Francia

Lecornu recurre a perfiles técnicos para armar un gobierno de difícil supervivencia

La incorporación del prefecto de Policía de París y la salida de Valls, entre las novedades del Gabinete

L'Haÿ-les-Roses (France), 11/10/2025.- France's Prime Minister Sebastien Lecornu visits a police station in L'Hay-les-Roses, on the southern outskirts of Paris, France, 11 October 2025. (Francia) EFE/EPA/MARTIN LELIEVRE / POOL MAXPPP OUT
Lecornu, en una comisaría de París de visita oficial MARTIN LELIEVRE / POOLAgencia EFE

Probablemente es el último cartucho para no ir a elecciones y Sebastien Lecornu, renombrado por sorpresa el pasado viernes como primer ministro tras su intento fallido de formar gobierno hace una semana, ha apurado las horas del domingo seleccionando un gabinete que encaje con el momento político que vive Francia.

Entre los criterios del complicado cásting está que sea lo suficientemente rupturista con los anteriores gobiernos de Macron, ministros sin ambiciones para 2027 que puedan hacerlo implosionar y una inclinación porque puedan entrar perfiles técnicos en ciertas carteras preservados del fuego político. El Elíseo confirma que Macron ha dado «carta blanca» al inquilino del palacio de Matignon para que diseñe el gabinete más adecuado para los objetivos a corto plazo de sacar adelante los temidos presupuestos y dar un mínimo de estabilidad al país. Ya ni siquiera eso parece sencillo.

Al cierre de esta edición, Lecornu se encontraba en el Elíseo acabando de perfilar la lista de nuevos ministros entre los que destaca el nombre de Laurent Núñez, prefecto de la policía en París durante años y que aterriza en el Ministerio del Interior según varios medios franceses en recambio de Bruno Retailleau, líder de Los Republicanos que provocó la crisis de la semana pasada.

Un gabinete del que saldría Manuel Valls y en el que entrarían numerosos nombres desconocidos del gran público, una mezcla de diputados jóvenes, nombres de la sociedad civil y algunos perfiles técnicos, y que mantiene la paridad entre hombres y mujeres. El primer consejo de ministros será el martes. Hoy lunes los nuevos ministros tomarán el cargo en actos de máxima sobriedad, brevedad y sin prensa según anuncia BFMTV.

La entrada de técnicos en el gobierno permite dar una imagen de «renovación y neutralidad a la vez para negociar con las formaciones políticas», dicen fuentes del partido de Macron a France Télévisions. Lecornu ha acabado de perfilar rápidamente la lista de un gobierno que cumpla los plazos constitucionales para aprobar los Presupuestos del año que viene.

A las dificultades del cásting se ha añadido que algunas formaciones del bloque central ahora no quieren entrar en un ejecutivo que puede nacer si no muerto, sí tocado. Los Republicanos (derecha clásica) creen que «las condiciones no se dan», pero no harán caer a Lecornu para que se pueda aprobar un Presupuesto. Le brindarán, dicen, un «apoyo exigente», propuesta a propuesta.

Pero en medio de esta parálisis, algo sí se está moviendo y puede parecer sorprendente. La popularidad del propio Lecornu se ha disparado tras sus escasas intervenciones ante los medios de comunicación. Los franceses están reconociendo en el primer ministro un hombre humilde, entregado a la difícil tarea y obligado a torear con egos, vetos y líneas rojas para no caer al abismo.

Resultado, 11 puntos de subida en popularidad según IPSOS en una semana. «Es ridículo el espectáculo que está dando la clase política desde hace varios días», ha dicho Lecornu durante este fin de semana. «No tengo agenda, y no tengo otra ambición que la de salir de esta situación que es difícil para todos», ha reconocido. Lecornu es de palabras sencillas, explicaciones claras y a diferencia de su antecesor en el cargo, Bayrou, habla poco en primera persona y mucho en la responsabilidad común de la clase política en sacar las cosas adelante. Y parece que algún efecto en la opinión pública está creando

Con todo, su supervivencia y la de su gobierno no parecen fáciles. La duda en medio del caos político es cuánto durará el segundo Lecornu. Y podría no pasar del jueves, si los partidos presentan una moción de censura el martes, que se votaría dos días después. La izquierda radical de Jean-Luc Mélenchon y el Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen ya han avanzado que lo harán. Parece que todo pueda depender del apoyo que le brinde el partido socialista y esto pasaría por la controvertida reforma de las pensiones de Macron que eleva de los 62 a los 64 años la edad de jubilación y que tanta contestación tuvo en las calles de Francia.

El Partido Socialista pide la suspensión de la ley y condiciona a ello desistir de una moción de censura. «Censuraremos inmediatamente al Gobierno de Lecornu si no cambia de política de manera clara, con la suspensión inmediata de la reforma de las pensiones», ha avisado el portavoz de la formación, Pierre Jouvet. Las elecciones legislativas anticipadas siguen en el horizonte, pero antes debe aprobarse un Presupuesto.

La presidenta de la Asamblea, Yaël Braun-Pivet, ha pedido en las últimas horas que se reanuden los trabajos parlamentarios en ese sentido lo antes posible: Lecornu «es la elección del presidente. La Asamblea Nacional está preparada».