
Aeropuerto
Escándalo en el aeropuerto: el personal de una compañía aérea obliga a una madre discapacitada a caminar tras perderle la silla de ruedas y exigirle que “se apure”
Jo Winter, paciente de esclerosis múltiple, denuncia trato humillante por parte del personal de tierra en el Aeropuerto de Birmingham

Una madre británica con discapacidad ha denunciado públicamente el trato recibido por parte del personal de la aerolínea Scandinavian Airlines System (SAS) en el Aeropuerto de Birmingham, donde fue obligada a caminar por la pista y subir escaleras hasta el avión tras perderle la silla de ruedas y exigirle que “se apure”.
Jo Winter, de 50 años, viajaba con su hija Sally rumbo a Copenhague en un vuelo de SAS el pasado 7 de julio. La mujer, que padece esclerosis múltiple y recientemente se sometió a un tratamiento de quimioterapia, había adquirido una silla de ruedas especializada para poder desplazarse durante el verano. Sin embargo, al momento de embarcar, el personal de tierra retiró la etiqueta de su silla y le comunicó que no sería admitida a bordo por falta de espacio.
La pasajera relata que fue abandonada en el suelo, llorando, mientras se le ordenaba caminar por la pista y subir las escaleras del avión sin asistencia. Su hija intentó intervenir, recordando al personal que la silla cumplía con los requisitos de equipaje de mano y que su madre estaba protegida por leyes de igualdad, pero fue ignorada de forma abrupta.
Una vez a bordo, la tripulación mostró una actitud completamente distinta, gestionando asistencia especial en el aeropuerto de destino y organizando el envío de la silla al hotel de Jo, donde llegó al segundo día del viaje. La aerolínea ha reconocido el incidente y ha pedido disculpas, asegurando que se está revisando lo ocurrido con los responsables de las estaciones de Birmingham y Copenhague.
Winter, que fue profesora de Derecho antes de que la enfermedad la obligara a dejar su carrera, espera que su caso sirva para concienciar sobre la necesidad de una formación adecuada en materia de discapacidad entre el personal aeroportuario. “Fue una de las experiencias más humillantes de mi vida”, declaró.
SAS ha confirmado que la silla no fue registrada en el momento de la reserva, lo que pudo contribuir al problema, aunque reconoce que esto no justifica el trato recibido. La compañía ha iniciado una revisión interna y se ha comprometido a mejorar sus protocolos de atención a pasajeros con necesidades especiales.
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