Rusia reaparece
Putin desafía su aislamiento internacional con una «histórica» visita a Emiratos y Arabia Saudí
El mandatario ruso escenifica su paulatina rehabilitación mundial de la mano de dos de los principales socios de Estados Unidos en Oriente Medio
Con la bandera tricolor imperial en el cielo del Golfo árabe, escoltado desde Moscú por cazas de la aviación rusa y salvas de artillería en tierra, como si de un zar se tratara, el presidente ruso Vladimir Putin aterrizó ayer en Abu Dabi –una solemnidad que se reproduciría horas después a la llegada del mandatario a Riad– para escenificar el principio del fin de su aislamiento internacional.
La breve visita de ayer del «amigo Putin», como lo llamó el presidente de EAU y emir de Abu Dabi, sheij Mohamed bin Zayed Al Nahyan, fue la primera del mandatario ruso –que se enfrenta a una orden detención de la Corte Penal Internacional– al Golfo desde antes de la pandemia. Desde el inicio de la invasión y guerra en Ucrania, Putin sólo ha visitado la República Islámica de Irán –está previsto que el jefe del Estado ruso reciba hoy en Moscú al presidente Ebrahim Raisi–, en julio de 2022, China en octubre pasado y varios países de la antigua Unión Soviética socios leales del Kremlin como Kazajistán, Bielorrusia o Kirguistán.
No escatimaron en elogios al estado de las relaciones entre Rusia y las dos monarquías del Golfo los medios oficiales de los citados países. El presidente ruso y su homólogo emiratí Mohamed Bin Zayed Al Nahyan aseguraron que nunca antes los vínculos entre sus dos naciones, especialmente los económicos, habían sido tan fuertes como hoy. No en vano, Putin destacó que Emiratos es «el primer socio comercial árabe» de Rusia y aseguró que los intercambios bilaterales se incrementaron en el conjunto del año pasado, por ende, coincidiendo con la guerra en Ucrania, un 67%.
Según los citados medios oficiales, el mandatario ruso y el presidente emiratí abordaron la posibilidad de seguir estrechando la cooperación en materia energética e industrial y despacharon sobre las guerras en Gaza y Ucrania sin que haya trascendido ninguna valoración sobre el particular. El emir de Abu Dabi no dudó en calificar la visita de Putin de «histórica» y subrayó el hecho de que la alianza entre Rusia y Emiratos se encuentra en pleno desarrollo en diversos ámbitos. «Hoy, gracias a tu posición, nuestras relaciones han alcanzado un nivel sin precedentes», afirmó Putin a su interlocutor emiratí.
Horas más tarde, en el encuentro mantenido en Riad, Putin y el príncipe heredero saudí Mohamed bin Salmán abordaron la situación de los mercados mundiales de petróleo –en medio de la caída de los precios del crudo registrada en las últimas jornadas pese a los recortes de recortes de producción anunciados la semana pasada por la OPEP+–, la guerra en Ucrania y en Gaza y la situación en Yemen –en plena escalada de los rebeldes pro iraníes contra los intereses de Israel y Estados Unidos– y Siria. Durante la doble visita a EAU y Arabia Saudí Putin estuvo además acompañado por una importante delegación formada por altos cargos en materia comercial, diplomática, espacial y de energía nuclear y petrolera.
La espectacular y nada casual puesta en escena de la visita de Putin a EAU y Arabia Saudí, que se produce en medio de un ambiente de creciente tensión regional por mor de la guerra en Gaza escenifica la rehabilitación progresiva del último gran paria internacional. El conflicto en Oriente Próximo no sólo desvía la atención de la guerra que se sigue librando en el Este de Europa –cuando Estados Unidos y la UE pretenden limitar la ayuda militar a Ucrania—, sino que ofrece a un desafiante Putin –que mantiene buenas relaciones con las dos partes— la posibilidad de ganar más crédito internacional como mediador entre Israel y Hamás.
Ambos países del Golfo han venido matizando, desde su inicial condena de la invasión rusa de Ucrania en la votación de la Asamblea General de Naciones Unidas del 2 de marzo de 2022 –alineados con sus socios occidentales– hacia una posición de neutralidad, su posición al respecto de la Rusia de Putin. Un viraje que coincide con la voluntad de las autoridades saudíes y emiratíes de acelerar la independencia económica y defensiva respecto de Washington –pese a que Estados Unidos sigue siendo respectivamente primer y segundo suministrador de armas de los citados países de Oriente Medio–.
Además, las dos monarquías del Golfo ya se desmarcaron de Estados Unidos y otros 36 países en la imposición de sanciones contra Moscú en diciembre de 2022. Tanto EAU como Arabia Saudí siguen, de esta forma, la estela de un cada vez mayor número de países que mantienen neutrales en el conflicto bélico y no han dejado de mantener relaciones comerciales con Rusia.
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