Irán amenaza a Israel con “una dura cuenta atrás” tras la muerte de un alto cargo de la Guardia Revolucionaria

Irán ha amenazado en las últimas horas de manera reiterada a Tel Aviv con “poderosas” represalias una tras la muerte de un alto cargo de la Guardia Revolucionaria, Razi Musavi, como consecuencia de un bombardeo de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en las afueras de Damasco el pasado lunes. Entretanto, Israel intensifica su operación antiterrorista con nuevos bombardeos en el centro y el sur de Gaza, donde asegura haber golpeado a más de “un centenar de objetivos terroristas” en las últimas 24 horas.

En un mensaje en la red X (la antigua Twitter), el ministro de Exteriores iraní, Hossein Amirabdollahian, quien expresó sus condolencias a las “naciones iraní y siria” y a la familia de Razi Musavi –una figura cercana al antiguo jefe de la Fuerza Quds, Qasem Soleimani, muerto en enero de 2020 en un bombardeo estadounidense en Bagdad--, advirtió a las autoridades israelíes de una “dura cuenta atrás”. “Este honorable mártir luchó valientemente durante muchos años junto al mártir Qasem Soleimani para garantizar la seguridad de Irán y de la región contra los terroristas”, afirmó Amirabdollahian a través de su perfil en X.

Horas antes y en unos términos similares, el presidente iraní, Ebrahim Raisi, había advertido que “definitivamente el régimen sionista pagará por dicho crimen”, según se hacía eco la agencia estatal de noticias IRNA. El portavoz del Ministerio de Defensa iraní, Talai Nik, afirmaba que “este crimen merece un castigo” antes de avanzar que Teherán dará “una operación poderosa y sabia” como respuesta al bombardeo israelí en Siria “en un momento y lugar apropiado”.

Aunque las autoridades israelíes no se han pronunciado sobre la eliminación de Musavi, admiten ataques en suelo sirio contra fuerzas proxy pro iraníes. Musavi era una figura clave en la coordinación militar entre Irán y Siria y, según Teherán, cumplía labores de asesoría en esta materia en Damasco. La misión fue lanzada en 2014 y estuvo encabezada en su momento por Soleimani, en lo que las autoridades iraníes definieron como una operación para hacer frente al Estado Islámico en Irak y Siria.

Además, los mandos militares israelíes aseguraban haber golpeado exitosamente “un centenar de objetivos terroristas” en Gaza. “Los combatientes de las FDI que maniobran en el territorio de la Franja de Gaza, en cooperación con la Fuerza Aérea y la Armada, siguen atacando muchos objetivos terroristas, células terroristas e instalaciones militares usadas por organizaciones terroristas”, precisaban las autoridades militares israelíes. Las tropas israelíes localizaron en Daraj Tupá, en el norte de la Franja, una “sede militar” de la Yihad Islámica en la que se hallaron armas y documentos de la organización terrorista.

En declaraciones al regreso de Gaza, el jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Herzl Halevi, aseveraba que las FDI se encuentran “cerca de concluir el desmantelamiento de los batallones de Hamás en el norte de la franja de Gaza”. Con todo, Halevi advirtió que la operación antiterrorista “proseguirá muchos más meses” porque los objetivos “no son fáciles de lograr” y los combates se están llevando a cabo en un “territorio complejo”.

Por su parte, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, advertía también a los líderes de Hamás de que “continuamos la guerra, intensificamos los combates en el sur de Gaza y en todas partes”. “Lucharemos hasta el final”, escribía el jefe del Gobierno israelí en X.

Entretanto, la tensión volvió a elevarse en la frontera entre Israel y Líbano en las últimas horas. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atacaron objetivos de Hizbulá en el sur libanés después de que la milicia chií lanzara dos misiles antitanque contra localidades del norte de Israel. Fuentes de la seguridad libanesa citadas por el diario local "L’Orient-Le Jour" aseguraban esta tarde que siete obuses israelíes impactaron fundamentalmente en las afueras de las localidades de Tayr Harfa y de Meis el-Jabal, en el sur del país. Además, dos drones israelíes atacaron objetivos de Hizbulá en la localidad de Qlaylé, en el distrito de Tiro, en el sur de Líbano, antes de llevar a cabo un bombardeo.

Por su parte, los bombardeos de la organización apéndice de Teherán en Líbano –donde actúa como un Estado dentro del Estado- hirieron a nueve soldados israelíes –uno de ellos se encuentra en estado grave— y a un civil. Además, causaron daños materiales en una iglesia, la de Santa María, en Iqrit, una localidad israelí que fue de mayoría cristiana hasta comienzos de 1950 situada junto a la frontera.

Mientras tanto, dos palestinos murieron tras una incursión de las FDI en un campo de refugiados situado cerca de la ciudad de Hebrón, en Cisjordania, según informó el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Palestina.

Al cierre de este edición, en el día 81º de la guerra, más de 1.200 israelíes habían perdido la vida como consecuencia de la cadena de ataques terroristas perpetrada por Hamás a partir de la mañana del 7 de octubre y 161 militares habían perecido en combate en el interior de la Franja. Según datos del Ministerio de Sanidad del Gobierno de Gaza, en manos de Hamás, casi 21.000 personas han fallecido en la Franja como consecuencia del operativo israelí. Los ataques de colonos y operaciones israelíes en Cisjordania han dejado además 280 víctimas mortales.