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Guerra en Ucrania

Este es el territorio del que depende el alto el fuego entre Rusia y Ucrania mediado por Trump

La península, que es reclamada por ambos bandos, fue transferida por Rusia en 1954 a Kiev, y posteriormente anexionada ilegalmente

Soldados rusos frente a una base militar ASSOCIATED PRESSAP

Las negociaciones para alcanzar un alto el fuego entre Ucrania y Rusia siguen estancadas, a pesar de los esfuerzos diplomáticos liderados por Estados Unidos, que continúa presionando a ambas partes para que acepten las condiciones de la última propuesta formulada por la administración Trump.

El expresidente republicano elevó el tono contra Zelenski en su red social: "Nadie le pide a Zelenski que reconozca Crimea como territorio ruso, pero si la quería, ¿por qué no lucharon por ella hace once años, cuando fue entregada a Rusia sin que se disparara un solo tiro?", escribió el pasado miércoles. De igual manera, acusó al líder ucraniano de dificultar "la resolución de esta guerra", haciéndose eco de una entrevista en la se negó a reconocer la soberanía de Moscú sobre la península.

Unas horas después, Rusia respondió indirectamente a la propuesta de alto el fuego con uno de los bombardeos más intensos contra Kiev en los últimos meses. Según las autoridades ucranianas, al menos 12 personas murieron y otras 90 resultaron heridas.

Aunque son múltiples los puntos de desacuerdo que dificultan un posible cese temporal de las hostilidades, el control de la península de Crimea parece erigirse como uno de los principales escollos. En los últimos días, el asunto ha vuelto al centro del debate político y mediático, alimentado por el cruce de declaraciones entre los mandatarios.

¿Por qué Crimea es tan importante?

Uno de los factores clave para comprender la importancia de Crimea es su ubicación estratégica. Situada en el mar Negro, la península permite el control de esta vía marítima fundamental para el comercio, la proyección militar y la influencia regional. Desde el punto de vista militar, Crimea alberga la base naval de Sebastopol, sede de la Flota del mar Negro de la Armada rusa. Con su anexión en 2014, Moscú aseguró su presencia militar permanente en la región y consolidó su acceso al Mediterráneo a través del estrecho del Bósforo, reforzando su poder geopolítico frente a la OTAN y la Unión Europea.

Para Ucrania, Crimea no solo tiene un valor simbólico -al haber formado parte del país desde su independencia tras la disolución de la URSS-, sino también estratégico y económico. La península alberga importantes infraestructuras energéticas, puertos clave y zonas agrícolas fértiles, además de ser un punto turístico.

Cabe recordar que Crimea fue transferida de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia a la República Socialista Soviética de Ucrania en 1954, por decisión del entonces líder soviético Nikita Jrushchov, como un gesto simbólico de unidad entre los pueblos ruso y ucraniano. En aquel momento, dentro de la URSS, esa cesión apenas tuvo implicaciones prácticas, pero cobró enorme relevancia tras la independencia ucraniana en 1991.

Para Moscú, la pérdida de Crimea fue un golpe a su influencia en la región, y la recuperación de la península en 2014 ha sido presentada por el Kremlin como una "corrección histórica". Para Ucrania, sin embargo, la anexión fue una violación flagrante de su soberanía y un punto de quiebre en sus relaciones con Rusia.

¿Cómo logró Rusia anexionarse Crimea?

La crisis en Crimea estalló en febrero de 2014, tras el derrocamiento del entonces presidente ucraniano prorruso, Viktor Yanukóvich, como consecuencia de una oleada de protestas europeístas contra su gobierno. Según informa EFE, tras su renuncia, unas 50.000 personas se manifestaron en Sebastopol, en rechazo a las nuevas autoridades ucranianas.

Las tensiones derivaron rápidamente en enfrentamientos entre grupos prorrusos y proucranianos. Paralelamente, el Parlamento regional en Simferópol debatía el reconocimiento de las nuevas autoridades centrales. El 16 de marzo, Crimea celebró un referéndum unilateral -no reconocido por Ucrania, Estados Unidos, la ONU ni la OTAN- en el que se proclamó su independencia y posterior adhesión a Rusia. Dos días después, el presidente Vladimir Putin presentó ante la Duma la solicitud de integración, que se oficializó el 21 de marzo.

Tras la anexión, Ucrania cerró sus fronteras con la península, retiró a sus tropas y llevó el caso ante el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya. La legalidad del referéndum es ampliamente cuestionada: hay pruebas del despliegue de fuerzas rusas no identificadas en la región, que, bajo el pretexto de proteger a la población local de "extremistas", habrían influido en el desarrollo del proceso, entre otros aspectos.

La rápida y relativamente incruenta toma de Crimea fue un paso clave en la estrategia rusa, y sentó las bases para la invasión a gran escala de Ucrania en 2022. Desde entonces, la península se ha convertido en un símbolo tanto de la resistencia ucraniana como de las ambiciones imperiales del Kremlin.