Política

Dublín

Londres celebra que el Sinn Féin continúe apoyando a la Policía norirlandesa

La ministra británica para Irlanda del Norte, Theresa Villiers, celebró hoy que el Sinn Féin haya reiterado su apoyo a la Policía de la región (PSNI), después de que amenazara con retirarlo por la detención de su presidente, Gerry Adams.

El líder republicano, quien mantiene su inocencia, fue puesto ayer en libertad sin cargos tras permanecer detenido durante cuatro días para ser interrogado por el asesinato de una mujer católica cometido por el IRA en 1972.

El Sinn Féin considera que el arresto es fruto de una conspiración de un sector de la PSNI y de radicales unionistas que buscan dañar al proceso de paz y al partido en las elecciones locales y europeas de este mes.

La formación nacionalista llegó a amenazar con retirar su apoyo a las fuerzas del orden si acusaban a Adams por el citado asesinato, lo que seguramente hubiese provocado la caída del Gobierno autónomo de Belfast, de poder compartido entre católicos y protestantes.

"Hubiese tenido un efecto muy desestabilizador. Celebro mucho que no lo hayan hecho", declaró hoy Villiers a la emisora pública irlandesa RTE.

La titular del Reino Unido en la provincia británica reveló que Londres y Dublín se han mantenido en "estrecho contacto"durante los cuatro días que Adams ha permanecido detenido ante la posibilidad de que la crisis se agravara.

Los primeros ministros británico e irlandés, los conservadores David Cameron y Enda Kenny, respectivamente, mantuvieron ayer una conversación telefónica para analizar la situación, señaló Villiers.

En este sentido, el viceprimer ministro irlandés y titular de Exteriores, Eamon Gilmore, pidió hoy a las formaciones norirlandesas, por el bien del proceso de paz, que eviten "especular"sobre el caso del presidente del Sinn Féin.

Aunque no ha presentado cargos, la PSNI remitirá a la Fiscalía norirlandesa un informe para dejar en sus manos la decisión de imputar a Adams en relación con este asesinato, algo improbable, según éste, quien ha asegurado que "no hay pruebas"contra él.

Jean McConville, viuda de 37 años, católica y madre de diez hijos, fue asesinada por el IRA (ahora inactivo) por espiar para las fuerzas británicas, una acusación que resultó ser falsa, y su cuerpo no fue descubierto hasta 2003, cuatro años después de que la banda reconociese su autoría y diese pistas sobre el paradero.