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«Casi nos matan a mí y a mi marido»

Españoles en Egipto cuentan a LA RAZÓN cómo están viviendo la crisis en sus propias carnes

La Razón
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La colonia de españoles residentes en Egipto ronda las 900 personas. La mayoría reside en El Cairo y 100 de ellos en Alejandría. Fuentes diplomáticas aseguran a LA RAZÓN que se encuentran bien, ya que son principalmente empresarios o dobles nacionales que conocen perfectamente el país y su realidad social. «Estamos en contacto con ellos, les hemos enviado varias recomendaciones, como respetar el toque de queda y estar muy pendientes de las informaciones que publican los medios de comunicación», afirman desde la embajada. En cuanto al número de turistas, no se aventuran a precisar cuántos españoles se encuentran allí, ya que la mayoría de ellos no se registran en las legaciones. Eso sí mantienen activo su teléfono de emergencia 24 horas, en el que ya han atendido a varios ciudadanos.

Montserrat Rojas. 49 años (Gerona)

Nopuede parar de llorar mientras explica a LA RAZÓN la impotencia que siente ante el derramamiento de sangre. «He visto cómo un tanque aplastaba a una madre y su hijo. Además, el Ejército no deja entrar a las ambulancias en las zonas donde hay heridos». Montse, que lleva un año viviendo en El Cairo donde trabaja para una empresa de telefonía móvil, vivió en primera persona uno de los desalojos de los campamentos de la Hermandad . Ahora, desde casa donde sigue al minuto la evolución de la masacre, explica que no «para de oír disparos y helicópteros de vigilancia». «No nos dejan grabar lo que ocurre, de hecho vi cómo un francotirador acabó con la vida de una niña que estaba utilizando su teléfono móvil».

David Martínez. 31 años (Cádiz)

Vive en El Cairo desde hace 6 meses y trabaja para una empresa española. En este tiempo ha vivido otros momentos complicados, sobre todo desde el golpe de estado del 3 de julio. «Hemos sufrido la inestabilidad en Egipto y no hemos podido trabajar siempre con normalidad. Desde el miércoles, ya no hemos vuelto al trabajo». Su empresa le evacúa hoy mismo, por razones de seguridad. David no se va voluntariamente, pero entiende que su empresa tome ciertas precauciones. «Me llevo sólo lo imprescindible, mi ropa se queda en El Cairo porque quiero volver, espero que muy pronto». Cuenta que personalmente no ha tenido ningún problema y siente pena por lo que está pasando en el país.

Sobiha Dagore. 35 años (Barcelona)

Llegó a Egipto el jueves para visitar a la familia de su marido que vive en Alejandría. Pero los numerosos controles no les han permitido salir de El Cairo. «El otro día casi nos matan a mi esposo y a mí», reconoce emocionada. Desde entonces están recluidos en un apartamento que una amiga suya tiene en la capital a la espera de poder coger un avión de vuelta cuanto antes. «Nunca había visto tanques en la calle y tantos cadáveres... es un horror, tengo mucho miedo. De hecho, ayer nos econtrábamos en la calle y comenzaron a lanzarnos gases lacrimógenos. Tuvimos que echar a correr», reconoce entre lágrimas.