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El comandante ausente

Los cubanos conmemoran hoy el 56 aniversario de la entrada de Fidel Castro en La Habana
Los cubanos conmemoran hoy el 56 aniversario de la entrada de Fidel Castro en La Habanalarazon

Tras cumplirse un año sin aparecer en público y en medio del deshielo con Washington, aumentan las especulaciones dentro y fuera de Cuba sobre el deterioro del estado de salud de Fidel Castro.

En medio de los rumores sobre la posible muerte de Fidel Castro, la dictadura cubana sigue moviendo fichas. Las sospechas se acrecientan debido a la ausencia del comandante en los grandes acontecimientos que ha vivido Cuba durante los últimos días, como la llegada a la isla de los espías liberados por Estados Unidos tras el anuncio del inicio de las relaciones entre Washington y La Habana. Tampoco se han escuchado reflexiones del dinosaurio barbudo sobre el comienzo del histórico deshielo.

El líder cubano, precisamente, cumplió este pasado jueves un año sin aparecer en público, aunque sí ha recibido en su casa a algunos aliados extranjeros y se ha dejado fotografiar, aunque siempre con un estado físico deteriorado. El jueves asistió a la «inauguración del Kcho estudio Romerillo, laboratorio para el arte», según había informado el diario oficial «Granma». Entonces hacía nueve meses que no se lo veía.

El último testimonio que se conoce de Castro, que ya cuenta 88 años, es una foto del encuentro que mantuvo con Nicolás Maduro el pasado 21 de octubre. El presidente de Venezuela contó que estuvo reunido durante cuatro horas con el hombre que gobernó Cuba a su antojo entre 1959 y 2006, cuando cedió el poder a su hermano Raúl. El líder bolivariano aseguró que vio a Castro «con una lucidez que impresiona, una energía que impresiona, un orden de ideas que impresiona y una sabiduría excepcional».

Silencio literario en «Granma»

De esos días data también la última de las reflexiones que escribía periódicamente en el oficialista «Granma». En «La hora del deber», publicada el 17 de octubre, se refiere a la epidemia de ébola y al compromiso de los médicos cubanos radicados en África. Desde entonces, no se volvieron a conocer fotos ni textos del comandante. A todo esto hay que sumar pequeños detalles como, por ejemplo, la declaración de diferentes testigos de que se han estado reparando las calles y avenidas que conducen al cementerio Santa Ifigenia en Santiago de Cuba, donde está el panteón de las Fuerzas Armadas y José Martí.

Además, según publica «Diario de Cuba», el Gobierno cubano no permite el paso de personas en la zona del dicho cementerio donde se supone estará la tumba de Castro. Una fuente consultada por el medio sostiene que «no hay información sobre si la tumba está terminada, pero debe estarlo, porque despejaron la zona, después de tantos meses cerrada». Dicho lugar estuvo clausurado varios meses «con una cerca de tejas que ocultaba los trabajos de construcción que allí se hacían, pero ya fue retirada», dijo el testigo. Por añadidura, el actual presidente de Cuba, Raúl Castro, no celebró este año el aniversario de la revolución como en otras ocasiones, sino «visitando cementerios». Desde la otra orilla, fuentes del exilio cubano en Florida aseguran que la información que llega desde La Habana revela «tensión» entre los estamentos militares, así como en personas «vinculadas» a Fidel Castro por «nexos sanguíneos». Sin embargo, no hay que olvidar que los rumores sobre la muerte de Fidel son muy habituales en Miami desde que en 2006 el ex dictador cubano delegara su cargo a su hermano por razones de salud. Tras meses de negociaciones secretas, los presidentes Barack Obama y Raúl Castro anunciaron simultáneamente el pasado 17 diciembre que habían acordado un intercambio de prisioneros, la reanudación de las relaciones diplomáticas y, lo más trascendental de todo, un levantamiento parcial del bloqueo económico que Estados Unidos mantiene sobre la isla desde 1961. De hecho, Estados Unidos y Cuba realizarán el 21 y 22 de enero en La Habana la primera ronda de reuniones sobre el proceso de normalización de sus relaciones diplomáticas, informó el Departamento de Estado.

Aunque la información es muy opaca, según la Casa Blanca, las primeras liberaciones comenzaron esta semana. La no gubernamental Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional cubana confirma que 18 disidentes –dos de ellos menores de edad– ya fueron liberados y que por sus características, podrían formar parte de un grupo de personas que forma parte de una lista, hasta ahora secreta, que incluye a más de 50 personas cuya excarcelación fue anunciada dentro del marco de la normalización entre Estados Unidos y Cuba. Entre los presos incluidos en la lista figuran algunos con condenas de hasta 47 años, aunque la mayoría de las sentencias se encuentran entre los dos y los cuatro años de cárcel.

Según publicaron medios oficialistas, ayer había convocada una rueda de prensa donde se darían más detalles, aunque al cierre de esta edición, nada estaba confirmado por parte de fuentes oficiales. Y es que en un país en el que la libertad de prensa, ni de expresión, no existe ni en la ficción, nada se sabrá hasta que así lo decida el reducido círculo de poder militar que controla el destino de los cubanos desde la revolución de 1959.