Conflicto
Un general de la OTAN explica cuál es la gran lección táctica que EEUU ha sacado de la guerra de Ucrania
El responsable de la fuerza aérea de la Alianza Atlántica en Europa, James Hecker, asegura que ni Rusia ni Ucrania pueden obtener la superioridad aérea en este conflicto
La guerra de Ucrania está siendo examinada minuciosamente por las grandes potencias militares para extraer conclusiones estratégicas de cara a un hipotético escenario bélico a gran escala. Después de un año y medio de conflicto, la OTAN ha hecho su lectura particular y ha llegado a algunas conclusiones especialmente valiosas. "La lección más importante que hemos aprendido es que ninguna de las dos partes ha podido obtener la superioridad aérea”, dijo recientemente el general estadounidense James Hecker, jefe de las Fuerzas Aéreas de EEUU en Europa y director del Centro de Competencia de Poder Aéreo Conjunto de la OTAN.
Tanto Rusia como Ucrania tienen a su disposición "muy buenos sistemas integrados de defensa aérea y antimisiles", dijo Hecker, lo que "ha impedido alcanzar la superioridad aérea" en cualquier de los dos rivales. El alto mando militar explicó que Moscú posee sistemas de defensa aérea avanzados como el Buk-M3, Pantsir, S-300 , S-400 y Tor-M1. La falta de protección aérea ha sido una de las grandes sorpresas de la guerra, ya que la mayoría de analistas daban por hecho que Rusia impondría rápidamente el dominio en el aire, sobre todo en los primeros compases de la invasión, para consolidar los avances, pero no fue así.
En este sentido, explicó que la prioridad número uno de la OTAN en el plano de las fuerzas aéreas es reforzar la capacidad de negación de acceso aéreo (A2AD) del enemigo, realizando estos meses “un gran esfuerzo para mejorar nuestras habilidades y usar a todos los aliados para lograr ese objetivo".
El conflicto de Ucrania está empujando al Pentágono a centrarse en las tácticas en lugar de los movimientos de ajedrez de nivel estratégico que han definido la relación militar entre Estados Unidos y Rusia en Europa desde el final de la Guerra Fría, dijo Hecker en unas declaraciones citadas por Air Force Times, que destaca que las fuerzas aéreas aliadas "ya no sobrevuelan pasivamente Europa en aras de la visibilidad. Los pilotos estadounidenses y sus homólogos utilizan ahora misiones de control aéreo para practicar maniobras ofensivas y defensivas a lo largo de la frontera oriental de la OTAN".
Otra lección aprendida en Ucrania es la respuesta dada por Rusia después de fracasar en su intento por obtener la superioridad aérea. Hecker destacó que el Kremlin ha optado por usar drones de ataque unidireccionales, especialmente los de fabricación iraní Shahed 136, y misiles de crucero y balísticos lanzados desde el aire y desde barcos y submarinos en el Mar Negro. “Necesitamos asegurarnos de que nosotros en la OTAN tenemos un buen sistema integrado de defensa aérea y antimisiles porque sabemos que eso es lo que vamos a necesitar para protegernos”.
La tercera lección citada por el general de la OTAN es la necesidad de compartir información entre los 31 países miembros de la organización para “hacernos mejores a todos”. “Es increíble lo que puedes hacer si compartes información entre tus aliados" a "coste cero".
La prioridad número cuatro se basa en el denominado Empleo de Combate Ágil, conocido como ACE o Agile Combat Employment, que consiste en desarrollar una red radial de pequeñas bases e instalaciones para minimizar las pérdidas en caso de que una base sea alcanzada. El general relató que con armas precisas es posible destruir todos los aviones de una base sin importar cuán dispersos estén. “Entonces, lo que tenemos que hacer ahora es dispersar nuestros aviones entre diferentes aeródromos e incluso en carreteras". En este sentido recordó que una de las principales razones por las que la Fuerza Aérea de Ucrania ha podido continuar los combates es su capacidad para mover sus aviones por todo el país y mantener suficientes pistas de aterrizaje.
Hecker señaló que Ucrania ha tenido cierto éxito con los sistemas de defensa aérea occidentales donados por varios países de la OTAN y si bien explicó que los rusos “están logrando que pasen algunos de ellos”, en general, "a Ucrania le está yendo bastante bien con mucha ayuda occidental en forma de misiles tierra-aire", matizó. Hasta la fecha, Ucrania ha recibido sistema de defensa antimisiles Patriot, NASAMS, IRIS-T SLM, SAMP/T y Gepard, entre otros.
Hecker asegura que no se ha visto un combate como el de Ucrania desde la Primera Guerra Mundial, “donde tienes a dos bandos cara a cara lanzando munición de 155 milímetros indiscriminadamente en algunos casos, golpeando hospitales, escuelas, y dejando muchas víctimas en un lado y en otro”.
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