Política

Goyo G. Maestro

Así se fraguó la “derrota clamorosa” de Reino Unido sobre Gibraltar

El paso decisivo dado por la Eurocámara de reconocer Gibraltar como una “colonia británica” abre una nueva etapa en el contencioso sobre el Peñón. Los británicos maniobraron hasta el final para impedir que la UE cambie su posición

El Peñón de Gibraltar
El Peñón de Gibraltarlarazon

El paso decisivo dado por la Eurocámara de reconocer Gibraltar como una “colonia británica” abre una nueva etapa en el contencioso sobre el Peñón. Los británicos maniobraron hasta el final para impedir que la UE cambie su posición

España ha conseguido que por primera vez la UE señale al Peñón de Gibraltar como “una colonia de la Corona británica”. Ha sido un proceso no exento de dificultades en el que Reino Unido ha intentado torpedear la iniciativa española, pero Londres finalmente ha cosechado una “clamorosa derrota”, asegura a LA RAZÓN el europarlamentario socialista Juan Fernando López Aguilar. “Ha quedado claro que la Unión Europea respalda a España al respecto, tanto en el Parlamento Europeo como en el Consejo (donde están representados los gobiernos de la UE)”, ha dicho hoy Esteban González Pons, vicepresidente del Grupo Popular Europeo en la Eurocámara.

La nota a pie de página en la que se dice que Gibraltar es una colonia británica se ha incluido en la nueva normativa europea sobre visas. A falta de que ésta sea votada mañana jueves en el Europarlamento (donde la victoria se da por hecha), esa pequeña referencia al Peñón que tantas consecuencias tendrá en un futuro, sería una victoria de los grupos parlamentarios españoles y del Gobierno de Pedro Sánchez, sobre todo teniendo en cuenta de la posición débil de la que venía el Ejecutivo socialista sobre Gibraltar.

Cuando se alcanzó el acuerdo de Brexit el 25 de noviembre entre Reino Unido y la UE, España quedaba en una posición desabrigada. El presidente Sánchez estaba en Cuba y en Bruselas parecía que no había nadie. En ese momento, Gibraltar cayó del lado británico. Para salvar los muebles, el Ejecutivo lanzó un protocolo sobre el Peñón, que presentó como un triunfo a la sociedad española ante las críticas de la oposición del PP.

Para el Partido Popular, la demostración de que aquel protocolo sobre Gibraltar fue un fracaso es que nadie en Reino Unido lo criticó. Muy sencillo. Si los británicos estaban satisfechos con ese protocolo es que las cosas no se habían hecho bien

Cuando todo parecía perdido y que el Gobierno español había desaprovechado una oportunidad para hacer palanca en un tema tan especial para los intereses españoles, el Ejecutivo de Sánchez se encontró con una grieta por la que introducir de nuevo las aspiraciones españolas.

Esa grieta era la modificación de la normativa europea sobre visas, que se modificaba para que en el caso de que se produzca un Brexit sin acuerdo, tanto los británicos que visitan la UE -entre ellos los cinco millones de británicos que hacen turismo en Canarias cada año-, como los europeos que visiten el Reino Unido queden exentos del requisito de obtener una visa.

En ese texto, el Gobierno español logró meter una nota a pie de página para colocar de nuevo Gibraltar como colonia británica. Con la colaboración del resto de países miembros de la UE, ese texto se aprobó en el Consejo de los 27. Ahora sí, el Ejecutivo español podía apuntarse un tanto en toda regla.

La normativa sobre visados llegó al Parlamento europeo, que comenzó a tramitarlo en la Comisión de Libertades, Justicia e Interior de la Eurocámara, presidida por un laborista británico, Claude Moraes, definido por fuentes de Bruselas como alguien afable, caballeroso y con mucho respaldo en el seno de la Comisión Europea.

Moraes usó entonces un privilegio para autonombrarse ponente de esta normativa de visados y comenzar a negociar con los 27 países del Consejo. De esa manera, Moraes bloqueó esta norma porque no estaba de acuerdo con la denominación de Gibraltar como colonia británica. Y mientras tanto, el delicado tema de los visados estaba sin resolver, una prioridad para los 27 países, más incluso que el asunto de Gibraltar para algunos de los estados miembros. Por tanto, era una cuestión de tiempo que España volviera a perder en el tema de Gibraltar.

Los socialistas españoles estaban atrapados nuevamente porque no podían quitar a Moraes de ponente ya que éste, como laborista, pertenece al propio grupo parlamentario socialista. El eurodiputado del PP Esteban González Pons, como jefe del Grupo Popular Europeo, decidió entonces llevar el asunto a la Junta de Portavoces del Parlamento Europeo hasta en tres ocasiones, hasta que logró convencerles para que Moraes fuera apartado de ponente.

