Análisis

"Los desafíos de Starmer serán la relación de Reino Unido con la UE tras el Brexit, el sistema nacional de salud y la inmigración"

"Una serie de líderes débiles ha socavado seriamente la reputación del Partido Conservador en cuanto a su buena gestión", explica Daniel Gorman, profesor de Historia en la Universidad de Waterloo (Canadá)

Members of the media watch the results of the general election exit poll on a large TV screen at the count for the Holborn and St Pancras constituency where the Labour Party leader Keir Starmer is standing for election, in London, Thursday, July 4, 2024. An exit poll suggests the Labour Party is headed for a huge majority in Britain's election, ending 14 years of Conservative rule. The poll released moments after polls closed on Thursday indicates that Labour leader Keir Starmer will be the c...
Periodistas siguen en televisión la noche electoral en Reino UnidoASSOCIATED PRESSAgencia AP

¿Cómo de amplia cree que será la victoria del Partido Laborista, mayor que la de Tony Blair en 1997?

Las encuestas sugieren que la victoria del laborismo será cercana, y tal vez mayor, que la de Blair en 1997. El Laborismo va camino de ganar más de 200 escaños, y probablemente ganará más de 400, lo que le daría una mayoría abrumadora en la Cámara de los Comunes.

¿Cuáles serán los principales desafíos que enfrentará el laborista Keir Starmer como el nuevo primer ministro británico?

Starmer enfrentará muchos de los mismos desafíos que enfrentó el Gobierno conservador. Estos incluyen gestionar la relación de Reino Unido con Europa después del Brexit, modernizar el Servicio Nacional de Salud (NHS, en sus siglas en ingles) y alejarse del rumbo de la posición punitiva de los «tories» sobre la inmigración. También enfrentará desafíos dentro de su propio partido. Estos incluyen los desafíos habituales de componer su Gabinete, así como cómo mantener a la izquierda del laborismo a bordo. Starmer ha devuelto al Partido Laborista al centro, como lo hizo Blair en los años noventa, después de que este virase hacia la izquierda bajo el liderazgo de Jeremy Corbyn.

Hay dudas sobre cómo logrará el futuro Gobierno laborista mejorar los servicios públicos sin aumentar los impuestos como ha prometido...

Esta es una pregunta clave. Aunque tradicionalmente se considera a los conservadores como el partido de la prudencia financiera y la buena gestión, de hecho han acumulado grandes déficit y Reino Unido se enfrenta ahora al reto de pagar su deuda pública, por no hablar de encontrar dinero para financiar los servicios públicos nuevos o modernizados. Starmer se ha alejado del compromiso tradicional del Partido Laborista con la nacionalización, por lo que podrían estar sobre la mesa aumentos de impuestos –quizás a los ricos– y/o la privatización de ciertos aspectos de la prestación de los servicios públicos.

¿En qué situación se encuentra el Partido Conservador después de su debacle electoral tras catorce años al frente del país?

El Partido Conservador probablemente quedará diezmado. Se enfrentará al reto de encontrar un nuevo líder y, lo que es igual de importante, un nuevo mensaje. Una serie de líderes débiles ha socavado seriamente la reputación del partido en cuanto a su buena gestión, y ahora se enfrenta a un nuevo desafío en su flanco derecho por parte del Reform Party y de Nigel Farage, que ha reaparecido en el escenario político británico de forma un tanto inesperada.

¿Por qué la campaña del «premier» Rishi Sunak evitó enfrentarse al discurso racista y xenófobo de Farage, su rival en la derecha?

Sunak se ha pronunciado en contra del discurso racista y xenófobo de Farage, aunque la mayoría de las veces criticando las declaraciones extremistas de los candidatos de Reform UK. Los conservadores llevan mucho tiempo cortejando a los votantes del extremo más derechista del electorado, por lo que en cierto sentido se han creado una trampa, ya que se ven obligados a criticar a Farage con demasiada fuerza, ya que algunas partes de su partido (el ala Suella Braverman, por ejemplo) comparten las opiniones antiinmigratorias que comparte el propio Reform Party, aunque con una xenofobia menos abierta.