Política

Túnez

"Ningún país del mundo es inmune al terrorismo"

Así lo asegura Khemaies Jhinaoui, ministro de Exteriores de Túnez, en una entrevista para LA RAZÓN

Khemaies Jhinaoui, ministro de Exteriores de Túnez / Foto: Cipriano Pastrano
Khemaies Jhinaoui, ministro de Exteriores de Túnez / Foto: Cipriano Pastranolarazon

Así lo asegura Khemaies Jhinaoui, ministro de Exteriores de Túnez, en una entrevista para LA RAZÓN.

A Jhinaoui le gustaría que su homólogo español retirase la alerta de viaje del Ministerio de Exteriores. En el cargo desde 2016, ayer visitó Madrid para incidir en la inversión extranjera y que «desde que somos un país abierto y pacífico nos convertimos también en un objetivo terrorista». El titular de Exteriores insiste en una entrevista con LA RAZÓN –antes de reunirse en Casa Árabe con empresarios españoles– en que Túnez es ahora «tan segura como cualquier capital europea».

A Khemaies Jhinaoui le gustaría que su homólogo español retirase la alerta de viaje del Ministerio de Exteriores. En el cargo desde 2016, ayer visitó Madrid para incidir en la inversión extranjera y que «desde que somos un país abierto y pacífico nos convertimos también en un objetivo terrorista». El titular de Exteriores insiste en una entrevista con LA RAZÓN –antes de reunirse en Casa Árabe con empresarios españoles– en que Túnez es ahora «tan segura como cualquier capital europea».

El lunes 14, Túnez celebró su octavo aniversario desde la caída del dictador Ben Ali, ¿qué ha aprendido el país?

Se ha logrado mucho desde 2011. Primero se celebraron, por primera vez en la historia del país, elecciones justas y libres en octubre de 2011, para elegir a la Asamblea Constituyente. Después adoptamos una de las constituciones más modernas y avanzadas del mundo en 2014 y organizamos al final de ese año se convocaron elecciones legislativas y presidenciales. Hoy tenemos casi finalizados casi todas los pilares institucionales para una democracia completa y que funcione. Contamos con un nuevo presidente, un nuevo parlamento, pero también un organismo independiente que vigila las elecciones, una comisión que vela por la libertad de los medios... Además, el Parlamento está trabajando en una nueva ley para establecer una Corte Constitucional. Éste es prácticamente el último paso de cara a finalizar el marco institucional para una democracia total. A finales de año organizaremos otros comicios generales. Espero que en 2020, Túnez sea reconocido mundialmente como una plena democracia, operativa y normal.

¿Cuáles son los principales retos?

El país se enfrenta a dos amenazas principales. La primera es cómo afrontar las amenazas a la seguridad, en particular el terrorismo. Como sabe, ningún país del mundo es inmune al terrorismo. Incluso España ha sido testigo de varios ataques en su territorio. Túnez también lo sufrió, sobre todo en 2015, Túnez fue víctima de graves atentados terroristas que impactaron duramente en toda la economía y en el turismo. En la actualidad, nuestras Fuerzas de Seguridad están mejor entrenadas y equipadas. Y puedo decirle que la capital ahora y el país en general, es tan seguro como cualquier otra ciudad europea. Porque estamos haciendo lo mejor que podemos en controlar nuestra frontera mejor para así prevenir cualquier tipo de ataque y capacidad de reacción. El segundo reto principal es reavivar la economía y cómo lograr que responda a las expectativas de la juventud que en 2011 demandó más dignidad, lo que significa más empleos. Desafortunadamente, todavía estamos luchando para tener un nivel de crecimiento normal. Quieren que el Gobierno genere más trabajos y oportunidades, sobre todo para la gente joven, y en particular para aquellos con títulos universitarios.

Tras la inmolación de un cámara que protestaba por los problemas económicos el mes pasado, hubo nuevas manifestaciones. ¿Cómo lo gestionó el Gobierno? ¿Temían que una nueva revolución?

No. No se desató ninguna nueva revolución. Estas son reacciones normales de la gente joven que protesta contra el aumento del coste de vida. La juventud demanda empleo, trabajos dignos... Las protestas son algo normal en un país democrático. La Policía y las Fuerzas de Seguridad manejaron las manifestaciones de acuerdo con la ley. Túnez es un país libre, cualquiera puede protestar en las calles ahora. Eso sí, de acuerdo a la legislación actual. Esto es ahora algo común en la vida social y política del país. Puede haber protestas cada día. Es un comportamiento saludable que muestra que el país se va moviendo hacia una buena dirección.

¿Qué medidas económicas y financieras son necesarias? ¿Qué reformas harán para aumentar la calidad de vida?

Ya hemos implementado varias leyes como la de inversión (2015), una nueva ley privada y pública para fomentar los partenariados extranjeros. Intentamos «desregularizar» la economía, abrirla e integrarla en los mercados internacionales, en particular el europeo. Esto ayudará a Túnez a atraer la inversión exterior y convertirse en un destino real para las compañías que quieran explorar nuevas oportunidades.

El periodo post revolución -con la lógica agitación social- y los ataques terroristas que usted ha mencionado, se llevaron por delante uno de los tesoros más preciados del país, el turismo. ¿Está mejorando el sector turístico? ¿Vuelven los turistas a confiar otra vez en Túnez? ¿Qué países principalmente?

Hemos trabajado muy duro desde 2015 para convencer a nuestros socios, sobre todo nuestros vecinos europeos, de que Túnez está haciendo todo lo que puede para mantener la seguridad de los turistas y los lugares sensibles como aeropuertos, puertos y centros turísticos. Muchos países, incluidos aquellos que son muy estrictos porque tuvieron víctimas nacionales, que cambien su recomendación de viaje y recomienden Túnez a los touroperadores. Ahora el turismo ha vuelto. Este año hemos recibido más de 8 millones de turistas, un récord para el país. Los mercados principales respondieron bien, incluidos Reino Unido y Alemania. En Madrid trabajaremos con nuestros amigos españoles y mi homólogo español para que cambien la alerta de viaje. España y Túnez tienen un patrimonio común.

La comunidad internacional, ¿debe respaldar más a Túnez, la única esperanza de las «primaveras árabes»?

En primer lugar, la comunidad internacional tiene que comprender mejor a Túnez. El éxito del país va más allá de nuestras fronteras, tiene un impacto en toda la región y en la arena internacional. Una vez que se entiende la importancia del éxito de Túnez, es muy normal que se comprenda que estamos buscando apoyos de nuestros socios europeos. Nuestro éxito es el de nuestros amigos europeos. El tipo de respaldo que buscamos es: más inversiones, más comercio, más acceso de los productos tunecinos al mercado, pero también que den oportunidades a nuestros jóvenes a través de becas, intercambios universitarios... Buscamos educación de calidad para nuestros jóvenes.

Finalmente, ¿habrá huelga general mañana jueves?

Esperamos que no tenga lugar, las negociaciones continúan. Nosotros, nuestro Gobierno, fue al FMI para pedir ayuda, no al revés, no nos impusieron nada. Nuestra economía sufre algunas dificultades y estamos intentando nivelar la situación financiera, en particular el presupuesto. Esperamos que se logre a finales de 2019. Mientras tanto, los sindicatos tienen derecho a pedir que se aumente el salario de los funcionarios. Hay diferentes opiniones entre sindicatos y el Gobierno. No queremos que se produzca una huelga general porque frenará la producción durante un día y tendrá consecuencias económicas.