Niños

Denuncian un 'catálago' de huérfanos ucranianos auspiciado por una ONG rusa: "Esto es tráfico de menores"

El portal exhibe perfiles de casi 300 niños con datos físicos y de carácter, mientras Ucrania acusa a Moscú de deportaciones ilegales

El consejero de educación Enrique Ossorio, visita el instituto Cervantes donde jóvenes y niños ucranianos, algunos recién llegados a España, estudian para convalidar su sistemas educativo con el español.
Un catálogo en línea que expone perfiles de 294 niños ucranianosJesus G FeriaLa Razón

Las autoridades prorrusas de la región de Luhansk, bajo control ruso, han creado y publicado un catálogo en línea que expone perfiles de 294 niños ucranianos como supuestos “orfanos” o “menores sin cuidado parental”. El portal permite filtrar por edad, género, color de ojos y cabello, estado de salud e incluso rasgos de personalidad como “obediente” o “calmado”.

Organizaciones defensoras de los derechos humanos, especialmente la ONG Save Ukraine, han calificado esta práctica como una forma de “tráfico infantil digital”. Su director, Mykola Kuleba, ha denunciado que muchos de estos menores no eran huérfanos sino que fueron separados de sus familias, re-identificados con documentos rusos y presentados falsamente como disponibles para adopción.

Ucrania ha denunciado que, desde el inicio de la invasión rusa en 2022, miles de niños han sido deportados de forma coercitiva. De acuerdo con datos oficiales, ya se reportan más de 19,500 menores afectados, aunque algunas estimaciones, como la de investigadores de Yale, elevan la cifra a cerca de 35,000. Solo un pequeño porcentaje ha logrado regresar con sus familias.

Este catalogado sistemático, que muchos comparan con el de “esclavos”, busca borrar la identidad ucraniana de los niños. La presentación pública de estos perfiles en un sitio administrado por una autoridad instalada por Moscú agrava la denuncia: no se trata de una adopción legítima, sino de una maniobra administrativa con fachada oficial para normalizar el robo de menores.

La comunidad internacional responde con indignación. Organismos como el Tribunal Penal Internacional ya emitieron órdenes de arresto contra figuras clave del Kremlin por este tipo de políticas —incluida la comisionada rusa para los derechos de los niños y el propio Vladimir Putin—, bajo el argumento de que tales acciones constituyen violaciones graves del derecho internacional, incluso crímenes de guerra