El motín de Wagner

Putin comienza la purga en las Fuerzas Armadas de Rusia

El general Surovikin, el segundo hombre más poderoso del Ejército, está detenido en una prisión a las afueras de Moscú, según fuentes rusas

El máximo comandante militar ruso en Ucrania, el general Sergei Surovikin, y el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, asisten a la reunión con el presidente ruso, Vladimir Putin
El general Surovikin y el ministro de Defensa ruso, Sergei ShoiguGavriil GrigorovAgencia AP

Varios periodistas rusos han informado del inicio de una gran purga dentro de las Fuerzas Armadas rusas tras el motín militar orquestado por el grupo Wagner y su jefe Yevgeny Prigozhin. The New York Times cita a un ex funcionario del Ministerio de Defensa ruso, convertido ahora en bloguero, Mikhail Zvinchuk, conocido como "Rybar", quien asegura que la rebelión de Wagner ha provocado un proceso de depuración interna en el ejército ruso que ya se ha cobrado su primera víctima: Sergei Surovikin, que fue el máximo responsable militar de las fuerzas rusas en Ucrania el año pasado, y quien estaba al tanto del motín, según publicó este miércoles The New York Times. Surovikin es uno de los rivales del ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y se le considera próximo a Prigozhin.

El periodista Alexéi Venedíktov, director de "Eco de Moscú", ha informado de que la familia de Surovikin no sabe cuál es su paradero desde el motín. “El general no ha estado en contacto con su familia durante tres días. Tampoco responden sus escoltas. Solo tengo esos hechos”, ha señalado el citado periodista.

El asesor ucraniano Anton Gerashchenko se ha hecho eco en Twitter de que algunos "corresponsales militares" rusos han informado que el general Surovikin ha sido arrestado y encerrado en la prisión de Lefortovo, en Moscú. Surovikin está considerado como el segundo hombre más importante en el ejército ruso por detrás de Gerasimov. Surovikin recibe el apodo de "general Armagedón" debido a su crueldad en las guerras de Chechenia, Siria y más tarde en Ucrania. Especialmente cruel fue su estrategia en la ciudad siria de Alepo y el asedio de Grozni, en Chechenia. A finales del año pasado, recibió la Orden de San Jorge, la condecoración militar más alta en Rusia.

El plan del jefe del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, pasaba por capturar al ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y al jefe del Estado Mayor, general Valery Gerasimov, dos de sus viejos enemigos en la guerra de Ucrania, pero la intervención del servicio de espionaje ruso, el FSB, que se enteró previamente de este plan, truncó el objetivo del "ex cocinero de Putin", según ha informado el Wall Street Journal, citando funcionarios occidentales. La información del periódico sostiene que el plan original de Prigozhin tenía buenas posibilidades de éxito. Según grabaciones de audio publicadas en las últimas horas, Prigozhin habría dicho: "Shoigu se escapó de Rostov como un perro".

Algunas fuentes creen que Surovikin, conocedor de los planes de una rebelión, podría haber transmitido esta información al Ejército.

Prigozhin, que lidera un ejército de mercenarios que combaten en Ucrania al lado del ejército regular ruso, tenía la intención de secuestrar a Shoigu y Gerasimov durante su visita programada a la ciudad rusa de Rostov, cerca de la frontera con Ucrania, según reveló The Wall Street Journal. Sin embargo, cuando se enteró de que su complot se había filtrado al Servicio Federal de Seguridad (FSB) dos días antes de que comenzara, decidió actuar rápidamente e improvisar un plan alternativo. Al parecer, los wagnerianos habían acumulado grandes reservas de municiones, combustible y equipo pesado.

El jefe de la Guardia Nacional rusa, Viktor Zolotov, ha dicho, según recoge la agencia estatal TASS, que se produjeron “filtraciones de información” desde “el campamento de Prigozhin”, que eran “bastante específicas, sobre el hecho de que se estaba planeando un motín, y que tendría lugar entre el 22 y el 25 de junio, que es exactamente lo que ocurrió”.

Según el Wall Street Journal, el plan del oligarca daba por hecho que parte del ejército ruso se uniría a la rebelión. Algo que finalmente no sucedió.