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Defensa

La US Navy desata su arma más temible: un buque robot de 100 toneladas que ataca solo a 1.600 km de distancia

La carrera por dominar los mares con buques de guerra no tripulados se acelera en Estados Unidos, donde la Marina ha impulsado una alianza clave para construir en masa una nueva flota de barcos autónomos polivalentes

La US Navy desata su arma más temible: un buque robot de 100 toneladas que ataca solo a 1.600 km de distancia Blue Water

La agilidad de una empresa emergente, fundada por veteranos de la Marina de Estados Unidos, se ha fusionado con la potencia industrial de un constructor naval consolidado para dar forma al futuro de la guerra no tripulada. La alianza entre la joven Blue Water Autonomy y el astillero Conrad Shipyard representa un nuevo modelo de colaboración en el sector de la defensa norteamericano, destinado a fabricar una nueva generación de buques de superficie autónomos para la Armada. Este proyecto se enmarca en una estrategia más amplia para la modernización de la flota, donde los robots militares también se encargarán de proteger los buques de guerra convencionales.

De hecho, la clave para acelerar la producción de esta nueva flota reside en el músculo industrial que aporta Conrad Shipyard. La compañía pondrá a disposición sus cinco astilleros ya operativos repartidos por la Costa del Golfo, una decisión estratégica que permite aprovechar la capacidad existente y evitar la necesidad de levantar desde cero costosas y complejas instalaciones para satisfacer las exigencias del contrato.

Además, para garantizar la solidez del proyecto, Blue Water Autonomy ha reforzado su cúpula directiva con la incorporación de veteranos de la industria de defensa. Se trata de perfiles con una dilatada experiencia en gigantes del sector como General Dynamics y expertos que participaron directamente en el avanzado programa de buques autónomos de DARPA, la agencia de investigación y desarrollo del Departamento de Defensa estadounidense, una estrategia de refuerzo del equipo directivo, tal y como han publicado en Interesting Engineering.

Así son los buques de guerra modulares y autónomos

En este sentido, las embarcaciones que se construirán son de una envergadura considerable, con un desplazamiento que puede llegar a las 100 toneladas. Su diseño les otorga una autonomía de miles de kilómetros, siendo capaces de navegar más de 1.600 kilómetros sin necesidad de repostar. Esta capacidad les permite ejecutar misiones de larga duración en alta mar sin requerir la intervención humana directa.

Por otro lado, este programa responde a una necesidad estratégica del Pentágono, concretamente a su iniciativa MASC (Modular Attack Surface Craft), que busca dotar a sus fuerzas navales de una mayor flexibilidad. La concepción modular de estos buques les confiere una enorme versatilidad operativa, ya que pueden adaptarse con facilidad para desempeñar misiones tan diversas como la logística, la vigilancia, el reconocimiento e incluso el despliegue de municiones. De hecho, su capacidad para el despliegue de armamento es clave en los nuevos escenarios bélicos, donde la munición inteligente y los ataques en enjambre están llamados a ser protagonistas.

En definitiva, esta asociación dota a las fuerzas armadas estadounidenses de una herramienta con la que se refuerza la presencia estadounidense en distintos teatros de operaciones. La combinación de la innovación de una empresa ágil, dirigida por personas que conocen de primera mano las necesidades del combate naval, y la capacidad de un constructor de larga trayectoria, dibuja un nuevo horizonte para los conflictos en el mar.