Alemania

Un médico recomendó a Lubitz ingresar en un psiquiátrico

Los investigadores del siniestro de Germanwings piden en un informe final revisar y reforzar los controles médicos del personal aéreo

Andreas Lubitz hizo colisionar el avión de forma voluntaria
Andreas Lubitz hizo colisionar el avión de forma voluntarialarazon

Los investigadores del siniestro de Germanwings piden en un informe final revisar y reforzar los controles médicos del personal aéreo

A falta de pocos días para que se cumpla el primer aniversario de la catástrofe del avión de Germanwings, los investigadores franceses de seguridad aérea han recomendado reforzar los controles médicos a los pilotos y han pedido nuevas normas de aviación que permitan romper el secreto médico cuando la salud mental de un piloto pueda suponer una amenaza para la seguridad pública. Así lo recoge el informe publicado ayer por la Oficina de Investigación y Análisis para la Seguridad de la Aviación Civil de Francia (BEA), que confirma de forma definitiva la autoría del alemán Andreas Lubitz, que el 24 de marzo de 2015 estrelló el aparato de forma voluntaria contra los Alpes franceses causando la muerte de 150 personas, 50 de ellas españolas. Lubitz había empezado a mostrar síntomas propios de un episodio de depresión psicótica en diciembre de 2014 y consultó a varios médicos durante las semanas siguientes. Ninguno de ellos advirtió de los problemas psiquiátricos de Lubitz a las autoridades aeronáuticas ni a los jefes del copiloto dentro la aerolínea, según concluye este informe que, además, relata que un médico derivó a Lubitz a una clínica psiquiátrica tan sólo dos semanas antes del choque.

Como Lubitz no informó de las advertencias de sus médicos, señala la BEA, «las autoridades o su empleador no habrían podido tomar ninguna medida para impedirle volar». La investigación explica que Lubitz indagó sobre los métodos de suicidio y los mecanismos de cierre automático de la puerta de la cabina una semana antes de llevar a cabo sus planes.

La tesis que sostiene el informe es que el miedo que tenía Lubitz a perder su empleo y sus circunstancias socioeconómicas influyeron en la decisión del suicidio. El organismo dice ser consciente de la reticencia de los pilotos para declarar sus problemas y buscar ayuda médica por temor a perder su licencia, debido a «la elevada inversión financiera y el atractivo ligado a su profesión».

En este informe definitivo, la BEA recomienda promover la aplicación de grupos de apoyo para los pilotos con el objetivo de que puedan hablar de sus problemas. Sin embargo, el informe no apunta con firmeza a la obligatoriedad de la presencia de dos personas en la cabina y se limita a señalar que la medida «va en el buen sentido».

En el documento se detallan también las condiciones de la evolución del vuelo fatídico, así como los doce agónicos minutos en los que Lubitz acelera el descenso y estrella el avión. Durante esos instantes, el copiloto no responde a las comunicaciones con control de vuelo ni a los golpes en la puerta que se incrementaron ante la ausencia de respuesta.

La pesquisa de los investigadores franceses de seguridad aérea está separada de la investigación por homicidio de la Fiscalía para determinar si se exigen responsabilidades penales por la catástrofe. Este trabajo estaba centrado en emitir recomendaciones para evitar incidentes similares en el futuro, en especial en materia de salud mental de los pilotos y de mejorar el proceso de certificación de estos profesionales. Las recomendaciones de la institución van dirigidas principalmente a la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA) y a los Estados miembros de la UE, pero también alerta de ciertos riesgos a la OMS y otras instituciones sanitarias.

La Asociación de afectados del vuelo de Germanwings GWI 9525, que representa a 46 familias, no todas españolas, ha pedido cambios legislativos a las instituciones para salvaguardar la seguridad de los pasajeros y que no se prime la privacidad de un individuo en perjuicio de la «seguridad global», explicó en un comunicado. El informe presentado ayer acredita que el sistema que hasta ahora estaba en funcionamiento ha fallado «enormemente», cita la propia asociación de afectados.