EE UU
Biden se reúne con los líderes del Congreso para evitar el «default»
Los republicanos exigen reducir el gasto del Gobierno federal a cambio de aceptar el aumento del techo de deuda
La cuenta atrás para alcanzar el temido techo de la deuda en Estados Unidos ya ha comenzado y la fecha límite del 1 de junio está cada vez más cerca. Por ello, los últimos esfuerzos del presidente Joe Biden se centran ahora en negociar cara a cara con los líderes del Congreso para intentar alcanzar un acuerdo a tiempo y evitar un incumplimiento de la deuda del país.
Las conversaciones continuaban este martes a las 3 de la tarde hora local, de nuevo en la residencia presidencial, aunque esta vez se unían al presidente demócrata y el líder republicano de la Cámara de Representantes,Kevin McCarthy, el resto de los miembros de la cúpula del Poder Legislativo en Washington. Chuck Schumer, líder de la mayoría demócrata del Senado; Mitch McConnell, líder de la minoría republicana de la Cámara Alta; y Hakeem Jeffries, líder de la minoría demócrata de la Cámara de Representantes.
Del Congreso de Estados Unidos, que tiene la última palabra en este tema, dependerá el futuro más inmediato del límite de la deuda, que actualmente es de 31,4 billones de dólares. Si no se alcanza un acuerdo a tiempo y los legisladores no aprueban, desde el Capitolio, superar el límite de la deuda del país, el Departamento del Tesoro augura como consecuencia una “catástrofe económica y financiera” a partir del próximo 1 de junio.
Ese día, en dos semanas exactas, vence el plazo previsto en el que el Gobierno de Biden se quedará sin dinero para pagar, entre otros gastos, los sueldos de los funcionarios. Una caótica situación que llevaría a suspender el salario de cerca de 8,3 millones de empleados públicos, incluyendo miembros activos del servicio militar y otros recortes en materia de seguridad social, pensiones y reembolso de impuestos, además de reducirse el mercado de valores a la mitad.
Los expertos van aún más allá, y numerosos economistas apuntan a pérdidas de miles de puestos de trabajo y hasta una posible recesión, si no se llega a un acuerdo a tiempo que permita ampliar el límite de la deuda.
La mayoría republicana en la Cámara de Representantes, presidida por McCarthy, logró hace unas semanas sacar adelante un proyecto de ley para ampliar el límite, pero a costa de recortar gastos de la Administración durante la próxima década. Y Biden, firme en su decisión de no negociar ningún aumento del techo de la deuda que suponga un recorte del presupuesto de su Administración, exigió al Congreso elevar ese límite “sin condiciones”.
El presidente de Estados Unidos se comprometió a discutir los recortes sobre el presupuesto “una vez se haya resuelto el problema” y haya desaparecido el riesgo a un posible incumplimiento, pero no antes.
La Casa Blanca se mantiene optimista de cara a alcanzar un posible acuerdo esta semana, y así lo ha proyectado durante los últimos días. McCarthy, sin embargo, ponía freno al optimismo del Gobierno de Biden el lunes, víspera de la reunión cara a cara con el presidente estadounidense en el Despacho Oval.
“No creo que estemos en un buen lugar”, valoró el líder republicano. “Sé que no lo estamos”, añadió McCarthy desde el Congreso, justo antes de la reunión. Entre las medidas que quiere negociar, a cambio de ampliar el límite de la deuda, estaría la de endurecer los requisitos de trabajo para programas sociales como los cupones para alimentos. Algo a lo que el presidente demócrata se habría mostrado abierto, pero legisladores de sus propias filas declaran “inaceptable”.
“Recuerden de lo que estamos hablando: personas sanas sin dependientes”, explicó McCarthy. “Ayude a las personas a conseguir trabajo y, ¿qué significa cuando alguien consigue un empleo? Que reciben mejores salarios”, agregó ante la prensa.
Mientras tanto, el Tesoro reiteró su preocupación por la próxima fecha límite del 1 de junio, cuando calcula que el Gobierno de Estados Unidos se quede sin fondos para afrontar los gastos del país y el Gobierno llegue al tope legal de la cantidad que puede pedir prestada para financiar sus obligaciones.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, advirtió de nuevo este lunes que el enfrentamiento político y las extendidas negociaciones sobre el incumplimiento del techo de la deuda ya está afectando en la práctica tanto a los mercados financieros como a los hogares estadounidenses.
“Ya estamos viendo los impactos de la política arriesgada”, aseguró Yellen durante una comparecencia en el marco de la Cumbre de Banqueros Comunitarios Independientes de América (ICBA, por sus siglas en inglés).
La cúpula del Congreso de Estados Unidos, liderada por McCarthy, llegaba este martes por la tarde (noche española) a la Casa Blanca con la intención de poner en común sus opuestas perspectivas y acercarse lo máximo posible a las posturas de sus respectivas formaciones políticas. Ambas partes reconocieron por separado, previamente al encuentro presencial, la trascendencia de la cita para las negociaciones puestas en marcha, que suponen un punto de inflexión para el rumbo del país y su estabilidad financiera.
Biden quiere evitar a toda costa tener que recurrir a la Enmienda 14 de la Constitución, que permite al presidente de Estados Unidos elevar el techo de la deuda del país de manera unilateral, sin contar con el apoyo del Congreso. Una medida que podría conllevar diversos desafíos legales para la Administración Biden, pero que, por contra, podría también evitar un desastre económico mayor.
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