Elecciones regionales

El triunfo de la derecha en Abruzos impulsa a Meloni de cara a las europeas

El candidato de la primera ministra italiana se impone a la izquierda por más margen del previsto

Prime Minister of Italy Giorgia Meloni is shown during a meeting with Canadian Prime Minister Justin Trudeau in Toronto, Canada on Saturday, Mar. 2, 2024. (Cole Burston/The Canadian Press via AP)
La primera ministra italiana Giorgia MeloniASSOCIATED PRESSAgencia AP

La coalición de derechas liderada por Giorgia Meloni se impuso en las elecciones celebradas este domingo en la región de los Abruzos, en el centro de Italia. El bloque conservador, formado por el partido de la primera ministra, Hermanos de Italia, la Liga de Matteo Salvini y Forza Italia, el partido fundado por el desaparecido Silvio Berlusconi, que ahora lidera Antonio Tajani, logró la reelección de su candidato, Marco Marsilio. Su victoria, que ya avanzaban las encuestas, da alas a la derecha de cara a las próximas elecciones europeas que se celebrarán en junio, sobre todo después del revés sufrido en Cerdeña, la primera derrota en las urnas desde la llegada de la líder ultraderechista al poder hace año y medio.

Marsilio, actual presidente de la región, un hombre de confianza de Meloni y amigo íntimo de la primera ministra desde su juventud, obtuvo el 53,5% de los votos frente al candidato del bloque progresista, el economista y antiguo rector universitario, Luciano D'Amico, apoyado por el centro izquierda, que se quedó con el 46,5% de las papeletas.

“Nunca en los últimos 30 años un presidente había sido reelegido: hemos escrito una nueva página en la historia y derribado un muro”, celebró Marsilio tras confirmarse su victoria en la madrugada del domingo al lunes. “Meloni se ha ido a dormir tranquila y feliz”, comentó a los medios de comunicación el flamante ganador, que superó ampliamente a su adversario. Y eso que las primeras proyecciones y las encuestas a pie de urna daban una victoria muy ajustada para el candidato conservador, que hizo temer a los líderes de la coalición una nueva derrota por un puñado de votos, como la sufrida recientemente en las elecciones de Cerdeña, donde se impuso la candidata de la izquierda.

Ninguno de los líderes del bloque de derechas viajaron hasta la capital de los Abruzos para acompañar a su candidato en la noche electoral, a pesar de que la semana anterior, los tres se implicaron en la campaña, que cerraron unidos en un mitin en Pescara. Marco Marsilio fue una apuesta personal de Meloni; amigo íntimo de la actual jefa del Gobierno italiano desde que ambos militaban en las juventudes del Movimiento Social Italiano, el partido fundado por antiguos miembros del gobierno de Mussolini. Ex diputado y ex senador, Meloni confió en él hace cinco años como candidato a la presidencia de los Abruzos, una región con la que el político no mantenía ningún vínculo personal. Una apuesta arriesgada que se confirmó como un éxito y convirtió a Marsilio en el primer presidente de una región gobernada por Hermanos de Italia. Su reelección este domingo es, por tanto, una doble victoria.

“Marco Marsilio es el primer presidente de la historia de los Abruzos que es reelegido por los electores para un segundo mandato”, celebró Meloni en un mensaje en las redes sociales. “Es un gran orgullo para nosotros que sus ciudadanos hayan querido seguir confiando en él, y con él en el centroderecha, que se confirma como mayoría”. El triunfo de Marsilio en los Abruzos supone un alivio para el bloque de derechas que, tras la derrota sufrida en Cerdeña hace dos semanas, temían que un nuevo fracaso pusiera en riesgo la estabilidad de la coalición y del Gobierno.

La sorprendente victoria en Cerdeña de Alessandra Todde, diputada del Movimiento Cinco Estrellas, apoyada también por el Partido Demócrata (PD) frente al candidato de Meloni, a quien ganó por menos de 2.000 votos de diferencia, había dado alas a la coalición progresista para soñar con una nueva victoria que acabara con cinco años de gobierno conservador en los Abruzos. La izquierda aspiraba asimismo a que una victoria neta en esta región del centro de Italia sirviera para poner los cimientos de una alianza capaz de arrebatar el poder a la derecha también en Roma, pero no pudo ser.

Con una afluencia de poco más del 52%, un punto menos que en 2019, el llamado “campo largo”, la coalición de formaciones opositoras lideradas por el Movimiento Cinco Estrellas y el Partido Demócrata (PD), no logró aglutinar la abstención, que como se esperaba fue elevada. En cualquier caso, el PD de Elly Schlein fue el segundo partido más votado con el 20% de los votos, mientras que el M5E del ex primer ministro Giuseppe Conte apenas obtuvo el 7% de las papeletas.

Algo similar ocurrió en el bloque conservador ya que Forza Italia superó a la Liga por segunda vez consecutiva tras el 'sorpasso' en Cerdeña. Tajani, eufórico con el 13,2% de los votos, dedicó la victoria a Silvio Berlusconi. Una victoria agridulce, en cambio, para Matteo Salvini, que con el 7,6% de los votos, está cada vez más cuestionado por los barones y miembros de su partido, algunos de los cuales ya no disimulan su hartazgo ante la pérdida de influencia del líder a sólo tres meses de distancia de las elecciones europeas.