Asia Central

Los talibanes expulsan a las mujeres de la vida pública en Afganistán

Fuerte condena internacional al veto universitario, que culmina un año de atropellos de los integristas islámicos

Estudiantes afganas desafían a los integristas en la Universidad de Kabul
Estudiantes afganas desafían a los integristas en la Universidad de KabulEbrahim NorooziAgencia AP

Paulatinamente y a pesar de las promesas de que esta vez sería diferente, los talibanes han ido cumpliendo con las expectativas más sombrías. Este martes trascendía que, a través de un edicto, los insurgentes –que recuperaron el poder en Afganistán en agosto de 2021 dos décadas después- han prohibido, con efecto inmediato y sine die, el acceso de las mujeres a la universidad.

Tras una reunión del conjunto del Gobierno, era el ministro de Educación Superior, Neda Mohammad Nadeem, el encargado de firmar una carta dirigida a universidades públicas y privadas con la orden (y el requerimiento de dar cuenta a las autoridades de la entrada en vigor de la prohibición). Como ocurrió en los cinco años que los islamistas estuvieron al frente del país (1996-2001) hasta la intervención de la OTAN, los talibanes vuelven a gobernar el país de Asia Central a partir de una estricta aplicación de la ley islámica o “sharía” y desatendiendo los llamados de la comunidad internacional.

Inexorable marginación de la mujer

El veto universitario decretado esta semana por las autoridades del Emirato Islámico afgano culmina, por el momento, un recorrido de expulsión de la mujer del ámbito educativo que comenzó con la prohibición a las jóvenes de la enseñanza primaria y secundaria, culminada el pasado mes de marzo.

Resta por ver ahora si el último golpe a la libertad y los derechos de las mujeres encontrará resistencia, como en el caso de otras decisiones adoptadas en esta línea por las autoridades del Emirato, en la sociedad afgana y, sobre todo, si esta hará eventualmente ceder a los talibanes. No en vano este miércoles grupos de estudiantes se concentraban en el exterior de los centros universitarios de diferentes ciudades afganas en señal de protesta. En Jalalabad, al este del país, un grupo de estudiantes que se encontraba examinándose abandonó las aulas para protestar por la decisión de las autoridades educativas de los insurgentes.

“Todos nos sentimos como pájaros enjaulados. Nos hemos abrazado entre nosotros, hemos gritado y llorado. ‘¿Por qué nos está pasando esto a nosotros?’”, se preguntaba Amini, una joven estudiante de enfermería de 23 años y residente en la ciudad septentrional de Kunduz, en un testimonio recogido por la agencia AFP.

La decisión del Ministerio de Educación Superior se produce menos de tres meses después de que una parte de las jóvenes afganas desafiaran al régimen acudiendo a las aulas para hacer los exámenes de acceso a la universidad en centros de enseñanza secundaria de todo el país a pesar de la prohibición en vigor. Desde hace varios meses las universidades segregaban por sexo en las aulas.

Una de las figuras más populares de la diáspora afgana, la periodista de la BBC Yalda Hakim, daba cuenta en su perfil de Twitter en la tarde de miércoles de las primeras manifestaciones de resistencia en centros universitarios afganos. “Los talibanes han empleado alambres de espino y guardias armados para impedir que las mujeres afganas entren en las universidades. Sin embargo, a pesar de la intimidación, están protestando junto a valientes hombres afganos para exigir que mujeres y niñas puedan gozar de sus derechos básicos”.

Además, las mujeres no pueden trabajar fuera de casa –salvo en ciertos ámbitos excepcionales como el sanitario. En el caso de las periodistas, menos de un año después del regreso de los insurgentes a Kabul el 60% de las profesionales del sector reportaba haber dejado de acudir a su puesto de trabajo.

Asimismo, están obligadas a cubrirse el cuerpo por completo en público (desde que así lo decretara la pasada primavera el líder supremo, Hibatullah Akhundzada, pese a que en las primeras semanas de Emirato Islámico se prometió que bastaría con que las mujeres se cubrieran el cabello).

Tampoco puede la mitad femenina de la población disfrutar de su ocio fuera de casa, pues tienen vetado el acceso a parques y gimnasios. Desde hace un año, las mujeres no pueden hacer trayectos largos en coche sin acompañante masculino y, por supuesto, sin velo. De poder lograrlo, las féminas afganas tienen vetado por ‘inmoral’ la posibilidad de escuchar música en el interior de los vehículos.

Condena mundial

Las reacciones de la comunidad internacional contra un régimen que sigue sin ser reconocido por ningún país no se han hecho esperar. Desde Naciones Unidas su secretario general, António Guterres, se mostraba “profundamente alarmado” por el veto a las mujeres. El máximo responsable de la ONU subrayó el grave impacto que tendrá la exclusión de la mitad femenina de la población para el futuro de Afganistán.

Por su parte, a través del Departamento de Estado, la Administración Biden “condenó en los términos más fuertes la indefendible decisión de los talibanes” de impedir que las mujeres puedan seguir acudiendo a las aulas universitarias. “No pueden los talibanes esperar convertirse en un miembro legítimo de la comunidad internacional mientras no respeten los derechos de todos en Afganistán (…) La decisión tendrá consecuencias para los talibanes”, rezaba la nota del Departamento de Estado de EE UU.

El propio Ministerio de Exteriores de Qatar, uno de los pocos países que mantienen relaciones con el régimen talibán, expresó este martes su “profunda preocupación” por la decisión. “(…) El Estado de Qatar llama al gobierno interino de Afganistán a revisar su decisión en la línea con las enseñanzas de la región islámica en relación a los derechos de las mujeres”, afirmó la cancillería catarí en una nota.

Por su parte, el ex presidente del Alto Consejo Nacional para la Reconciliación de Afganistán y ex ministro de Exteriores Abdullah Abdullah recordó en un tuit que “la educación es uno de los derechos fundamentales y básicos de todos los ciudadanos. Privar a las jóvenes de este derecho es lamentable”.

“Un día oscuro para Afganistán. Los talibanes continúan negándole a las mujeres y niñas afganas sus derechos humanos básicos. Anoche, otro golpe devastador después de que los talibanes prohibieran a las mujeres asistir a la universidad”, escribía en Twitter la periodista australiana de origen afgano Yalda Hakim.