El Estado Islámico (Isis, Daesh) ha anunciado, a través de su centro mediático en frances,An-Nur, el asesinato de 18 cristianos en el Congo, en un suma y sigue, sin que nadie parezca que puede poner freno a este terrible genocidio que se produce a pocas horas en avión de la civilizada Europa.

El mensaje no tiene desperdicio. La atrocidad, por supuesto, fue cometida gracias a la protección de Alá y siguiendo sus mandatos (?). Los cristianos vivían en el poblado de Manzia, en la región de Etori. Los terroristas, como no podía ser de otra manera, ya que asesinaron a sangre fría a personas indefensas, volvieron a sus posiciones sanos y salvos.

Todo esto ocurre en un contexto en que los países d Europa abandonan la lucha contra el yihadismo en África en favor de Rusia y su avanzadilla de los mercenarios de Wagner que, con sus atrocidades, no hacen otra cosa que engrosar las filas de las bandas terroristas.