EE UU

La Casa Blanca desmiente que Biden sopese retirarse de la carrera electoral

El diario «The New York Times» ha informado que el presidente barajaría abandonar, consciente de los problemas de su candidatura tras el desastroso debate contra Trump

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció ante un aliado clave que tal vez no pueda salvar su candidatura si no puede convencer al público en los próximos días de que está preparado para el puesto, según informaciones publicadas este miércoles por varios medios estadounidenses, una información que ha sido rechazada por la Casa Blanca.

Hasta ahora el mandatario se había mantenido públicamente firme en continuar con la campaña de reelección, pese a las críticas provenientes de sus propio partido, el Demócrata, después de su desastroso papel en el debate de la semana pasada con su rival, el expresidente republicano Donald Trump (2017-2021).

Según una información publicada primero por el "New York Times", que cita como fuente a un "aliado" del presidente cuya identidad no fue revelada, Biden reconoce que tal vez no pueda salvar su candidatura si no puede convencer al público durante los próximos días.

Aunque Biden "todavía está profundamente inmerso en la lucha por la reelección, entiende que sus próximas apariciones en televisión y en actos públicos tienen que ir bien" para poder revertir lo sucedido en el debate.

Para los próximos días se espera una entrevista con George Stephanopoulos de ABC News, el viernes, y también mítines en Pensilvania y Wisconsin, dos de los estados clave para definir al ganador de las elecciones del próximo 5 de noviembre.

La persona, señala "The New York Times", habló bajo condición de anonimato para discutir "una situación delicada" y, según este diario, es el primer indicio que se hace público de que el presidente está considerando seriamente si podrá recuperarse después de una actuación devastadora en el escenario del debate en Atlanta.

Minutos después de que el diario publicara esta información, el subsecretario de prensa adjunto de la Casa Blanca, Andrew Bates, aseguró en un mensaje en redes sociales que "esa afirmación es absolutamente falsa". "Si el New York Times nos hubiera concedido más de 7 minutos para comentar, se lo habríamos dicho", apuntó.

La pregunta que muchos demócratas se han estado haciendo entre bambalinas desde hace tiempo es si el octogenario resistirá un segundo mandato, pero hasta ahora nadie se había atrevido a poner las dudas encima de la mesa. El representante demócrata de Texas, Lloyd Doggett (77 años), lo acaba de hacer. Ha pedido públicamente que Biden se retire, lo que podría estar provocando un efecto en cadena peligroso al que se habría unido incluso su antecesor, Barack Obama, según «The Washington Post». Obama habría reconocido entre sus aliados que «el ya difícil camino de Biden hacia la reelección se volvió más desafiante» tras el debate, señala el rotativo. Por si fuera poco, la incómoda y evitada conversación sobre quién sería el mejor sustituto de Biden ha saltado al ruedo, algunos demócratas están valorando en privado que posibilidades de ganar tendría la vicepresidenta Kamala Harris, quien de momento ha mostrado apoyo incondicional a su jefe.

La presión por parte de gobernadores demócratas está siendo tal que ayer el presidente estadounidense organizó un encuentro en persona y virtual con ellos para disipar las dudas sobre su estado. Biden los recibió en la Casa Blanca, donde la preocupación también se extiende entre el propio personal. Muchos critican que se

«actúe como si siguiera todo igual» y opinan que actuar así, «es una ilusión», revela Axios. Tampoco se atreven a alzar la voz contra su actual líder históricos partidarios y fuertes donantes del presidente, pero en círculos privados ya están manifestando que quieren un nuevo candidato, ya que sería la mejor estrategia para que los demócratas se mantuvieran en la Casa Blanca. La campaña de Biden recaudó 127 millones de dólares en donaciones en junio, ahora habrá que ver cómo los últimos acontecimientos afectan a la recaudación de julio.

En un nuevo intento de calmar la inquietud de la opinión pública, Biden ha concedido una entrevista este viernes a la cadena ABC News, pero hay temor de que lejos de calmar las aguas, empeore la situación. Hasta ahora cada paso en ese sentido complica aún más la situación, como la última justificación del mandatario. «Casi me quedo dormido en el escenario», dijo en un evento de recaudación de fondos para la campaña atribuyendo su desastrosa puesta en escena a un desajuste horario fruto de sus viajes como presidente de EE UU. «Decidí viajar alrededor del mundo un par de veces, pasando por cerca de 100 zonas horarias distintas antes del debate». «No hice caso a mi equipo», reconoció, «no es una excusa, pero sí una explicación». Su extraña estrategia para rebatir las críticas ha provocado el efecto contrario al esperado porque ha insinuado que quizá no está en condiciones de cumplir con las exigencias de su cargo.

Lo cierto es que Biden se cansa rápido con tanto viaje, y no rinde al máximo en los encuentros internacionales con sus homólogos. Prueba de ello fue la última reunión con el G7, cuando la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, tuvo que reconducirlo al grupo de líderes porque parecía desorientado. El equipo de la Casa Blanca trabaja duro para minimizar la apariencia débil de su líder de 81 años. Se han reducido las escaleras para subir al avión presidencial, las mismas en las que ha tropezado más de una vez cuando las cámaras grababan. De hecho, en el último año, para distraer a los periodistas de sus movimientos rígidos y vacilantes, el presidente ya no camina solo hacia o desde el Marine One a la Casa Blanca, está rodeado de asistentes que camuflan sus movimientos.