Opinión

Menos sanciones, más soluciones

La oposición venezolana no termina por tener una postura concreta con respecto a posibles soluciones al drama económico

Juan Guaido
Juan GuaidoLEONARDO FERNANDEZ VILORIAREUTERS

Mientras Juan Guaidó sigue denunciando el diseño de un plan desde el chavismo para encarcelarlo, la oposición venezolana no termina por tener una postura concreta con respecto a posibles soluciones al drama económico. Por momentos, el foco se pone en otro lado. Por ejemplo, las sanciones. Una de las posturas plantea que la falta de movilidad económica, ante la imposibilidad de comerciar, perjudica en última instancia el bolsillo de la gente. La otra postura afirma que las sanciones resultan un comodín para el discurso antiimperialista de Maduro. Con ello, encubre su fracaso en materia económica y se deslastra del problema; es decir, y en palabras del Gobierno: «La crisis económica es culpa de los gringos, no nuestra».

Incluso con un relajamiento de las sanciones, el discurso del bloqueo económico no desaparecerá –por lo menos en el corto y mediano plazo– del discurso chavista. Necesitan de esa letra, de esa épica. Por tanto, Maduro podría estar abogando por esa flexibilización en negociaciones que en la actualidad se están desarrollando, pero está claro que el fracaso económico ya tiene dueño y tiene responsable para los que gobiernan en Venezuela: el imperio.

En este sentido, la oposición deberá ser creativa evadiendo el tema de las sanciones. En la carrera por las primarias, y posteriormente por la presidencia, la gente lo que espera son soluciones, un discurso alternativo y con vista hacia el futuro. Los venezolanos se cansaron de las peleas y de las etiquetas que señalan a los responsables de los problemas. Allí, precisamente, se fortalece Maduro. No hace falta hablar únicamente de los padecimientos, llegó la hora de las soluciones, de la receta médica. Allí Maduro no tiene respuesta.