Meloni se impone a Macron y retira la mención al "aborto" de la declaración final del G7

El papa Francisco participó este viernes en la Cumbre del G7 que durante tres días reunió en un hotel de lujo de Apulia, en el sur de Italia, a los mandatarios de los siete países más industrializados del planeta, excepto China y Rusia. El Pontífice fue recibido por la primera ministra y anfitriona de la cumbre, Giorgia Meloni, que invitó expresamente al líder de la Iglesia Católica a participar en un panel que abordó los desafíos de la Inteligencia Artificial (IA).

Una visita histórica, ya que se trata de la primera vez que un Papa interviene en este foro, que Francisco aprovechó para denunciar que esta tecnología, que calificó de “instrumento fascinante y tremendo al mismo tiempo”, pone en riesgo “la misma dignidad humana”.

En su discurso, del que solo leyó una parte, el papa Francisco advirtió del uso de la IA en las guerras y exigió la prohibición de “armas autónomas letales”, al mismo tiempo que subrayó “la importancia de la 'sana política' para mirar con esperanza y confianza nuestro futuro”. Más tarde, el Pontífice mantuvo varios encuentros bilaterales con algunos de los líderes que forman parte de este selecto club, entre ellos, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

Pulso París-Roma

La visita del papa Francisco se produjo en medio de la crisis diplomática entre Italia y Francia a causa de las presiones de la delegación italiana para cancelar la mención explícita al aborto en el documento final, a pesar de que sí aparecía en los primeros borradores.

El texto mantiene el compromiso para favorecer el “acceso universal a los servicios sanitarios adecuados, asequibles y de calidad para las mujeres”, que los líderes del G7 asumieron en la reunión de Hiroshima el año pasado, bajo la presidencia de turno de Japón, pero cancela la referencia específica a la importancia del “acceso al aborto seguro y legal y a la atención post-parto”, que aparecía en el comunicado de 2023.

Según la delegación italiana, el objetivo era evitar repetir el lenguaje, ya que se trataba de reiterar el compromiso de Hiroshima.

La cuestión provocó una disputa entre París y Roma. “Francia tiene una visión de la igualdad entre mujeres y hombres, pero no es una visión compartida por todo el espectro político”, declaró Emmanuel Macron a los periodistas, lamentando no haber sido posible convencer a la delegación italiana a pesar de los esfuerzos diplomáticos en los que también participó activamente la delegación de Canadá.

Por su parte, la primera ministra italiana, acusó al presidente francés de tratar de hacer campaña electoral antes de las elecciones anticipadas que podrían alzar al poder al partido de extrema derecha de Marine Le Pen en su país, “utilizando un foro precioso como el G7”. “No hay razón para discutir sobre temas en los que hemos estado de acuerdo durante mucho tiempo”, sentenció Meloni.