Golpe de Estado

El presidente de Níger, secuestrado y en paradero desconocido

La junta militar que gobierna Níger asegura que el presidente intentó escapar de su cautiverio con la ayuda de mercenarios extranjeros

El presidente de transición de Chad, el general Mahamat Idriss Déby Itno (i), compartió esta madrugada la primera fotografía del presidente depuesto de Níger, Mohamed Bazoum (d), desde el golpe de Estado militar que sufrió ese país el pasado miércoles.
El presidente de transición de Chad, el general Mahamat Idriss Déby Itno (i), compartió esta madrugada la primera fotografía del presidente depuesto de Níger, Mohamed Bazoum (d), desde el golpe de Estado militar que sufrió ese país el pasado miércoles. Twitter Mahamat Idriss Deby ItnoAgencia EFE

Los abogados de Mohammed Bazoum, el presidente de Níger que fue apartado del poder tras el golpe de Estado del pasado mes de julio, han denunciado este viernes que se encuentra desaparecido. El nuevo gobierno asegura a su vez que Bazoum intentó escapar con la ayuda de mercenarios extranjeros en la noche del 18 al 19 de octubre, justificando así que el presidente haya sido trasladado desde entonces a una ubicación desconocida.

Los abogados niegan que el presidente intentara escapar, mientras los golpistas no han sido capaces todavía de aportar las pruebas que corroboren su versión. Sólo se sabe a ciencia cierta que hubo un ir y venir de vehículos militares por las calles céntricas de la capital, Niamey, en la mañana del jueves, y que se desconoce desde entonces el paradero de Bazoum y de su familia. Los abogados denuncian que actualmente se encuentran “incomunicados” del mundo exterior.

El presidente de Níger podría estar muerto, sufriendo torturas o sano y salvo en su nueva prisión. No se puede saber. El presidente francés, Emmanuel Macron, quien fuera el mayor aliado de Bazoum en Europa, expresó este viernes su “preocupación por la situación incierta” en la que se encuentra su homólogo nigerino, entre que apeló en un comunicado a “la inmediata liberación de su mujer e hijo”. Igualmente, aseguró la “determinación de Francia para continuar con sus esfuerzos con el fin de restaurar el orden constitucional en Níger”.

El supuesto plan de escape de Bazoum, según sus captores, habría consistido en trasladar al presidente a un piso franco a las afueras de Niamey, desde donde se suponía que sería transportado en helicóptero a Nigeria. La junta militar aseguró haber arrestado a los actores principales de la operación y a varios de sus cómplices, sin que se conozca todavía de quienes se tratan.

Cabe a recordar que Bazoum y su familia llevan detenidos por la junta militar desde el 26 de julio, casi tres meses, sin que los esfuerzos diplomáticos de Francia, Estados Unidos y la CEDEAO (Comunidad Económica de Estados de África Occidental) hayan conseguido desatascar su situación. Sobre él pesa una grave amenaza: los militares anunciaron pocas semanas después del golpe que el presidente sería juzgado por alta traición en un futuro próximo. Un delito que el código penal nigerino castiga con la pena de muerte, de ser hallado culpable. En el comunicado que anunciaba la imputación de Bazoum, los golpistas dijeron haber hallado pruebas que confirmaban que éste había atentado contra la seguridad interior y exterior del país, y sería realista temer por la vida de Mohammed Bazoum, más aún tras este supuesto intento de evasión.

Los militares que ejecutaron el golpe de Estado lo hicieron con la intención de resolver la precaria situación del país a causa de la presencia yihadista, señalando a Bazoum y a Francia como socios necesarios de los terroristas. También acusaron al presidente de ser un agente de una corrupción endémica y que hace tropezar el desarrollo nigerino. Pese a todo, la situación de Níger en lo que respecta a la lucha antiterrorista ha empeorado en los últimos meses, tras un grave aumento de atentados y ataques contra las fuerzas de seguridad. Más de 120 militares han sido asesinados en el último mes, mientras la resistencia liderada por líderes tuareg asentados en el norte del país ha extendido un clima de inestabilidad que conecta con el actual enfrentamiento entre Azawad y Bamako en el norte de Mali.