Emergencia climática

Carlos III contradice a Sunak y pide desde Francia más medidas para combatir el cambio climático

En una intervención histórica, el rey de Inglaterra choca con los planes de Downing Street en materia de regulación medioambiental

Paris (France), 21/09/2023.- Britain's King Charles prepares to address Senators and members of the National Assembly at the French Senate, the first time a member of the British Royal Family has spoken from the Senate Chamber, in Paris, France, 21 September 2023. Britain's King Charles III and his wife Queen Camilla are on a three-day state visit starting from 20 September, to Paris and Bordeaux, six months after rioting and strikes forced the last-minute postponement of his first state visi...
El rey Carlos de Inglaterra pronuncia un discurso en el Senado francés en ParísEMMANUEL DUNAND / POOLAgencia EFE

Durante su histórico discurso, Carlos III aprovechó para pedir más medidas para combatir el cambio climático, describiéndolo como «la mayor amenaza existencial de todas». «Debemos unirnos para protegernos contra el calentamiento global, el cambio climático y la destrucción catastrófica de la naturaleza», matizó. El monarca siempre se ha destacado por su dilatado trabajo a favor del medioambiente, campo en el que previamente ya había trabajado mano a mano con Emmanuel Macron. Durante las negociaciones climáticas de la COP en Glasgow en 2021, ambos recaudaron fondos para la iniciativa de la Gran Muralla Verde, cuyo objetivo era plantar una franja de árboles de 8.000 kilómetros en toda África. El francés ensalzó al monarca por convencer al director ejecutivo de Amazon, Jeff Bezos, para que donara mil millones de dólares al plan.

Sin embargo, la intervención ayer del monarca tenía lugar apenas horas después de que al otro lado del Canal de la Mancha su propio Gobierno diera marcha atrás en los compromisos medioambientales del Reino Unido retrasando, entre otros, hasta cinco años, el veto a la venta de automóviles de gasolina y diésel.

Pese a que no hubo críticas directas a su propio Ejecutivo, Carlos III pidió una reforma de la «Entente Cordiale» para que pueda convertirse en una «Entente de Sostenibilidad» verde. Durante su etapa como heredero sí protagonizó polémicas al entrometerse en cuestiones de Estado, pero desde que accedió al trono ha respetado la neutralidad que se espera de la corona. No obstante, el episodio ha creado cierta polémica, sobre todo teniendo en cuenta que el premier Rishi Sunak ha apostado por las nuevas medidas en un intento desesperado por dar un vuelco a los sondeos que vaticinan su derrota en las generales previstas para el próximo año.

Los empresarios piden al Gobierno claridad sobre su regulación medioambiental tras el volantazo criticado por la oposición e incluso gran parte de las propias filas tories. Sunak recalcó ayer que con los nuevos planes «absolutamente no está ralentizando» los esfuerzos por erradicar el cambio climático y recordó que los objetivos fijados en este sentido por el Reino Unido son «más ambiciosos» que los de la mayoría de países industrializados. «Creo en llegar al cero neto y quiero conseguirlo», enfatizó en una entrevista con la BBC en la que agregó que «perseguir los titulares a corto plazo» no es el enfoque adecuado «sin que haya un plan».

Pese a la división en su propio partido, hay diputados conservadores que ayer aplaudieron públicamente la decisión convencidos de que les ayudará en un año electoral que se presenta complicado. La transición energética supone un coste para los ciudadanos, sobre todo para aquellos con menos recursos. Aislar casas construidas en el siglo pasado pueden ascender a las 20.000 libras. Si Sunak puede brindar cierta tranquilidad a esos votantes, es posible que tenga algo de posibilidades de conservar algunos de los antiguos escaños del «Muro Rojo» del norte de Inglaterra. Aunque su credibilidad está cada vez más cuestionada.

Asimismo, los «empleos verdes» prometidos con la Ley de Cambio Climático en 2008 y nuevamente cuando se estableció el objetivo de cero emisiones netas en 2019 no están siendo significativos. Las cifras oficiales muestran un crecimiento insípido del empleo en la «economía baja en carbono» desde 2015.

El Reino Unido se ha convertido en un líder mundial en la instalación de turbinas eólicas marinas, pero la mayor parte del equipo se fabrica en otros lugares, especialmente en China, donde el costo de la energía (gracias, en parte, a la falta de un objetivo neto cero legalmente vinculante) es mucho menor.