rotonda construida hace 150 años que, según Trump, “siempre estuvo destinada a albergar un monumento”. El presidente explicó que el arco serviría como “puerta de entrada simbólica a la capital” y que completaría el eje monumental entre Virginia y el centro de Washington.
El proyecto será financiado por donaciones privadas, como ocurrió con la sala de baile de la Casa Blanca, cuyo coste asciende a 250 millones de dólares. Trump ha recibido el apoyo de varios empresarios y fundaciones conservadoras. La maqueta del arco ha sido exhibida en eventos de recaudación, donde se ha presentado como “una obra para la posteridad”.
Varios medios han señalado que el monumento ha sido apodado informalmente como “Arco de Trump”, lo que ha generado críticas por su carácter personalista. Algunos analistas consideran que el proyecto busca dejar una huella arquitectónica duradera en la capital, mientras que otros cuestionan la legalidad del procedimiento tras la disolución de la comisión supervisora.
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