Guía paso a paso de la ceremonia histórica en Londres

El rey Carlos III de Inglaterra será coronado este sábado 6 de mayo en la Abadía de Westminster en compañía de Camila, la reina consorte. Será el 40º monarca coronado desde 1066 en el templo más antiguo de Londres, en una ceremonia que durará algo menos de dos horas y que estará dividida en cinco etapas principales: el reconocimiento, el juramento, la unción, la investidura y la entronización.

La celebración formal dará comienzo con una procesión desde el Palacio de Buckingham hasta la Abadía de Westminster. En este recorrido participarán unos 200 miembros del Ejército, en su mayoría pertenecientes a la Escolta del Soberano de la Caballería de la Casa Real. Otros 1.000 militares recorrerán el mismo trayecto, aunque la procesión será mucho más reducida que la de Isabel II en 1953, en la que estuvieron presentes otras familias reales y los primeros ministros de la Commonwealth.

En total, participarán cerca de 4.000 miembros de las Fuerzas Armadas de Reino Unido en la mayor operación ceremonial militar en una generación, de acuerdo con el Ministerio de Defensa británico.

Las autoridades han instalado el exterior de Buckingham gradas para los invitados, entre los que se encuentran veteranos del Ejército, personal del Servicio Nacional de Salud (HNS, por sus siglas en inglés) y de asistencia social. Las zonas de observación a lo largo del recorrido estarán abiertas para el público general desde las 06.00 hora local.

El itinerario de la procesión pasará por The Mall hasta Trafalgar Square, bajará por Whitehall y Parliament Street antes de girar hacia Parliament Square y Broad Sanctuary para llegar a la Puerta del Gran Oeste de la Abadía de Westminster.

Carlos III y Camila romperán la tradición. Ambos viajarán hasta la Abadía en la carroza de Estado del Jubileo de Diamante, en lugar de la habitual carroza de Estado dorada, utilizada en todas las coronaciones desde la década de 1830. El nuevo vehículo, a diferencia del anterior, cuenta con aire acondicionado y suspensión moderna. El recorrido de vuelta, eso sí, lo harán en la carroza tradicional.

La comitiva real llegará minutos antes de las 11.00 hora local. Está previsto que el monarca vista uniforme militar en lugar de los tradicionales pantalones y medias de seda de los reyes anteriores. A las 11 en punto comenzará una ceremonia que será amenizada con la música que ha escogido el propio Carlos III. Son 12 canciones, y habrá música ortodoxa griega en memoria del príncipe Felipe de Edimburgo, el padre del monarca.

A lo largo de la ceremonia, Carlos III recibirá el Orbe del Soberano, el Cetro del Soberano con Cruz y el Cetro del Soberano con Paloma, entre otros objetos. Estos forman parte de las regalías, los símbolos de la realeza que suelen ser entregados en las coronaciones. Camila, por su parte, recibirá la Vara de la Reina Consorte con la Paloma y el Cetro de la Reina Consorte con la Cruz.

Como parte de la primera etapa de la ceremonia, el reconocimiento, el rey será “presentado al pueblo”, una tradición que se remonta a la época anglosajona. De pie junto a la Silla de la Coronación –silla de 700 años de antigüedad en la que han sido coronados 26 monarcas–, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, proclamará a Carlos III “rey indudable” antes de pedir a la congregación que muestre su homenaje y servicio.

La congregación gritará el famoso “¡Dios salve al Rey!” y sonarán las trompetas para cerrar el primer capítulo. En el segundo, el juramento, el arzobispo pedirá al nuevo monarca que reafirme su defensa la ley y la Iglesia de Inglaterra durante su reinado, antes de que este ponga su mano sobre el Santo Evangelio y preste el Juramento de Coronación. Se trata de un requisito legal.

Como parte de la unción, el monarca se quitará el manto ceremonial y ocupará la Silla de la Coronación para remarcar su estatus espiritual como cabeza de la Iglesia anglicana. Welby verterá un aceite especial en la Cuchara de la Coronación antes de ungir al rey en forma de cruz en la cabeza, pecho y manos. Es probable que se coloque un dosel sobre la silla para ocultar a Carlos III de la que es considerada la parte más sagrada del servicio.

El siguiente paso es la investidura, el momento de la coronación. El rey portará la Corona de San Eduardo por primera y única vez en su vida. Será el séptimo monarca en llevarla. Antes lo hicieron Carlos II, Jaime II, Guillermo III, Jorge V, Jorge VI e Isabel II. Entonces disparará una salva de 62 cañonazos en la Torre de Londres y otra de seis cañonazos en Horse Guards Parade y otras 21 salvas en 11 lugares distintos de Reino Unido, entre ellos Edimburgo, Cardiff y Belfast, y en los buques desplegados de la Marina Real Británica.

Hacia la parte final de la ceremonia, Carlos III ocupará el trono. Puede que incluso sea elevado al trono por el arzobispo, los obispos y otros pares del reino. En este paso, según marca la tradición, los miembros de la realeza desfilarán para arrodillarse y rendirle homenaje, jurando lealtad y besando su mano derecha. Aunque se espera que el único en hacerlo sea el príncipe Guillermo.

Sólo después la reina consorte será ungida, coronada y entronizada en una ceremonia con menos pompa y boato. No tendrá que prestar juramento. Una vez finalizada esta etapa, ambos descenderán de sus tronos y accederán en la Capilla de San Eduardo. Carlos se quitará la Corona de San Eduardo y se colocará en su lugar la Corona Imperial de Estado antes de unirse a la procesión de salida de la Abadía con el himno nacional de fondo.

Carlos III y Camila regresarán a continuación al Palacio de Buckingham por el camino inverso al de su llegada. El Palacio de Buckingham sugiere que los tres hijos del Príncipe de Gales, los príncipes Jorge y Luis y la princesa Carlota, se unan a la procesión con sus padres, en un carruaje detrás de la carroza tradicional. A ellos se unirán representantes de los países de la Commonwealth y de los territorios británicos de ultramar.

Como colofón, el nuevo monarca saludará desde el balcón de Buckingham a los congregados en The Mall, una tradición inamovible desde la coronación de Eduardo VII en 1902. La Casa Real ha confirmado que Carlos III y Camila mantendrán esta tradición, pero hasta la fecha no ha detallado qué miembros de la Familia Real participarán.