EE UU
La ley estrella de Trump logra ser aprobada dando vía libre a su plan de gasto
La votación ha salido adelante con 218 votos a favor y 214 en contra de la 'megaley'
Después de una votación sobre la legislación emblemática del presidente Donald Trump, la Ley “One Big Beautiful Bill”, que se extendió a 29 horas, los republicanos de la Cámara consiguieron la aprobación final del proyecto antes de la fecha límite autoimpuesta del 4 de julio.
La Cámara Baja del Congreso de Estados Unidos votó el jueves a favor del proyecto de ley con un margen de 218 votos contra 214. Todos los 212 miembros demócratas de la Cámara se opusieron al proyecto. A ellos se unieron los representantes Thomas Massie, de Kentucky, y Brian Fitzpatrick, de Pensilvania, aunque no fue suficiente para detenerlo.
Ahora, el proyecto de ley se dirige a la Casa Blanca para que Trump lo firme y se convierta en ley, justo antes del Día de la Independencia como quería el mandatario.
La controvertida ley ha dividido al país en los últimos días. En el corazón de la legislación se encuentra la extensión de los recortes fiscales de 2017 impulsados por el mismo presidente Trump. La ley también eliminaría temporalmente los impuestos sobre las propinas y las horas extras, una de las grandes promesas de campaña del republicano. El texto incluye además nuevos gastos en defensa y en control migratorio, y eleva el techo de la deuda nacional en 5 billones de dólares.
Para financiar estas medidas, la ley contempla recortes en una variedad de programas, destacándose especialmente Medicaid, el programa conjunto federal y estatal que brinda atención médica a aproximadamente 70 millones de estadounidenses de bajos ingresos, personas mayores y personas con discapacidad. Estimaciones preliminares sugieren que alrededor de 11 millones de personas podrían perder su cobertura médica bajo la propuesta republicana, y esta es una de las principales razones por las que las negociaciones en torno a esta ley fueron tan polémicas en ambas cámaras del Congreso.
Entre los beneficiados están las grandes corporaciones, que confían en que la ley hará permanentes los recortes fiscales de 2017 y restaurará deducciones clave para la compra de equipamiento y gastos de investigación y desarrollo.
La industria manufacturera celebra también especialmente la posibilidad de deducir de manera inmediata los costos de construcción de nuevas instalaciones, retroactivo al 19 de enero de 2025. Además, las empresas de semiconductores recibirán mayores incentivos fiscales para fomentar la producción local.
Las pequeñas empresas también se beneficiarán gracias a la permanencia de deducciones especiales para propietarios de entidades "pass-through". Por otro lado, los estadounidenses con mayores ingresos verán un aumento considerable en su renta anual después de impuestos, mientras que los residentes en estados con altos impuestos podrán deducir más en sus declaraciones.
Los trabajadores con empleos que dependen de propinas o que reciben horas extras también tendrán beneficios fiscales adicionales hasta 2028. No obstante, estos beneficios no aplicarán a quienes ganen más de $160,000 anuales.
En contraste, los estadounidenses de bajos ingresos serán los más afectados, no solo por los históricos recortes a programas como Medicaid y SNAP, sino porque los hogares de clase media enfrentarán desafíos, ya que nuevas restricciones en los subsidios del Obamacare podrían dejarlos sin seguro médico.
Los hospitales también se verán perjudicados, ya que los recortes a Medicaid incrementarán los costos de atención no compensada. La American Hospital Association advirtió que las consecuencias de estos recortes serían devastadoras para el sistema de salud.
El sector de energía limpia y los fabricantes de vehículos eléctricos también sufrirán. La eliminación de incentivos fiscales para proyectos de energía renovable y la terminación de los créditos fiscales para autos eléctricos afectarán miles de empleos y aumentarán los costos de energía.
Además, el proyecto incrementará el déficit en $3.4 billones en la próxima década, elevando las tasas de interés y complicando el financiamiento para familias y empresas.
En términos generales, este amplio proyecto de ley republicano —que abarca cerca de 1.000 páginas— representa una reconfiguración drástica del papel del gobierno federal en la vida estadounidense.
Pero lo cierto es que incluso con la aprobación, todavía la batalla por esta ley está lejos de haber terminado. Los demócratas han dejado claro que planean convertir esta legislación en el eje central de su campaña para recuperar el control del Congreso en las elecciones legislativas de 2026.
El líder de los demócratas en el Senado, Hakeem Jeffries, por ejemplo, ha prometido luchar contra esta legislación, calificándola de "inmoral" y perjudicial para los más vulnerables.
Con víspera al 4 de julio, mientras algunos sectores económicos y contribuyentes de altos ingresos se beneficiarán de esta legislación, millones de personas de bajos recursos y sectores como la salud y la energía limpia se verán gravemente afectados y esperan con incertidumbre cuándo los cambios podrían empezar a impactarles.mbre cuándo los cambios podrían empezar a impactarles.