
Terrorismo
Padres de los niños católicos secuestrados en Nigeria piden ayuda a los Estados Unidos ante su desamparo
Las autoridades han ordenado el cierre de todas las escuelas y los padres han organizado una operación de recuento de los raptados

"Todos los niños secuestrados son cristianos. Nos dicen que Estados Unidos nos ayudará, que el gobierno estadounidense quiere detener estos ataques, pero por ahora no entiendo por qué nos roban a nuestros hijos. Intento ser paciente, esperar a que Dios nos ayude. ¿Cómo puedo ser feliz si ya no veo a mis hijos? No soy feliz, estoy sufriendo", manifiesta uno de los padres de los niños secuestrados por yihadistas en una escuela católica del centro de Nigeria.
Existe una conmoción generalizada en Nigeria tras el secuestro de más de 300 estudiantes y profesores de la Escuela Católica Santa María en Papiri, en la zona central del país. En las aldeas circundantes, incluyendo Kwana, de donde provienen muchos de los niños secuestrados, las familias intentan identificar a los desaparecidos. Los residentes se sienten abandonados por las autoridades, informa RFI.
En Papiri y las aldeas circundantes del centro de Nigeria , la angustia y la ira han prevalecido desde el ataque de la noche del 20 al 21 de noviembre. Los dos hijos de Blessing Jammeh, un chico de 18 años y una chica de 12, fueron secuestrados. "Mis hijos y los de otros padres fueron llevados al monte, sin ropa ni zapatos. Están sufriendo afuera. Esta situación me duele mucho… de verdad. Se supone que los niños deberían ir a la escuela. ¿Desde cuándo tenemos que tener cuidado de enviar a nuestros hijos a la escuela", subraya.
Toda la región se está organizando para intentar compilar una lista de los desaparecidos. Esta situación se repite en Nigeria, donde los secuestros masivos se han vuelto comunes. En Kwana, a las afueras de Papiri, el jefe de la aldea, Dauda Chekula, va personalmente de familia en familia para contar a los niños desaparecidos. "En mi aldea, quince niños están desaparecidos. Algunos ni siquiera tienen cinco años. Somos agricultores, no tenemos nada. Si los bandidos piden dos o cinco millones de rescate, ¿de dónde esperan que saquemos ese dinero?", afirma.
Se está llevando a cabo una operación de búsqueda en la zona. Las autoridades nigerinas han ordenado el cierre de todas las escuelas y el despliegue de refuerzos militares. En las aldeas vecinas se han celebrado vigilias improvisadas desde el 21 de noviembre. Los residentes están recopilando información, familia por familia, con la esperanza de que algunos niños hayan logrado escapar.
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