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Defensa

Este avión de combate tiene problemas y Boeing está buscando soluciones: todo se debe a la ventilación

Un contratiempo técnico afecta a la flamante flota de cazas F-15EX Eagle II de la Fuerza Aérea estadounidense

Un avión F-15 Boeing

La Fuerza Aérea de Estados Unidos se enfrenta a un contratiempo de calado con su nueva flota de cazas F-15EX Eagle II. Un problema en el sistema de ventilación de combustible ha provocado que varias de estas aeronaves permanezcan en tierra, lo que afecta su disponibilidad operativa.

El fabricante Boeing está colaborando estrechamente con el Ejército del Aire estadounidense para identificar el origen de este incidente. Aunque el desahogo de combustible es un proceso inherente al diseño de los aviones para la seguridad, la tasa a la que ocurre en los F-15EX ha sido notablemente superior a lo esperado.

La ventilación de los tanques de combustible es un mecanismo vital que permite la liberación de presión excesiva o el vertido de carburante si se produce un sobrellenado. También asegura la entrada de aire para mantener la presión interna, especialmente durante maniobras bruscas o cambios de altitud.

Un problema inesperado en un programa estratégico

El equipo conjunto, formado por expertos de la Fuerza Aérea estadounidense y de Boeing, está investigando varias hipótesis para solventar el problema, tal y como recoge el medio The Warzone. Entre las posibles soluciones que se están probando se incluyen nuevas instrucciones de trabajo en fábrica para asegurar un apriete adecuado de los conectores y la revisión de posibles lotes de válvulas defectuosas.

Hasta la fecha, Boeing ha entregado nueve unidades de los F-15EX Eagle II, de una flota total prevista de 129 aparatos. No se ha especificado cuántas de estas aeronaves se han visto afectadas por el problema de ventilación, aunque la información disponible sugiere que el número es limitado. La razón por la que este contratiempo surge ahora, cuando el diseño base del F-15 lleva años en servicio, sigue siendo objeto de análisis.

Este incidente se produce en un momento importante para Boeing, que busca consolidar su recuperación tras años de dificultades en sus divisiones comercial y de defensa. La compañía ha experimentado retrasos y sobrecostos considerables en otros programas militares de calado para el Pentágono, como el nuevo avión presidencial VC-25B, los entrenadores T-7A Red Hawk y los aviones cisterna KC-46.

A pesar de este contratiempo, el programa F-15EX ha sido considerado hasta ahora un ejemplo de eficiencia en la fase de pruebas y evaluación. Este buen desempeño se atribuye, en parte, al diseño maduro y consolidado de la plataforma original del F-15. La Guardia Nacional Aérea de Oregón ha sido pionera en la integración operativa de estos nuevos cazas dentro de la Fuerza Aérea de EE. UU.

Además de su despliegue en varias unidades de la Guardia Nacional Aérea en California, Luisiana y Michigan, los F-15EX también serán asignados a dos escuadrones de servicio activo con base en Kadena, Japón. La capacidad de este caza para misiones en el Pacífico ya fue probada el pasado mes de julio, cuando los aviones realizaron su primer viaje a la región durante el ejercicio a gran escala "Resolute Force Pacific 2025".

Boeing no solo se centra en el mercado doméstico, sino que también ha logrado ventas de exportación y ha despertado interés en otras variantes del F-15 basadas en la configuración EX. Mientras tanto, la prioridad inmediata del fabricante es la implementación y prueba de múltiples soluciones para mitigar el vertido excesivo de combustible en los F-15EX afectados y asegurar su operatividad.