Atentado en Moscú

El Kremlin trata de vincular a Ucrania en el atentado de Moscú pese a la reivindicación de Daesh

Putin busca utilizar la masacre para recrudecer la guerra en el país vecino ante las denuncias de Zelenski

Moscow (Russian Federation), 24/03/2024.- Russian President Vladimir Putin lights a candle to commemorate the victims of a terrorist attack on the Crocus City Hall concert venue on a day of national mourning in Moscow, Russia, 24 March 2024. On 24 March, Russia observed a day of national mourning for the victims of the terrorist attack in Krasnogorsk's Crocus City Hall. At least 152 people were killed and more than 100 hospitalized after a group of gunmen attacked the concert hall in the Mosc...
El presidente ruso Vladimir Putin durante el día de luto nacional por las víctimas del atentado contra una sala de conciertos a las afueras de MoscúMIKHAIL METZEL/SPUTNIK/KREMLIN PAgencia EFE

El Kremlin se niega a aceptar que el Estado Islámico estuvo detrás de la masacre en Moscú mientras busca utilizar la tragedia para justificar su agresión contra Ucrania. A pesar de que el grupo yihadista se atribuyó la responsabilidad del atentado del viernes y ha publicado el vídeo de las ejecuciones filmado por los atacantes, los líderes rusos continúan sugiriendo la responsabilidad de Ucrania.

«Ninguno de los atacantes estaba dispuesto a morir, no eran fanáticos religiosos. No fue el Estado Islámico», sugirió Margarita Simonyan, jefa de la maquinaria de propaganda rusa. Antes había acusado a Ucrania del ataque, sin aportar ninguna prueba, sugiriendo que los aliados del país invadido en la Unión Europea y la OTAN también estaban involucrados. Al igual que el presidente ruso Vladimir Putin, quien después de un prolongado silencio de 19 horas sugirió el sábado que los presuntos perpetradores, que fueron detenidos el mismo día cerca de la frontera con Bielorrusia, en realidad planeaban cruzar a través de «una ventana preparada» en la frontera ruso-ucraniana.

Otros políticos rusos, como el senador Dmitri Rogozin, se apresuraron a jurar «venganza» a Ucrania por los ataques, mientras que los medios estatales recibieron la orden de vincular el ataque terrorista con Ucrania, según una fuente citada por el medio opositor ruso exiliado Meduza.

Ucrania ha rechazado firmemente las acusaciones. Como mínimo, Rusia va a utilizar el ataque para avivar los sentimientos antiucranianos entre sus ciudadanos y puede ser directamente responsable del ataque, según Kyiv. «Putin, en lugar de cuidar a sus ciudadanos y hablar con ellos, permaneció en silencio durante un día. Todo este tiempo pensó en cómo vincular este [ataque] con Ucrania. Todo es absolutamente predecible», subrayó el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en un discurso nocturno del sábado.

«Putin y otra escoria simplemente están tratando de echarle la culpa a alguien más. Siempre emplean los mismos métodos», dijo Zelenski. Se refirió a la serie de explosiones mortales en bloques residenciales en toda Rusia en 1999, que ayudaron al entonces relativamente desconocido Vladimir Putin a lanzar la Segunda Guerra Chechena y ganar su primera elección presidencial con promesas de garantizar la seguridad para los ciudadanos. Muchos sospechan que las fuerzas de seguridad rusas organizaron aquellas explosiones para aumentar las posibilidades electorales de Putin.

«Esos cientos de miles de rusos que ahora están siendo asesinados en suelo ucraniano serían suficientes para detener a cualquier terrorista», subrayó Zelenski. «Putin es un mentiroso patológico», dijo por su parte el ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba, señalando que el líder ruso «está intentando desesperadamente vincular a Ucrania u otras naciones occidentales» con el tiroteo. Su objetivo es motivar a más rusos a morir «en su guerra criminal y sin sentido contra Ucrania», así como inculcar aún más odio hacia otras naciones, «no solo los ucranianos, sino todo Occidente», sugirió Kuleba.

Para evitar ser visto como débil, Putin tendría que responder con fuerza al Estado Islámico si hubiera aceptado que es responsable del ataque, subraya Tymofii Milovanov, de la Escuela de Economía de Kyiv. Sin embargo, como carece de los medios para hacerlo, en parte porque está «atrapado» en Ucrania, Putin elige culpar a Ucrania, explica Milovanov en sus redes sociales. Ignorar la amenaza islamista puede convertirse en otro error costoso para él, argumenta el analista, ya que socava aún más el acuerdo tácito en el que se basa su gobierno, según el cual proporciona seguridad a los rusos a cambio de lealtad.

Por ahora, Ucrania está obligada a resistir los continuos ataques rusos, como el de la noche del sábado, cuando más de 40 drones y misiles atacaron su infraestructura en Kyiv y la región occidental de Leópolis, entre otras. Cientos de miles de civiles tuvieron que dormir en estaciones de metro y en los pasillos de sus casas, lejos de las ventanas. Mientras, Zelenski instó a los aliados a proporcionar más sistemas de defensa aérea. Unos 200.000 habitantes de Járkov, en el este, y 75.000 habitantes de Kryvyi Rih, en el centro, permanecían el domingo sin electricidad o calefacción, como consecuencia de los ataques.

Mientras tanto, dos grandes buques rusos fueron alcanzados en otro ataque nocturno con misiles contra Sebastopol, reveló Ucrania. «Las fuerzas de defensa alcanzaron los grandes buques de desembarco Yamal y Azov», informó el Estado Mayor del Ejército.

La magnitud de los daños no está clara por el momento. Las autoridades instaladas por Rusia afirman que el «ataque fue repelido» aunque reconocen que se convirtió en «el mayor de los últimos tiempos». Al menos tres grandes explosiones fueron capturadas en un vídeo, con el centro de mando de comunicaciones de la Flota rusa del Mar Negro también alcanzado, según Ucrania.

El ataque asesta otro golpe al intento ruso de mantener el control sobre el mar. Más de un tercio de los 80 barcos rusos habían sido «destruidos» hasta el momento, mientras que «muchos más» han resultado dañados por drones y misiles, informaron anteriormente las fuerzas marítimas de Ucrania.

Alarmas en Polonia

Un misil ruso atravesó Polonia en su ruta hacia un objetivo cerca de Leópolis y permaneció en su espacio aéreo durante casi 40 segundos, revelaron oficiales de este país, afirmando que sus aviones de combate F-16 estaban listos para derribarlo si fuera necesario. «El ejército polaco derribaría un misil ruso si estuviera seguro de que se dirige a un objetivo en Polonia», subrayó el ministro de Defensa, Vladislav Kosiniak-Kamys.

Polonia exigirá una explicación a la Federación Rusa en relación con otra violación del espacio aéreo, informó su ministerio del Exterior. «En primer lugar, llamamos a la Federación Rusa a detener los ataques aéreos terroristas contra el pueblo y el territorio de Ucrania, detener la guerra y resolver los problemas internos del país», afirmó su portavoz.