Política

Conflicto armado

El ELN declara la guerra al presidente Duque

El atentado en Bogotá que costó 21 vidas permite al nuevo Gobierno recuperar la mano dura de Uribe.

Imagen cedida por la Fiscalía colombiana en la que se ve al vehículo cargado con 80 kilos de explosivo entrando en las instalaciones de la Policía
Imagen cedida por la Fiscalía colombiana en la que se ve al vehículo cargado con 80 kilos de explosivo entrando en las instalaciones de la Policíalarazon

El atentado en Bogotá que costó 21 vidas permite al nuevo Gobierno recuperar la mano dura de Uribe.

El atentado del pasado jueves en una escuela de Policía de Bogotá rompe las negociaciones de paz y obliga y también permite al Gobierno de Iván Duque a «cargar» con toda la fuerza, recuperando la mano dura que empleó Álvaro Uribe y que parte de la sociedad añora. Con las FARC disueltas, el Ejército de Liberación Nacional, el ELN, es el enemigo número uno: ayer el ministro de Defensa, Guillermo Botero, confirmó que el ataque que mató a 21 personas e hirió a 78 fue obra de esta guerrilla. Y dio detalles como que el terrorista aceleró tras ser detenido y chocó contra el sector de dormitorios de mujeres haciendo explosionar 80 kilos de pentolita.

Se desconoce por qué el conductor, José Aldemar Rojas Rodríguez, «El Kiko» , se inmoló –aunque el Gobierno asegura no fue un ataque suicida–. En el interior del vehículo Nissan había un dispositivo para hacer explosionarlo a distancia, pero no lo utilizó. Se barajan varias hipótesis, aunque lo más posible es que por alguna circunstancia, el terrorista no pudiera abandonar el vehículo. También se rastrea el origen del explosivo, porque es difícil producir pentolita en Colombia, así que según medios locales, vendría de Venezuela. En esa frontera se refugian varios comandantes del ELN, y donde reclutan a los «jóvenes hambrientos» que refuerzan sus filas.

Mucho se ha especulado sobre la conexión entre el Gobierno de Venezuela y el ELN, aunque el presidente Iván Duque evitase ayer pronunciarse sobre el tema. De hecho, en la década del 2000, quedaron demostrados los nexos entre las FARC y Hugo Chávez, a través de información sustraída de los ordenadores incautados por el Ejército colombiano en distintos operativos. Ahora, sin pruebas factibles que involucren directamente al Palacio de Miraflores con los subversivos, lo que sí está establecido –a través de varias investigaciones de la DEA y de militares arrepentidos e intermediarios que testifican en EE UU–, es que las Fuerzas Armadas bolivarianas colaboran con la guerrilla transportando su droga a México y República Dominicana. El negocio es muy fructuoso: Coca a cambio de armas.

El que sí habló en este sentido fue el titular de Defensa. Botero informó de que «El Kiko» estuvo en Venezuela en 2011. Además Colombia investiga un complot donde podrían estar implicados tres venezolanos recientemente capturados con armamento en el país. Pero todo esto por ahora es un rompecabezas por armar. Un puzle del que faltan piezas.

En cuanto a la investigación de ayer, en pocas horas llegaron las primeras detenciones. Todas las pistas llevan al ELN. Rojas Rodríguez, de 56 años, tenía su residencia era en la vereda Boja, de Cubará, departamento de Boyacá. La zona limita con el departamento de Arauca –con fuerte presencia del ELN– y la frontera con Venezuela. Por otra parte, Ricardo Andrés Carvajal fue el primer capturado, acusado de ser uno de los autores intelectuales del ataque terrorista. Es también uno de los grandes expertos en detonaciones del grupo terrorista.

LA RAZÓN ha podido contactar con el comandante Uriol, portavoz del frente Che Guevara del ELN, el cual opera en el departamento del Chocó. Si bien evitó pronunciarse sobre el atentado, señaló que la guerrilla no quiere incurrir en los mismos errores que las FARC, y que «ha sido el propio Gobierno el que se ha negado a un cese al fuego mientras transcurren las negociaciones». Este diario visitó un campamento de este frente hace un año –en la selva del Chocó– y pudo comprobar cómo hacían ejercicios militares e instruían a los reclutas en la fabricación de morteros artesanales y colocación de minas. El diálogo de paz con el ELN fue iniciado por el Ejecutivo de Juan Manuel Santos, pero Duque ni los ha roto ni los ha fortalecido. Tras este atentado, la paz tendrá que esperar en Colombia.