Análisis

El espectro de 1997 recorre Downing Street

Erik Goldstein, profesor de Relaciones Internacionales e Historia en la Universidad de Boston, analiza el tercer mayor trasvase de votos de conservadores a laboristas desde la Segunda Guerra Mundial

R.Unido.- Sunak considera "decepcionantes" los primeros resultados electorales aunque evita darse por derrotado
R.Unido.- Sunak considera "decepcionantes" los primeros resultados electorales aunque evita darse por derrotadoEuropa Press

Las encuestas no fueron desencaminadas. El Partido Conservador del primer ministro Rishi Sunak, que defendía 989 concejales en 107 de las 317 entidades locales de Inglaterra, han sufrido un duro correctivo en las elecciones municipales parciales, según los resultados provisionales conocidos a lo largo del viernes. El trasvase de votos de conservadores a laboristas superó el 26 por ciento, la tercera mayor transferencia de votos entre ambas formaciones desde la Segunda Guerra Mundial. Sunak, que ve cada vez más mermados sus apoyos, se agarra al clavo ardiendo del popular Ben Houchen, el alcalde tory del área metropolitana de Tees Valley que consiguió resistir en el cargo, pero reconoció que los resultados eran «decepcionantes» para los suyos. Erik Goldstein, profesor de Relaciones Internacionales e Historia en la Universidad de Boston, vaticina en conversación con LA RAZÓN que el inquilino de Downing Street no convocará elecciones, como reclama el líder de la oposición laborista, Keir Starmer, sino que «esperará que las condiciones económicas sigan mejorando y mejoren las posibilidades de los conservadores a finales de año».

Las encuestas pronosticaban un colapso electoral para el Partido Conservador en las elecciones locales de este 2 de mayo. Los «tories» han perdido hasta el momento casi la mitad de los cargos públicos que tenían y, al ritmo que va el recuento, los expertos predicen que podrían perder hasta 500 concejales. ¿Es el peor resultado de los conservadores en su larga historia?

Los resultados son los previstos por las encuestas en estos últimos meses, así que no es ninguna sorpresa. Sin embargo, estamos ante una gran derrota del partido que ha dominado el país desde 2010. El resultado también muestra el éxito del líder del Partido Laborista Keir Starmer en la reconstrucción de su partido y de sus opciones de cara a las elecciones generales [como ocurrió en 1997]. Muchos han subestimado sus habilidades políticas.

¿En qué posición colocan las elecciones, incluida la elección parcial en la circunscripción de Blackpool Sur, al primer ministro conservador, Rishi Sunak? ¿Estamos hablando del líder con menos respaldo popular en Reino Unido desde su inmediata predecesora?

Es poco probable que siga siendo el líder del Partido Conservador una vez se celebren las elecciones generales [todavía no hay fecha pero se especula entre la segunda mitad de este año o a principios de 2025]. Pero de aquí a entonces, hará todo lo posible por minimizar la magnitud de las pérdidas conservadoras en esos comicios municipales. Se ha hablado de un intento de sustituirle como líder «tory» tras un mal resultado en las elecciones municipales, pero es poco probable [Sunak sería el cuarto dirigente en ser relevado de su puesto desde el referéndum del Brexit en 2016]. Ni hay tiempo ni un candidato dispuesto a cambiar las cosas.

De hecho, el líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, ha exigido a Sunak que convoque elecciones. ¿Cree que el primer ministro dará ese paso?

No. Sunak no tiene ningún incentivo para convocar elecciones generales. Esperará que las condiciones económicas sigan mejorando y mejoren las posibilidades de los conservadores a finales de año.

¿Supone la irrupción del populista Partido Reformista de Nigel Farage, que pisa los talones a los «tories» en las encuestas, una amenaza real para que el partido de Sunak conserve el segundo puesto en las próximas elecciones generales?

No. Las elecciones locales solo cubren una parte del país, por lo que no ofrecen una imagen completa de cara a las legislativas. Los reformistas y los conservadores están dividiendo a su electorado, lo que se traduce en más victorias laboristas o liberal-demócratas [un partido que también ha mejorado resultados]. Los nuevos partidos han tenido poco éxito en la historia política británica, y los conservadores han mostrado un notable historial de supervivencia y reinvención. Para el futuro cercano, mucho dependerá de quien sea el próximo líder conservador y de si es capaz de unificar su base tradicional de apoyo y ponga fin a la reciente costumbre del partido de derrocar a sus propios líderes.