Asia

China y Filipinas ya tienen su "isla Perejil": tensión por el desembarco en un islote deshabitado

34 guardias filipinos toman un arrecife que reclama China en plena visita de Blinken a Manila

China y Filipinas ya tienen su "isla Perejil": tensión por el desembarco en un islote deshabitado
China y Filipinas ya tienen su "isla Perejil": tensión por el desembarco en un islote deshabitado Una de las islas del archipiélago del arrecife de Cayo Sand

Cayo Sand es una minúscula isla del archipiélago Spratly del Mar de China Meridional del tamaño de siete campos de fútbol que está cubierta de arena, arbustos y algún árbol. Está situada en un arrecife que sale a flote en marea baja y que, pese a su escaso interés en todos los aspectos, es reclamado por China, Taiwán y Filipinas. Y ahí está el `primer problema.

Al igual que ocurriera con el español islote de Perejil ocupado por Marruecos en 2002, y que motivó una inusual crisis diplomática que acabó en la "reconquista" por tropas españolas, esta pequeña isla se ha convertido en la excusa para que dos países con fuerte rivalidad se enfrenten. Una de ellas es Filipinas. La otra, y este es el segundo problema, es China.

Este jueves, las autoridades de China han denunciado que 34 miembros de la Guardia Costera filipina han "ignorado las alertas" de los guardacostas chinos y han "desembarcado ilegalmente" en este arrecife.

El portavoz de la Guardia Costera de China, Gan Yu, ha dicho que 34 personas han desembarcado en la zona septentrional de las islas, conocidas en China como Nansha y Kapuluan en Filipinas, según recoge Europa Press. No obstante, ha señalado que los guardacostas han logrado gestionar el asunto "de acuerdo a la legislación vigente".

Coincide con la visita de Estados Unidos

Para más inri, la polémica coincide con la visita del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, a Manila, donde ha reiterado que su país defenderá los ataques contra barcos filipinos "en cualquier lugar" del mar de China Meridional, en medio del aumento de las tensiones entre Pekín y Manila por la soberanía de territorios en esas aguas.

China respondió diciendo que Estados Unidos "no es parte" de los asuntos del mar de China Meridional y que, por tanto, "no tiene derecho a intervenir" en las disputas marítimas entre Pekín y Manila.

El portavoz de la Cancillería china Lin Jian afirmó en una rueda de prensa que la cooperación militar entre Estados Unidos y Filipinas "no debe perjudicar la soberanía y los derechos marítimos de China" en dichas aguas ni "respaldar reclamaciones ilegales".

El portavoz subrayó que China "continuará tomando las medidas necesarias para defender firmemente su soberanía territorial y sus derechos marítimos", así como "para mantener la paz y la estabilidad" en el mar de China Meridional, informa Efe.

Respecto al incidente del arrecife, Pekín insiste en que "China posee indiscutiblemente la soberanía sobre las islas, incluido el arrecife y sus aguas adyacentes, y cuenta con pruebas históricas suficientes para ello", ha puntualizado Gan, según un comunicado. "Las acciones de Filipinas infringen la soberanía territorial china, violan la declaración conjunta sobre la conducta de las partes en el mar de China Meridional y socavan la paz y la estabilidad".

La Guardia Costera ha mostrado su oposición a estas "acciones ilegales" y ha manifestado que "seguirá adelante con sus acciones para proteger sus derechos y actividades en las aguas que se encuentran bajo su jurisdicción, tal y como establece la normativa".

Cada vez más tensión entre Filipinas y China

Este último incidente se enmarca en un aumento de la tensión entre China y Filipinas a medida que las partes siguen reivindicando su soberanía sobre la zona. Pekín ha bloqueado en varias ocasiones los intentos de Filipinas de entregar suministros al personal militar desplegado en un buque de guerra encallado desde 1999 en atolón de Ayungin de las islas Spratly.

El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., se ha mostrado recientemente dispuesto a cooperar con China a pesar del aumento de las tensiones e ambos países, siempre y cuando "la soberanía filipina no esté en juego", especialmente en el mar de China Meridional. Sin embargo, ha acusado a China de "actos agresivos" en la zona económica exclusiva de Filipinas, incluido el uso de cañones de agua y "tácticas de colisión" para alejar a los barcos filipinos de las zonas que Pekín considera su territorio.

Bajo su mandato, Filipinas casi ha duplicado número de bases militares accesibles a las fuerzas estadounidenses, incluidos tres nuevos emplazamientos frente a Taiwán.