Elecciones en Turquía

Interrogantes abiertas en el futuro de los kurdos tras la victoria de Erdogan

La minoría étnica constituye el 20% de la población turca. Las zonas de mayor respaldo a la causa independentista temen que se produzca una nueva ofensiva armada de las fuerzas turcas

FILE - Supporters of President Recep Tayyip Erdogan celebrate outside AKP (Justice and Development Party) headquarters in Istanbul, Turkey, Sunday, May 14, 2023. Turkish President Recep Tayyip Erdogan has remained in power for 20 years by repeatedly surmounting political crises: mass protests, corruption allegations, an attempted military coup and a huge influx of refugees fleeing Syria's civil war. Now the Turkish people and economy are being pummeled by sky-high inflation, and many are still recovering from a devastating earthquake in February made worse by the government's slow response. (AP Photo/Khalil Hamra, File)
Simpatizantes de Recep Tayyip Erdogan celebran su victoria en la primera vuelta del 14 de mayoASSOCIATED PRESSAgencia AP

Entre los colectivos con más motivos para la preocupación por la más que probable reválida de Recep Tayyip Erdogan como presidente turco tras la segunda de este domingo están, sin duda, los kurdos, grupo étnico que en el Estado fundado por Ataturk constituye un 20% de la población, repartida sobre todo en el centro, este y sureste de Anatolia, y que puebla amplias zonas de las actuales Siria, Irak e Irán.

La probable victoria de Erdogan en las presidenciales este domingo –un triunfo que rozó el pasado día 14 al lograr el 45,5% de los votos- inquieta en el seno de las comunidades kurdas nacionalistas ante la posibilidad de una pronta ofensiva de las fuerzas turcas. Si en los años de forja de su liderato el líder del islamista AKP amplió el reconocimiento de la identidad kurda en el seno del Estado turco y se mostró conciliador con el movimiento independentista, en los últimos años, especialmente desde 2015, la persecución contra la militancia kurda ha sido cada vez más dura. En el historial del mandatario, de 69 años, constan masivas detenciones de miembros del Partido de Democrático de los Pueblos (HDP) y de abogados o artistas simpatizantes de la causa de la izquierda kurda.

No en vano, a medida que avanzaba la campaña y aún más acusadamente en la cuenta atrás para la segunda vuelta el nacionalismo turco se ha convertido, por encima de los problemas económicos y sociales, en el centro del debate.

El apoyo del candidato ultranacionalista Sinan Ogan a la candidatura de Erdogan ha obligado a su principal rival, Kemal Kilicdaroglu –segundo el 14 de mayo con el 45% de los sufragios al frente de una alianza integrada por seis partidos-, a elevar el tono patriótico y a prometer la expulsión de todos los refugiados sirios –hay hasta 3,4 millones en suelo turco- si logra convertirse en presidente.

Las posiciones cada vez más agresivas del líder del Partido Republicano del Pueblo (CHP) frente a la migración –su candidatura se ha granjeado el apoyo de una nueva formación nacionalista y xenófoba, el Partido de la Victoria- le restarán previsiblemente voto kurdo en la segunda vuelta este domingo. En este sentido, en entrevista con Reuters, el director del Centro de Estudios Kurdos, Reha Ruhaviouglu, constataba la pérdida de confianza de muchos votantes kurdos por la candidatura de Kilicdaroglu: “La desmotivación deriva del discurso político del CHP, que ha pasado de la reconciliación a la política securitaria. El HDP debe motivar a su base diciendo: ‘Si pierde Kilicdaroglu, perdemos también’”.

No obstante, la comunidad kurda de Turquía está lejos de ser una realidad uniforme. Una parte importante de la población kurda votó por Erdogan el pasado 14 de mayo y volverá a hacerlo por el actual presidente mañana. El AKP se impuso hace dos semanas y en elecciones precedentes en zonas de mayoría kurda del centro y este del país. No en vano, las reticencias de la otra mitad de los kurdos de Turquía a la hora de votar por la candidatura de Kilicdaroglu, a pesar de haber contado con el respaldo del izquierdista y pro kurdo HDP, explica en parte, según los especialistas, unos resultados peores de lo que estimaban las encuestas durante la campaña para el candidato de la Alianza Nacional –y líder del CHP.

Al mismo tiempo, el respaldo del principal partido kurdo y tercero de Turquía a Kilicdaroglu fue utilizado durante la campaña por Erdogan para ser acusado de connivencia con el terrorismo dados los supuestos vínculos entre el Partido Republicano del Pueblo (HDP) y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerada organización terrorista por Ankara, la UE y Estados Unidos y responsable de una insurgencia que ha causado 40.000 muertes desde 1984.

También es patente la inquietud entre los kurdos de Siria –donde el porcentaje perteneciente a esta minoría roza el 10%, concentrados fundamentalmente en el noreste, donde controlan una amplia parte del territorio- por la rehabilitación internacional del dictador Bachar el Asad, más aún cuando, tras más de doce años de ruptura, se espera que ambas administraciones, la turca y la siria, lleguen a un acuerdo que permita a Erdogan mantener a raya a los movimientos kurdos, una de sus grandes obsesiones en sus dos décadas en el poder, a las puertas de sus fronteras meridionales.

No en vano, recientemente el máximo responsable militar de las Fuerzas Democráticas Sirias –primer aliado de Estados Unidos en la guerra contra el Estado Islámico- se desplazó hasta Emiratos Árabes Unidos para buscar la mediación del pequeño Estado árabe con vistas a alcanzar un acuerdo de no agresión con Damasco, según una información del digital "Al Monitor".

Por otra parte, desde el Kurdistán iraquí, el único que goza de autonomía política reconocida por el Estado, el nuevo escenario turco-sirio se percibe de una forma marcadamente distinta. El Gobierno regional ha construido sólidos lazos con Erdogan en los últimos años. Turquía ha sido uno de los principales compradores de crudo del Kurdistán iraquí. De hecho, el presidente del Kurdistán, Nechirvan Barzani, no ha ocultado sus deseos de que Erdogan, pragmático y contradictorio, siga ocupando el trono presidencial durante cinco años más en Ankara.