Reino Unido
Los tentáculos de Qatar llegan a Westminster
Hasta 36 diputados birtánicos han aceptado la hospitalidad del emirato con regalos y viajes valorados en unos 300.000 euros
El ya bautizado como “Qatargate” se ha convertido en el mayor escándalo de corrupción de la historia del Parlamento Europeo. Pero al otro lado del Canal de la Mancha las cosas no funcionan mucho mejor. Desde octubre del año pasado, un total de 36 parlamentarios de Westminster de distintas formaciones también han aceptado la hospitalidad del régimen de Qatar con regalos y viajes valorados en más de 260.000 libras (alrededor de 300.000 euros). De momento, no hay evidencia de sobornos como ha ocurrido en Bruselas. Pero los mismos diputados son los que han iniciado debates elogiando el dudoso historial de derechos humanos del organizador del Mundial de Fútbol donde, entre otros, está criminalizado las relaciones entre parejas del mismo sexo.
De todos ellos, Nigel Evans, actual vicepresidente de la Cámara de los Comunes, es el que ha recibido este año los regalos y viajes más caros por un valor de 13.693 libras, a pesar de que su puesto le impide hablar en cualquier debate o plantear preguntas. Todos los viajes de los parlamentarios se han declarado de conformidad con las normas, pero los activistas de derechos humanos cuestionan su legitimidad.
Evans es miembro de llamado `Grupo Parlamentario de Todos los Partidos de Qatar´ (Qatar APPG, por sus siglas en inglés). Se trata de grupos compuestos por diputados y lores de todas las formaciones de Westminster. Aunque tienen un carácter informal, actúan como importante `lobby´ dentro del Parlamento británico y pueden utilizar sus instalaciones.
Por su misión, tienden a hacer viajes regulares al extranjero, financiados por los propios Gobiernos anfitriones o empresas privadas. Pero al no tener estatus oficial, están sujetos a reglas menos estrictas que los comités selectos más conocidos de la Cámara de los Comunes. En el caso concreto de Qatar APPG, entre 2015 y 2020, el grupo tenía entre seis y diez parlamentarios. En 2021, aumentó a 14. Y en 2022 a 17 miembros.
Alun Cairns, exministro del Gabinete y actual presidente de Qatar APPG recalcaba recientemente el gran “progreso” que había realizado en materia de derechos humanos el gigante del golfo pérsico durante un largo discurso en la Cámara de los Comunes donde citó a Nelson Mandela asegurando que “el deporte puede cambiar el mundo”. Este año ha realizado dos viajes al emirato del Golfo Pérsico por un valor total de 9.323 libras, incluidos vuelos, alojamiento y comidas.
Por su parte, David Mundell, otro exministro del Gabinete y actual vicepresidente de la APPG de Qatar, ha realizado una visita por valor de más de 7.000 libras. En un reciente debate en Westminster sobre las críticas al historial de Qatar sobre los derechos de los homosexuales aseguró: “Muchas de las personas que han expresado opiniones sobre este tema también deberían centrar sus energías en el manejo de los problemas LGBT en el fútbol profesional en Reino Unido”.
El actual ministro de Exteriores, James Cleverly, y el ministro de Deportes e Igualdad, Stuart Andrew, han asistido a algunos de los partidos de la Copa del Mundo en Qatar, aunque no hay indicios de que sus viajes hayan sido financiados por los organizadores.
Pero la polémica no se ciñe a Qatar. Según una investigación realizada por el rotativo “Político”, el comportamiento de muchos diputados y lores miembros de otros APPG en sus viajes al extranjero dejan mucho que desear. Mientras que algunos parlamentarios realmente tienen un interés genuino y válido en las relaciones con estos países, otros lo ven puramente como una diversión con fines esencialmente recreativos, protagonizando una conducta sexual inapropiada, lasciva o ebria.
Según la investigación, un ex parlamentario conservador, ahora miembro de la Cámara de los Lores, pidió a los anfitriones que le indicaran cómo llegar al burdel más cercano cuando viajó al sureste asiático. Otro diputado laborista tuvo que dimitir recientemente después de que se confirmara una denuncia de conducta sexual inapropiada.
A principios de este año, un informe del comité de estándares de la Cámara de los Comunes advirtió que el potencial de influencia inapropiada proporcionada por las APPG podría “representar el próximo gran escándalo” de Westminster. Aunque no comentó en detalle sobre los viajes al extranjero, sí recomendó una reducción en el número de APPG y la introducción de un “supervisor”. El Gobierno manifestó su amplio apoyo a estas propuestas justo antes de que Boris Johnsondejara el cargo de primer ministro en septiembre, pero desde entonces ha habido pocos avances.
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