5-N

La economía y el aborto movilizan a los votantes en EE UU

Trump corteja a los hombres con el bolsillo, mientras Harris confía en las mujeres preocupadas por los derechos sociales

El candidato demócrata a la vicepresidenta, Tim Walz, ejerce el voto anticipado en St. Paul
Election 2024 WalzASSOCIATED PRESSAgencia AP

Rebecca C. no habla con sus amigas de política. «Es un tema tabú que no mencionamos entre nosotras porque las cosas están muy tensas ahora mismo». Esta mujer de 40 años, que vive en Dearborn (Michigan) desde hace 10, le confiesa a LA RAZÓN que «está loca por votar porque tanta información ya cansa». Todavía no ha decidido el candidato. Reconoce que le va a costar decidirse, un sentimiento que comparten miles de estadounidenses en las elecciones con los resultados más ajustados que se han vivido en EE UU. Rebecca ha decidido que, llegado el momento, votará por quien «menos malo sea», y en este sentido, los intereses de unos votantes y otros son muy distintos, dependiendo si son hombre o mujer.

Rebecca confiesa que hay un nombre que hace semanas le ronda la cabeza, Kamala Harris. Como ella, muchas mujeres indecisas ven en la vicepresidenta esperanza, ven en Harris a una mujer que «peleará para que podamos continuar teniendo derechos reproductivos y oportunidades». Mientras que, si gana Trump, «el país retrocederá a como estábamos hace 70 años». Los derechos reproductivos han tomado una inusual relevancia en estos comicios. Según un sondeo de la ONG The Kaiser Family Foundation, «el aborto ha superado a la inflación como tema que más preocupa a las mujeres menores de 30 años».

El voto femenino podría ser la llave de Harris a la Casa Blanca. De hecho, el 5 de noviembre se celebrarán referendos sobre esta cuestión, en paralelo a la votación presidencial, en 10 Estados y los demócratas esperan que esto les ayude a movilizar el voto de sus seguidores, que, en general, suelen acercarse menos a las urnas. Su victoria puede pasar por el apoyo de las mujeres, que se están movilizando en masa desde que los jueces del Tribunal Supremo, de tendencia puramente conservadora por la última designación de Trump, limitaron el derecho al aborto. Actualmente, en 13 de los 50 Estados se prohíbe el aborto sin excepciones, incluso en caso de incesto o violación, y en 41 territorios existen prohibiciones de algún tipo vigentes sobre la interrupción del embarazo.

Las mujeres tienen que elegir entre Trump, que permitió la revocación del fallo Roe vs Wade, y Harris, que desde entonces se ha puesto por bandera la defensa de los derechos reproductivos. Las votantes femeninas buscan también proteger los tratamientos de fertilidad, y además cada grupo tiene sus propias cruzadas personales. Según Intersection of Our Lives, las mujeres negras están muy enfocadas en abordar las altas tasas de mortalidad materna que sufren, mientras las latinas están apretando para defender el acceso a métodos anticonceptivos a todas las mujeres sin importar en qué Estado vivan.

Si para ellas la defensa del aborto es un tema clave, para el sexo contrario la economía es el motor que puede inclinar su voto hacia uno u otro lado, y esto podría beneficiar a Trump. Según Pew Research Center, el 55% de los votantes confía en que Trump «tomará buenas decisiones sobre economía, frente al 45% que dice lo mismo de Harris»). Trump se ha preocupado por enfatizar y defender una ultra masculinidad que muchos expertos tachan de «corrosiva». El pasado fin de semana en un evento en Pensilvania, hizo referencia a los genitales de una estrella de golf ya fallecida, Arnold Palmer, asegurando que «cuando se duchaba junto a otros profesionales, los demás salían de allí y decían, ‘‘¡Por Dios eso es increíble!’’». La hija del golfista ha lamentado que se honre la memoria de su padre con estas palabras. Además, el republicano está asistiendo a partidos de la Liga Nacional de Fútbol, carreras de coches y otros eventos deportivos, utilizando un lenguaje específico que le acerque más al electorado masculino.

Desgranando este voto, un grupo importante son los hombres inmigrantes. En un país al que han viajado millones de inmigrantes a lo largo de la historia y desde todos los lugares del mundo buscando mejores oportunidades, el empleo y «el dinero», como explica Joseph Hayi a LA RAZÓN, sigue siendo la mayor motivación de los hombres votantes. Aunque, por ejemplo, muchos extranjeros ya afincados en EE UU son conscientes de «las políticas racistas de Trump contra los árabes», dice Joseph con una tímida medio sonrisa. «Es mejor que Harris, porque es mejor para traer dinero». Curiosamente, muchos de estos votantes negros o inmigrantes, son los mismos a los que el republicano ataca constantemente, asegurando que «están envenenando la sangre del país», o que son unos «terroristas». Según un estudio de «The New York Times»/Siena College, ellos no se sienten insultados y «no les importan los mensajes subliminales racistas», porque lo que buscan es un candidato que sea bueno para su bolsillo, y ahí Trump, como célebre empresario multimillonario que es, va por delante de Harris.

Los votantes jóvenes varones también confían en Trump para una mejor economía. Hasta hace dos décadas eran vistos como un grupo sólido demócrata, pero ahora se están desplazando cada vez más hacia la derecha, empujados por el aumento de sus limitaciones financieras, sobre todo aquellos que carecen de título universitario. El problema es que los republicanos no pueden confiar en que este electorado acuda a las urnas. En 2020, solo votó un 44% de los hombres, en comparación con el 55% de las mujeres de entre 18 y 29 años. De ahí el enorme esfuerzo que está haciendo uno de sus ídolos, Elon Musk, regalando dinero para impulsar la movilización de los votantes.

Según otro sondeo de «The New York Times» y Siena College, en los Estados más disputados hay apenas un 3,7% de sus votantes (1,2 millones de personas) que no sabe a quién darán su voto. Estos indecisos no se muevan por convicciones políticas, sino por creencias y posiciones humanas que son firmes, y eso, al final, será lo que determine si apuestan por los republicanos o los demócratas. De ahí que ambos candidatos intenten acercarse a estos votantes con otras estrategias, como cuando Harris se dejó entrevistar en una cadena hostil como Fox News.