Defensa

Portugal sigue potenciando su marina de guerra con seis nuevos patrulleros oceánicos

Con la adquisición de estos buques, el Gobierno luso pretende renovar su flota, sustituyendo las corbetas aún en uso, y reforzar su capacidad.

Imagen de la botadura de uno de los patrulleros oceánicos que ya existen de la clase Viana do Castelo
Imagen de la botadura de uno de los patrulleros oceánicos que ya existen de la clase Viana do CasteloMarinha Portuguesa

Parece claro que Portugal no quiere que sus Fuerzas Armadas se queden atrás una vez que parece claro que la mayor parte de los países europeos han decidido incrementar sus presupuestos de Defensa en el nuevo marco de inestabilidad geopolítica tras el inicio de la guerra en Ucrania. El Gobierno luso, además, ha decidido reforzar su marina de guerra que, pese a su brillante pasado histórico, no atraviesa sus mejores momentos, con una flota en muchos casos envejecida y corta efectivos. Así, si hace apenas unos meses se sabía que encargaba al astillero de Países Bajos Damen Shipyards Group el diseño, construcción y equipamiento de un buque polivalente de última generación, ahora ha firmado un contrato para la construcción de seis nuevos patrulleros oceánicos (NPO), en un acto que tuvo lugar el pasado 29 de diciembre.

Con la adquisición de estos buques, la Armada pretende renovar su flota, sustituyendo las corbetas aún en uso, y reforzar su capacidad de intervenir en espacios marítimos bajo soberanía, jurisdicción o responsabilidad nacional.

El Secretario de Estado de Defensa Nacional, Carlos Pires, afirmó que las nuevas NPO reflejan la importancia “atribuida a las Fuerzas Armadas, permitiéndonos satisfacer las necesidades actuales” y “preparar a la Armada y al país para los complejos desafíos que enfrentaremos en los próximos años marcados por la incertidumbre y la imprevisibilidad".

La Armada ya tiene en funcionamiento cuatro NPO de la clase Viana do Castelo, de 81 metros de eslora, esenciales en misiones de inspección pesquera, control del tráfico, prevención y lucha contra la contaminación marítima, lucha contra actividades ilegales como el tráfico de drogas y la inmigración ilegal, y para el cumplimiento de las normas del país. compromisos internacionales, especialmente en las áreas de búsqueda y salvamento marítimo y seguridad cooperativa. El armamento de las ya existentes es una ametralladora Oto Melara Merlin de 30 mm controlada remotamente. Además, puede embarcar, transportar y lanzar minas.

Además de la posibilidad de empleo en misiones y tareas de carácter no militar, las NPO añaden una mayor flexibilidad en términos de empleo operativo, ya que permiten responder a diferentes misiones y tareas.

Se pretende que estos buques tengan una gran flexibilidad para su uso en actividades de carácter militar, como guerra de minas, proyección de fuerzas, vigilancia submarina y apoyo a operaciones especiales. Estas capacidades permitirán a la Armada emplear las NPO en el marco de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, y en el contexto de las Naciones Unidas y la UE, en misiones de seguridad marítima y en operaciones de mantenimiento de la paz.

El proyecto de ingeniería NPO es del Estado portugués y ahora, en esta tercera serie, es revisado y actualizado en base a los avances tecnológicos y la experiencia adquirida con la operación de los barcos de la primera y segunda serie. Los nuevos barcos se construirán en Viana do Castelo, en los astilleros lusos West Sea, con capacidades tecnológicas avanzadas y se incorporarán a la flota de la Armada entre 2027 y 2030.