Reino Unido
El escándalo de las apuestas ilícitas hunde más a Sunak
El «premier» británico mantiene a dos candidatos "tories" que utilizaron información privilegiada para apostar por la fecha de la convocatoria electoral
La imagen de Rishi Sunak frente a la mítica puerta negra de Downing Street el 22 de mayo anunciado elecciones pasará a la posteridad. El retrato de un «premier» leyendo su discurso empapado bajo la fuerte lluvia que caía del cielo cerrado se interpretó como un augurio de la catástrofe que está por venir ante unas encuestas que ya no hablan de derrota, sino de completa aniquilación para una formación que podría quedarse con apenas 53 escaños.
El adelanto electoral al 4 de julio pilló por sorpresa a los propios miembros del Gabinete, que daban por hecho, como el resto de ciudadanos, que tendrían lugar en otoño. Incluso, algunos ministros tuvieron que suspender viajes oficiales para permanecer en Londres. Solo un reducido grupo de personas de la máxima confianza del «premier» era conocedor de sus planes, entre ellos, el director de la campaña electoral del Partido Conservador, Tony Lee, el mismo que ahora, cuando apenas quedan menos de dos semanas para la cita con las urnas, se ha visto obligado a tomar unas «vacaciones no remuneradas», al ser uno de los protagonistas del gran escándalo que humilla aún más a un partido que, tras 14 años en el poder, navega ahora a la deriva.
Lee ha desaparecido de escena y ha borrado todos los textos de sus redes sociales al conocerse que es uno de los investigados en relación con unas apuestas ilícitas sobre la fecha de las elecciones antes de que se convocaran oficialmente. También está siendo investigada su mujer, la candidata Laura Saunders. Al cierre de esta edición, también estaba implicado Craig Williams, ayudante del «premier», y un agente del equipo de seguridad personal de Sunak, que ha sido detenido y suspendido de Scotland Yard por mala conducta en cargo público.
En Reino Unido, las apuestas son un lucrativo negocio. Se apuesta absolutamente por todo. Pero usar información confidencial en beneficio propio para lucrarse al realizar una apuesta puede constituir un delito penal.
Sunak dijo ayer estar «increíblemente enojado» al enterarse que dos de los candidatos parlamentarios estaban implicados en el escándalo. Pero ni Saunders ni Williams habían sido suspendidos del partido. Ambos se presentan por distritos con escaño conservador prácticamente asegurado. Mantenerlos en las filas se ha interpretado como un signo de desesperación para un primer ministro en sus horas más bajas.
Se estima que la cifra de investigados vaya en aumento, ya que los análisis de los datos proporcionados ahora por las casas de apuestas muestran cómo, curiosamente, casi todas las apuestas en relación con una posible convocatoria en julio se realizaron precisamente en pocas horas el 21 de mayo, es decir, el día antes de que Sunak las anunciara ante el Número 10.
El organismo regulador del juego trata de determinar si algunas personas tuvieron acceso a información preferente que les daba ventaja. El análisis de las cifras de Betfair, el mayor intercambio de apuestas on line del mundo, muestra que se apostaron casi 7.000 libras para las elecciones del 4 de julio en el frenesí de actividad del 21 de mayo. En ese momento, los comicios en verano se consideraban una posibilidad remota. Las probabilidades en apuestas sugerían que había menos del 25% de posibilidades. Hasta entonces, las apuestas del 4 de julio habían llegado a cuentagotas, y el total diario rara vez superaba los 600 euros, lo que sugiere que los apostadores comunes y corrientes estaban nerviosos.
Datos de Smarkets, otro intercambio de apuestas, pintaron un panorama similar. Mostró que hasta el 21 de mayo, la gran mayoría de las apuestas se hacían sobre las esperadas elecciones de otoño. Pero el 21 de mayo hubo un enorme aumento en las apuestas, y más del 90% ese día eran para el 4J.
No ha salido a la luz cuáles han podido ser las ganancias conseguidas por el ex director de campaña y su mujer, candidata a diputada. Pero sí se conoce el beneficio económico conseguido por Williams, que sigue como ayudante del primer ministro, quien fue el primero en reconocer ya la semana pasada que había “cometido un error”. Se estima que ganó 700 euros.
En plena polémica, el Partido Conservador ha borrado un mensaje en su cuenta de la red social X en el que bromeaba acerca de las posibles apuestas con información privilegiada. “Si apuestas por los laboristas, nunca puedes ganar”, decía el post, acompañado por una foto de una ruleta.
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