Solidaridad

EE UU trata en Alemania a soldados ucranianos heridos en el frente

Los enfermos recibirán tratamiento en el centro médico de Landstuhl

Médicos atienden a soldados ucranianos heridos en Zaporiyia
Médicos atienden a soldados ucranianos heridos en ZaporiyiaCelestino Arce Lavin / Zuma PresCelestino Arce Lavin / Zuma Pres

Llegan con graves heridas de combate. La artillería rusa les amputa y les merma sus capacidades para defender a Ucrania. Pero también destruye los hospitales en los que recuperarse. De acuerdo con el ministerio de Sanidad ucraniano, desde el inicio de la invasión rusa ya han muerto 18 trabajadores médicos y más de 50 han resultado heridos. También, 746 instalaciones médicas han resultado dañadas por los ataques rusos, y otras 123 han quedado completamente destruidas. De ahí que los países aliados de Ucrania también les respalden con ayuda médica.

Estados Unidos ha anunciado un plan para tratar a las tropas ucranianas en un hospital militar estadounidense por primera vez desde que Rusia invadió el país en febrero. Según ha confirmado el propio secretario de Defensa, Lloyd Austin, a la CNN, permitirá el tratamiento de hasta 18 soldados heridos a la vez en el Centro Médico Regional de Landstuhl, el enorme hospital de Alemania en el que el Ejército ha tratado durante años a los miembros del servicio estadounidense que sufrieron heridas en combate.

Se estaba tratando a soldados en hospitales civiles, pero es la primera vez que EE UU autoriza que las tropas ucranianas reciban tratamiento en instalaciones castrenses.

A finales de abril, un grupo bipartidista de congresistas pidió a Austin que la Administración Biden hiciera más para apoyar los “sistemas sanitarios en dificultades” de Ucrania y Polonia. Una de las demandas fue “ampliar” el Centro Médico Regional de Landstuhl para tratar a los enfermos y heridos ucranianos. La petición también instaba a la Administración a enviar ambulancias blindadas y a establecer varios hospitales militares de campaña a lo largo de la frontera entre Polonia y Ucrania.

Los esfuerzos de EE UU se suman a la labor que Alemania lleva realizando desde hace años: tan solo en 2019 trató a unos 130 militares de dicho país en su hospital castrense de la capital, Berlín, heridos en el frente este del país. Según el diario “Tagesspiegel”, en dicho centro son atendidos pacientes con heridas y afectados por gérmenes multiresistentes, una especialidad de la que no disponen muchos otros hospitales.

Debido a las complicadas tareas para transportar a heridos graves, en ocasiones se realizan operaciones a distancia gracias a la llamada telemedicina, que permite a los médicos no solo realizar consultas a distancia, sino incluso operaciones quirúrgicas. Una cooperación así existe con un hospital de Odesa.

Algunos heridos presentan un cuadro muy delicado. En especial los afectados por la munición de artillería del tipo shrapel necesitan de múltiples operaciones: ésta produce heridas muy graves, al contener numerosas balas en un solo proyectil. Ucranianos que han sido atacados con estas armas han sido tratados en el estado de Turingia, donde hasta junio y desde el comienzo de la invasión rusa 58 personas han sido atendidas, tanto soldados como civiles, explicaba la Oficina para la Protección de la Población y la Ayuda en Catástrofes, a la televisión pública MDR. El reparto en Europa de los heridos de guerra ha sido coordinado hasta ahora en Alemania por dicha Oficina, así como por el Ministerio de Salud , el Instituto Robert Koch y el propio Ejército o Bundeswehr.

Complejas cirugías plásticas en los ojos, en los miembros superiores o inferiores de ciudadanos ucranianos han sido realizadas de forma regular en los últimos meses en Alemania. A medida que avanza la guerra y más instalaciones médicas en el país han sido destruidas, también se ha trasladado a pacientes con enfermedades crónicas como enfermos de cáncer a hospitales europeos. A principios de junio, el ministro de Sanidad alemán, Karl Lauterbach del SPD, visitó Ucrania a invitación de su homónimo Viktor Ljaschko, con el fin de informarse sobre cómo Alemania podrá ayudar al país a construir centros traumatológicos para heridos, para establecer vías para el envío de prótesis y de médicos alemanes al país.

La empresa Otto Bock se encargará, según el ministerio de Salud alemán, de construir fábricas prefabricadas en el país para abastecer la necesidad de prótesis de una población lisiada. El Departamento informa asimismo de que unos 200 cirujanos y especialistas en medicina de urgencias se han presentado voluntarios para ir al país en guerra a socorrer a los heridos. Al mismo tiempo, el así llamado “Hospital de Accidentes” en el barrio berlinés del este de Marzahn está formando a médicos de Ucrania en el tratamiento de quemaduras graves y el hospital Charité ofrecerá asimismo formación en el ámbito de las operaciones a través de telemedicina.

Ya en abril llegaron los primeros heridos civiles de la guerra iniciada por Rusia en febrero a Alemania. Los enviados habían sido seleccionados por el servicio de protección civil ucraniano. Una vez en suelo teutón, los enfermos son repartidos por todo el país en función del llamado “principio del trébol”, que divide al país en cuatro grandes zonas médicas. Dentro de éstas, existe una red de emergencias para tratar heridos y encontrar especialistas que puedan realizar las operaciones en el menor tiempo posible – un sistema creado en un principio para casos de ataques terroristas y perfeccionado durante la pandemia.

El director de la Clínica Ortopédica y de Reconstrucción Quirúrgica Benedikt Friemert en el hospital militar de Ulm explicaba a la publicación médica Aertzeblatt que el tratamiento de las heridas producidas en guerras son, sin embargo, muy diferentes de lo que conocían hasta el momento, por lo que la formación continua es esencial. Los cirujanos alemanes esperan atender en los próximos meses a un mayor número de pacientes en los que sea necesaria una reconstrucción.

“Aquí pueden verse algunos de los destinos de las personas afectadas por la guerra de agresión de Putin”, aseguraba el ministro de Sanidad Lauterbach en marzo en el centro de acogida levantado en el antiguo aeropuerto de Tegel.

“Los refugiados han venido con enfermedades y apuros a Alemania y esperan obtener nuestra ayuda y así la tendrán”, aseguró. Una promesa que, hasta ahora, el país ha cumplido. Desde junio los refugiados ucranianos disfrutan de forma automática del mismo nivel sanitario que el resto de ciudadanos alemanes, algo que para el resto de solicitantes de asilo no sucede en la misma medida. Hasta mediados de julio se había registrado la llegada de 880.000 refugiados de Ucrania a Alemania, aunque al parecer no pocos están volviendo al país. Fue en marzo cuando Alemania envió a Ucrania tras la entrada de las tropas rusas en el país fue un hospital de campaña por valor de 5,3 millones de euros producido en Estonia, donde se formó el personal ucraniano encargado de trabajar en el mismo.