Moraes siguió resistiéndose y el tema se llevó a la propia Comisión de Libertades para apartarle. ¿Cómo? Ayer, el laborista británico, al ver que todos los europarlamentarios españoles del PP, PSOE y Ciudadanos estaban en sus sillones listos para votar, decidió retrasar la votación a las ocho y media de la mañana de hoy, pensando quizá que los españoles a esas horas no han comenzado a funcionar. Si pensó así, el británico se equivocó. Todos los parlamentarios españoles madrugaron para votar en bloque en el mismo sentido.

La insistencia británica no terminó ahí. Hoy, en el pleno de la Eurocámara, los miembros del UKIP, la extrema derecha británica, se han levantado de sus sillones para pedir que se retire la votación sobre el informe de la visa porque en él se dice que Gibraltar es una colonia. Finalmente, la propuesta del UKIP ha sido derrotada y mañana, si nada se tuerce, el Parlamento Europeo sacará adelante una normativa sobre visados que contiene una nota a pie de página letal para los intereses británicos.

Para López Aguilar, “el Peñón,de acuerdo con el derecho internacional, las resoluciones de Naciones Unidas y también de la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la UE, es una colonia de la Corona británica sujeta a un contencioso en el derecho internacional con el Reino de España”.

Ahora, por primera vez, el Consejo, con los 27 miembros de la UE, ha apoyado la posición española con respecto a Gibraltar, algo a lo que se había negado hasta ahora por considerar que el Peñón es un contencioso entre dos miembros del mismo club. Pero con la salida de Reino Unido todo ha cambiado.

“No ha sido fácil”, explica López Aguilar. “Los británicos protestaron y maniobraron con todas las dificultades del procedimiento a su alcance para impedir que este resultado tuviera lugar. Ha sido una situación difícil y tensa en la que ha habido que emplearse a fondo dentro de la Comisión de Libertades, Justicia e Interior para remover muchas dificultades y conseguir que esta posición de España haya sido validada por dicha comisión”.

López Aguilar asegura que “ha sido una derrota clamorosa de los británicos en la comisión de Libertades, Justicia e Interior”. Los británicos se quejaban porque argumentan que esta posición de Madrid sobre Gibraltar se debe al clima electoral que vive España. “Gibraltar no ha sido un asunto agitado a la vista de las elecciones; es una gran causa transversal de la política exterior española en la que hemos actuado siempre de manera consonante tanto los gobiernos socialistas como los del PP”, clama Aguilar.

Para el eurodiputado español, “resulta irónico escuchar esta queja a los británicos cuando toda la UE viene padeciendo hasta la saturación el bloqueo de la política británica, que ha consumido a la UE incuantificables neuronas y energías en los últimos tres años por el desdichado referendum del Brexit que ninguno queríamos pero que después de celebrarse y elegir por la salida, debe tener lugar con todas sus consecuencias”, añade.

Sobre el futuro del Peñón, López Aguilar asegura que “el Gobierno ha logrado fijar un antes y un después en la diplomacia europea en el contencioso sobre Gibraltar". El europarlamentario socialista señala que aunque “el futuro no está escrito, es importante que el conjunto de la Unión Europea sea capaz de definir que España es definitiva en cualquier decisión o ley europea que afecte a Gibraltar, por lo que la posición española sale reforzada”.

Lo sucedido hoy ha escocido al Gobierno de Gibraltar, que ha acusado a los eurodiputados españoles de utlizar “tácticas intimidatorias” para conseguir que el Parlamento Europeo haya aceptado referirse al Peñón como “colonia”. “Resulta obvio que España ha ejercido gran presión y que los eurodiputados españoles han aplicado tácticas intimidatorias, por cuestiones puramente nacionalistas”, ha dicho la oficina del viceministro principal, que ha tachado todo el asunto de “vergonzoso”.

Este paso tiene implicaciones a nivel europeo. Hasta ahora se hablaba siempre en la UE del “territorio de Gibraltar”. A partir de ahora el Peñón es “una colonia” para Bruselas. ¿Qué significa en términos inmediatos esta decisión?Gibraltar ya no será reconocido como territorio soberano del Reino Unido”, explica a LA RAZÓN, Concepción Escobar, catedrática de Derecho Internacional Público.

Por otro lado, España deja claro en el seno de la UE su reivindicación histórica . “Gibraltar no es territorio español porque fue cedido a Reino Unido en el Tratado de Utrech, pero la parte del ismo sí que es territorio ocupado por el Reino Unido, y esta decisión sí que viene a reforzar la reivindicación española”, añade Escobar. “Es muy difícil saber lo que va a pasar a partir de ahora, pero lo que está claro es que Gibraltar pierde cualquier posibilidad de tener una voz propia en el marco de las relaciones internacionales porque siendo una colonia depende del Reino Unido”.