Política

Reino Unido

El antisemitismo se enquista en el laborismo

La Policía británica abre una investigación a varios militantes

Manifestación de un grupo de judíos contra el Partido Laborista en Londres, en una imagen de archivo
Manifestación de un grupo de judíos contra el Partido Laborista en Londres, en una imagen de archivolarazon

La Policía británica abre una investigación a varios militantes.

La polémica antisemita vuelve al Partido Laborista. Scotland Yard confirmó ayer que ha iniciado una investigación criminal tras recibir un dossier con información sobre presuntos delito de odio, cometidos por miembros de la oposición liderada por Jeremy Corbyn. Desde que el veterano político tomara las riendas de la formación en 2015, la tensión que ha existido tradicionalmente entre los grupos judíos en el Reino Unido y determinados sectores de la izquierda, se ha incrementado considerablemente.

Durante su época como diputado rebelde, Corbyn siempre se mostró especialmente crítico respecto al trato que Israel dispensa a los palestinos. Acostumbraba a ir a manifestaciones y diferentes actos y la Prensa, a menudo, suele tirar de hemeroteca para rescatar algunos de sus comentarios o fotos. Algunas de ellas, como por ejemplo la protagonizada en Túnez en 2014 depositando una corona de flores en la tumba de los que, según él, eran víctimas de bombardeos indiscriminados sobre la población palestina, creó durante el pasado verano una de sus peores crisis

En septiembre, cuando la responsable de Scotland Yard, Cressida Dick, acudió a una entrevista a la radio LBC, recibió una carpeta con determinados documentos y tras ser evaluados por agentes especializados, la Policía Metropolitana ha decidido iniciar una investigación criminal sobre algunas de las alegaciones.

Según un comunicado oficial, “se solicitará el asesoramiento de la Fiscalía británica y que los diputados no comenten la pesquisa que está en curso”. En cualquier caso, la propia Dick aclaró ayer en declaraciones a la BBC que Scotland Yard “no está investigando” al partido en sí.

Los medios locales señalan que LBC recibió un dossier interno de la formación donde se detallan 45 casos de mensajes antisemitas colgados por miembros del partido en las redes sociales. La radio londinense mostró primero ese material a un ex policía, quien consideró que había casos que debieron ser denunciados a las fuerzas del orden para ser sometidos a una investigación.

Un portavoz del Laborismo señaló que, al cierre de esta edición, la Policía no se había puesto en contacto aún con la formación opositora, aunque estaban dispuestos a cooperar en lo que hiciera falta. “El Partido Laborista tiene un sistema fuerte para investigar quejas sobre supuestas violaciones de las reglas de la formación por parte de sus miembros”, añadió el portavoz. “Si alguien siente que ha sido víctima de un crimen, debe denunciarlo a la Policía”, agregó.

En el último año, el Laborismo ha recibido fuertes críticas de grupos judíos en el Reino Unido por algunos comentarios de naturaleza antisemita por parte de algunos de los afiliados. Hace unos meses, la Prensa publicó que miembros del partido forman parte de grupos que han colgado comentarios antisemitas en la red social Facebook, donde hay incluso negación del Holocausto.

Las principales organizaciones judías del país acusan a la dirección laborista de inacción y falta de absoluta determinación para castigar y erradicar actitudes antisemitas. La reciente revisión del código de conducta en antisemitismo, por parte de la ejecutiva laborista (NEC, en sus siglas en inglés), fue precisamente también motivo de polémica. La nueva edición adopta la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional en Recuerdo del Holocausto, aprobada en 2016. Pero excluye o adapta en textos complementarios cuatro de los 11 ejemplos prácticos sobre actitudes o actos antisemitas aportados en la “definición de trabajo” de esta organización internacional.

Desde sectores de la izquierda se pide no confundir las posiciones del líder laborista con un sesgo antisemita. Con todo, el propio Corbyn ha admitido en alguna ocasión que su partido ha desestimado a menudo, como hechos meramente puntuales, las denuncias recibidas —más de 300, desde 2015— sobre episodios de antisemitismo, conducta que se debe corregir.